Rafael González-Franco de la Peza


El gobierno
de las organizaciones












© Rafael González-Franco de la Peza

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Se editó para publicación digital en febrero de 2018

ISBN 978-607-8338-30-6

Hecho en México

Prólogo

Carlos Pulido Ballesteros1




Dice un viejo adagio: «No puedes negar la cruz de tu parroquia». Inicio con este pensamiento el prólogo que me invitara Rafael a escribir, de ésta su segunda obra de madurez profesional —la primera fue su disertación doctoral—, ya que contiene una gran cantidad de referencias a una cultura que se gestó en la educación inicial y universitaria del autor, dejándole marcas indelebles. Confieso ante los lectores y el autor mi reconocimiento a la calidad de este trabajo.

He revisado con detalle cada una de sus líneas. Me encantó, categóricamente, la abundancia de datos históricos, reflexiones, citas y referencias filosóficas y de la literatura actual sobre diversos temas relacionados con la temática abordada. El autor va recorriendo diversos textos, sin omitir hechos históricos propios de su sólida formación. Al leer cada capítulo se percibe de manera contundente la profundidad epistemológica de las afirmaciones que va formulando. Genera la agradable sensación de que no hay afirmación infundada y nada que no esté sólidamente argumentado. Se siente uno leyendo una obra sólida que garantiza conocimientos muy serios.

Al introducirnos a sus reflexiones en torno a la importancia del tema central de la obra, el gobierno de las organizaciones de la sociedad civil (OSC), nos deja ver con claridad que no es un aventurero y, mucho menos, un espontaneo que simplemente se «lanzó al ruedo» para hablar sobre un tema de interés general. En los últimos diez años se ha dedicado a revisar la literatura al respecto para transmitir no sólo conocimiento teórico, sino uno de los elementos más valiosos de la obra: su experiencia en el trabajo directo con una gran cantidad de personas involucradas en la tarea de gobernar o ser gobernados por estructuras frecuentemente poco sólidas y con poca claridad acerca del bien ser y del bien hacer. Gracias a esta experiencia se puede aventurar a escribir afirmaciones fuertes como aquellas que refieren que no existen modelos probados que sean aplicables en su totalidad a ninguna organización, o lo cuestionable que es la experiencia híper democrática, cuasi anarquista, de la falta de estructura.

El autor no tiene empacho en citar a Platón, Foucault, Senge, Weber, Kojève y los Carver, todos ellos autores de diversas especialidades y ramas del conocimiento. No omite referencias a autores clásicos de la cultura sajona que tanto nos ha influido, como Jerold Panas; sin ignorar la fuerte influencia de esta corriente de pensamiento sobre las modas en la gobernanza de la OSC, para dialogar con ella. Y al hacerlo, nos permite navegar en la esencia del pensamiento actual e ir gestando, pausada y sólidamente, un criterio propio sobre el tema.

Su obra, a diferencia de otras, no es una serie de consejos prácticos del «hágalo usted mismo». Nos presenta fundamentos que nos llevan a consolidar un criterio propio sobre el tema del gobierno, la autoridad y la participación en el seno de las organizaciones sociales. El abordaje experto que hace el autor sobre las frecuentes «disfuncionalidades» nos deja entrever su agudo conocimiento de la realidad que se vive dentro de los órganos de gobierno en no pocas organizaciones sociales.

Es de llamar la atención la gran importancia que otorga a la colegialidad del gobierno, ya que confronta fuertemente tendencias centralistas y hegemónicas que tienen una indiscutible presencia en el medio de las OSC. Sin lugar a dudas, recupera el gran valor esencial de la política y la democracia en sus orígenes griegos. De esta manera, las funciones de las personas que ocupan puestos de alta dirección son vistas, más que como las de jerarcas con poder absoluto, como las de altos servidores.

El autor no pasa por alto temas de vital importancia como la transparencia y la rendición de cuentas, aspectos que en los últimos años han cobrado gran importancia en la acción democrática desde los ciudadanos organizados.

Casi para cerrar su obra, Rafael nos abre la posibilidad de que los órganos de gobierno evolucionen en un proceso paulatino de maduración, partiendo de estructuras muy reducidas y centralistas hasta lograr una mayor pluralidad y distribución ordenada de funciones y responsabilidades. Con ello nos da testimonio de lo que es una auténtica realidad en las organizaciones: el deseo de evolucionar, a pesar de las inercias, los miedos, la incertidumbre y el cansancio.

La obra contiene una serie de reflexiones prácticas sobre aspectos que van desde lo administrativo, lo gerencial, lo organizacional, hasta la definición clara de la estructura de las organizaciones, las responsabilidades, el funcionamiento y los procesos, que permitirán al lector interesado contar con una guía de lo que se puede hacer, para beneficiarse de un órgano de gobierno óptimo.

El libro termina con una afirmación: «los desafíos que tienen hoy las organizaciones marcan la hora de los consejeros». De esa manera, el autor lanza un desafío a quienes integran los órganos de gobierno de cientos de organizaciones. Aquí encontrarán un instrumento muy útil para estar a la altura de ese reto.

Me atrevo a recomendar la lectura del texto de Rafael González-Franco de la Peza como un referente que, estoy seguro, se convertirá en una guía indispensable para los profesionales dedicados a la formación y profesionalización de las estructuras de gobierno de las OSC.

Agradezco la deferencia del autor al invitarme a prologar su obra, ya que los años de trato profesional que nos distinguen han sido testigo de una sinceridad profesional en ambos sentidos, misma que garantiza que si la obra no tuviera la solidez que ostenta, un servidor sería el primero en transmitirlo.





México DF, abril de 2014.




Director de Desarrollo Institucional, Fundación Merced, A.C.

Presentación

Cuando nos acercamos al mundo de las organizaciones, en México y otros países de América Latina, es inevitable constatar la existencia de una convicción generalizada acerca de que un talón de Aquiles de muchas organizaciones no gubernamentales y paragubernamentales2 es la limitada capacidad para gobernarse internamente de manera que su forma de operar cumpla a cabalidad y de manera efectiva con los fines para los que fueron creadas. El gobierno de las organizaciones, su naturaleza y operación, con frecuencia es todavía una especie de caja negra de la que se supone o intuye más que de lo que se asume con suficiente certeza e intención de propósitos; suele vivirse como un mal necesario o también como algo siempre condenado a ser disfuncional. Con este libro pretendo confrontar la idea de que la mediocridad de los órganos de gobierno de las organizaciones es una fatalidad de la que no es posible escapar, ofreciendo una mirada distinta que permita considerar la cuestión con esperanza, con la convicción de que está en nuestras manos la construcción de un modelo de gobierno efectivo para nuestras organizaciones.

21 Como es el caso de organismos públicos descentralizados, fideicomisos públicos y museos, centros educativos y de investigación e instituciones diversas bajo modelos de gestión público-privada.

Aunque la pretensión es hablar del gobierno de las organizaciones de manera genérica y el modelo que aquí se expone aplica al universo amplio de las mismas, está pensado especialmente para organizaciones del «tercer sector»3 y organizaciones de gestión público-privada; pero particularmente las «organizaciones sin fines de lucro y de servicio a terceros», conforme a la atinada clasificación del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).

3 Es decir, el que no es el gubernamental o el empresarial. ¿Por qué «tercer» y no «primer» sector?, se trata de un mero convencionalismo que supone que se encuentra después del sector gubernamental y el sector lucrativo.

Cada vez hay más gente ávida de referentes a los cuales recurrir para el diseño o el rediseño de sus organizaciones y un asunto que inquieta particularmente es el de su órgano de gobierno (Consejo Directivo, Patronato o cualquiera que sea el nombre que se le dé), sin que sea fácil encontrarlos. No solamente porque no se haya difundido con la amplitud necesaria dónde hallarlos, sino sobre todo porque no hay muchos, ni bibliográficos, ni ofertas de formación y capacitación, ni consultores expertos en el tema. Y generalmente, cuando los hay, se refieren a modelos que no necesariamente responden a la realidad de las organizaciones en nuestros países. Es avasallante la idea generalizada en ciertos medios, de que son los modelos de gobierno corporativo de las empresas lucrativas o el de una cierta tendencia de la filantropía estadounidense —que por tener mayor difusión se considera como la ideal—, los únicos referentes del gobierno de todo tipo de organización; lo que, como se pretende mostrar en este libro, no es del todo pertinente.

La escasa literatura que podemos encontrar en español sobre el gobierno de las organizaciones, es mayormente traducción de obras escritas en inglés que por lo general responden a experiencias de organizaciones en la cultura anglo sajona. Poco se ha escrito sobre esta cuestión en español y ha tenido muy poca difusión. Si bien este es un hecho lamentable, no es algo que deba verse con pesimismo, pues, a pesar de ese gran vacío, existen aportaciones valiosas de las que es posible beneficiarse.

Hay que destacar la importante iniciativa que en su momento tuvo el Cemefi de publicar —entre 1997 y 2003— una traducción con ciertas adaptaciones, de una serie de cuadernillos del Board Source,4 cuyo propósito es atender a la necesidad de respuestas a preguntas que se suelen hacer al respecto del gobierno de una organización: cuáles son su rol y responsabilidades, cuáles las de su presidente y los otros miembros, cuáles las del director ejecutivo —y la relación entre ambos componentes de la organización—, cómo asegurarse de que tales roles y responsabilidades se cumplan a cabalidad, entre otros aspectos relevantes.5 Pero, como advierte la presentación de cada uno de estos cuadernillos: «Los materiales que presentamos son fruto de la experiencia de instituciones surgidas en el contexto de las sociedad norteamericana. Sin embargo consideramos que pueden ser útiles como punto de partida para sistematizar nuestra propia experiencia». Desafortunadamente muy poco se ha respondido a este desafío planteado por el Cemefi, que en la misma presentación nos dice:

4 Anteriormente National Center for Nonprofits Boards, organismo fundado en Estados Unidos en 1988 que se presenta así: «la primera fuente de información práctica, de instrumentos y mejores prácticas, capacitación y desarrollo para Consejos Directivos de Organizaciones No Lucrativas en el ámbito mundial».

5 Puede verse la relación de la serie completa en la bibliografía.



Con esta edición queremos iniciar una discusión abierta en relación al concepto de gobernancia,6 con el fin de articular el papel que desempeña el órgano de gobierno en las organizaciones sin fines de lucro, así como el impacto que pueden tener sobre dichas organizaciones.

A estimular esta discusión pretende abonar este libro.

6 Así tradujeron en su momento la palabra en inglés governance. Actualmente hay bastante coincidencia en que la palabra en español que mejor traduce aquella es gobernanza.

En el mismo tenor, otra obra que merece ser destacada es Rumbo al éxito: Una guía para juntas directivas de organizaciones sin fines de lucro,7 traducida del inglés y publicada en 1997 conjuntamente por The Nature Conservancy y la Agencia de Estados Unidos para la Cooperación internacional (USAID), en cuya elaboración participaron algunos hispanos teniendo en mente a organizaciones de América Latina y el Caribe. La ventaja de esta obra es que, además de tener un sólido componente conceptual, es también una guía práctica con muchos ejemplos de organizaciones existentes en diversos países y ejercicios para quien quiera reflexionar, al respecto, sobre la propia.

7 Alex Hitz-Sánchez et al., Rumbo al éxito: Una guía para juntas directivas de organizaciones sin fines de lucro (Arlington, Virginia: The Nature Conservancy/USAID, 1997)..

Recientemente se publicó y ha circulado en el mundo de las organizaciones del «tercer sector» otra traducción: el libro de Jerold Panas 60 consejos secretos para tu Consejo,8 que rápidamente se ha convertido en un referente para muchas organizaciones en el centro de México; sin embargo, esta obra adolece de lo que ya se ha dicho: responde a un modelo de filantropía que en muchos aspectos difícilmente se adecua a nuestra realidad; además de que tiene la desventaja de presentar reiteradamente como responsabilidades de los individuos, lo que corresponde al grupo —en tanto unidad— al que pertenecen: el órgano de gobierno de la organización; y con un sesgo y marcado énfasis en la procuración de fondos, por lo que queda muy desdibujado un enfoque integral sobre lo que es conveniente entender por el conjunto de responsabilidades del gobierno de las organizaciones.

8 Jerold Panas, 60 consejos secretos para tu consejo (México: Tauro, 2012).

En todos estos casos, se trata de aportaciones importantes y una fuente inspiradora y orientadora para muchas organizaciones y los miembros de su órgano de gobierno o quienes aspiran a serlo, lo que en sí no es desdeñable, sino que además ha de agradecerse —aunque tan sólo sea por no estar necesariamente de acuerdo con todos sus planteamientos y darnos la oportunidad de reflexionar sobre ello—. Este libro quiere dialogar con lo que ahí se nos propone, desde la experiencia propia y la de muchas personas de una diversidad de organizaciones en los países latinoamericanos que he tenido oportunidad de conocer. Existen aspectos con los que diferimos, pero muchos otros que compartimos, y estoy convencido que de ese diálogo los lectores saldrán beneficiados.

Asimismo, hay que resaltar que en el ámbito de los procesos de capacitación para promover la institucionalización y la profesionalización de organizaciones de la sociedad civil (OSC) se empieza a incluir la cuestión del órgano de gobierno en su temas; destacando, sin duda, la iniciativa visionaria y pionera en México de la Fundación Merced, A.C., que desde hace poco más de ocho años incluyó un módulo de órgano de gobierno en su diplomado de Dirección y Gerencia para OSC. También la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal (ciudad de México) lo está haciendo recientemente con su oferta de capacitación a las instituciones de asistencia privada, incluyendo un interesante experimento: el Semillero de Patronos.

Habiéndome beneficiado de todas estas importantes aportaciones, este libro es fruto de la propia experiencia y la de personas de muchas organizaciones; resulta de un ejercicio de reflexión sobre la propia práctica. Mi vida profesional ha trascurrido principalmente en organizaciones de la sociedad civil y ahí he vivido los sinsabores y la satisfacción de los claroscuros de los órganos de gobierno a los que he estado supeditado y a los que he pertenecido. Por eso este libro se ha estado fraguando desde hace muchos años, primero de manera latente, cuando al verme confrontado por las dificultades en el seno de las organizaciones en las que he participado me sentí obligado a buscar respuestas a las muchas vicisitudes de la vida de una organización; después, ya como director ejecutivo, reflexionando sobre la relación con mis consejos, y, posteriormente, como integrante y como presidente. Pero los factores determinantes son dos: desde 2002 me dedico a la consultoría y una constante con la que me encuentro son las enormes dificultades que enfrentan las personas con el asunto del gobierno interno de su organización, en algunos casos mi ayuda les ha permitido resolver muchas de tales dificultades, en otras la solución depende de factores tan ajenos y complicados que el cambio no se logró, pero identificar esos factores me ha permitido encontrar respuestas. Además, en 2007 fui invitado por la Fundación Merced A. C. como instructor del módulo de «Órgano de gobierno» de su diplomado, primero como suplente y ya desde 2008 como instructor titular. En estos casi siete años he impartido el curso por lo menos seis veces al año en distintos estados del país, y he tenido el privilegio de estar en contacto con alrededor de mil trescientas personas de aproximadamente quinientas veinte organizaciones de la sociedad civil de todos los tipos y de todo el país. Esta ha sido una fuente invaluable de información, pero particularmente de experiencias, de acceso a casos de éxito y de fracasos.

He escuchado casi siempre las mismas preguntas, las mismas inquietudes, las mismas expectativas —a veces acompañadas de desánimo o frustración—, pero sobre todo, la misma esperanza. Este libro es, de alguna manera, el compendio de las respuestas que —desde mi experiencia dentro de las organizaciones y como consultor— junto con los participantes en el curso, he ido encontrando a esas preguntas. Pretendo presentar una sistematización de lo que tienen en común todos los caso de éxito y poner un acento especial en la confrontación con aquellos aspectos que por su ambigüedad, falta de foco o, de plano, supuestos no explícitos y prácticas fallidas, son los factores de fracaso.

No he querido dar por sabido nada, ni siquiera cuestiones que parecen obedecer al sentido común, ser ostensiblemente obvias o ser parte de una supuesta sabiduría popular. He buscado hacer explícitos los supuestos que sostienen el modelo de gobierno de las organizaciones que propongo, transitando detenidamente por aquellos aspectos que lo sustentan: la necesidad de un marco claro de actuación para todos los miembros de la organización, la tiranía de la falta de estructura, qué entender por el gobierno de una organización, una reflexión sobre la autoridad y la relevancia del pensamiento sistémico para afrontar el reto del diseño y la operación de las organizaciones en el siglo XXI. A partir de ahí expongo el modelo que estoy proponiendo, el cual abreva fundamentalmente del Policy Governance Model9 de los canadienses John Carver y Miriam Carver, que no obstante provenir de la cultura anglosajona posee una universalidad difícil de encontrar, ya que no se desprende de especificidades de la experiencia concreta de Canadá y Estados Unidos, sino que borda alrededor de principios muy generales aplicables en cualquier cultura, respecto al gobierno de las organizaciones; pero al mismo tiempo muy precisos. He dicho abrevar porque no se trata de una traducción fiel con fines de aplicación mecánica, sino de un ejercicio de adopción, adaptándolo a nuestra experiencia mexicana y latinoamericana. Adopción, con adaptación, que espero puedan hacer mis amables lectores en sus organizaciones, sirviéndose del diálogo con lo que aquí expongo, porque no pretendo que estén de acuerdo con todo aquello que afirmo; soy consciente de que algunos planteamientos son polémicos y por lo tanto discutibles, bienvenida sea la discusión.

9 John Carver y Miriam Carver, «Carvers Policy Governance Model in Nonprofit Organizations», Gouvernance: Revue internationale 2, núm. 1 (invierno de 2001): 30-48. Consultado en Policy Governance (web), <http://www.carvergovernance.com/pg-np.htm>, el 3 de abril de 2014.

Una aclaración necesaria desde ahora, es que en el libro se habla de órgano de gobierno de una organización como la forma genérica de referirse a lo que en México se conoce como el Consejo Directivo de una asociación civil, también llamado Patronato, Junta Directiva, Mesa Directiva, Comité Directivo, Junta de Gobierno e incluso Consejo de Administración; además, «Patronato» es el nombre que se le da en México al órgano de gobierno de las llamadas Instituciones de Asistencia Privada o de Beneficencia Privada. Pero alguno de estos nombres también se utiliza en instituciones de gestión público-privada, organismos públicos descentralizados, sobre todo a nivel estatal o municipal, o su equivalente en otros países; también en el caso de ciertos fideicomisos, o asociaciones de condóminos y todo tipo de agrupación. En México, en algunos casos es la Asamblea de Asociados —que en todos los casos es el órgano máximo de una asociación civil— directamente el órgano de gobierno de la organización, cuando no hay un grupo más pequeño de asociados, o asociados y externos, al cual la Asamblea de Asociados delega la conducción de la organización.

Como vemos, el nombre es una convención y no existe ninguna disposición legal, al menos en México, que obligue a adoptar un nombre especifico para el órgano de gobierno de una organización, razón por la cual podemos encontrar distintas posibilidades. Es lo correspondiente a lo que culturas anglo sajonas designan en inglés Board of Directors, o simplemente Board. De hecho, en esta obra traducimos como órgano de gobierno cuando en literatura en inglés dice Board.

Es necesario advertir que cuando utilice el término «el presidente» del órgano de gobierno, quiero también referirme a su versión en femenino «la presidenta» y donde dice «el director» quiere decir también «la directora», lo que no explicito en cada caso para hacer más ágil la lectura. En este segundo caso, el nombre también es una convención y podemos encontrar «director ejecutivo», «director general», «coordinador», «gerente», «secretario ejecutivo», entre otras formas de llamar a la cabeza del brazo ejecutivo de una organización. Además, aunque no en todos los casos se usa la palabra consejo, aquí utilizamos la palabra consejero en sentido genérico para referirnos a los miembros de cualquier órgano de gobierno.

Quiero, además, advertir que en muchos casos me refiero a experiencias de organizaciones que he conocido directamente, cuyos nombres me reservo para honrar el compromiso de confidencialidad que asumo como consultor e instructor. Ruego la comprensión del lector.

Finalmente, deseo aprovechar esta oportunidad para agradecer sentidamente a la Fundación Merced, A.C. y a sus directivos por su confianza al encomendarme la impartición del módulo «Gobierno y Cultura Organizacional de Organizaciones de la Sociedad Civil» de su diplomado, a lo largo de estos años, y a todos las personas que lo han tomado, por su generosidad al compartir sus experiencias, preguntas, hallazgos, frustraciones, pero sobre todo, razones para tener esperanza de un mejor futuro para todos, porque todo ello ha hecho posible este libro.