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Fernando Scornik Gerstein
Fred Harrison

LA ESPECULACIÓN
INMOBILIARIA Y EL SILENCIO
DE LOS CORDEROS

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Copyright © Lola Books GbR, Berlin 2016

www.lolabooks.eu

Queda totalmente prohibida cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación total o parcial de esta obra sin el permiso escrito de los titulares de explotación. Todos los derechos reservados.

Inscrito a nombre de los autores en el Registro de la Propiedad Intelectual.

Imagen de portada: La Torre de Babel (1563) por Pieter Brueghel el Viejo

ISBN 978-3-944203-25-6

e-ISBN: 978-3-944203-26-3

Primera edición 2016

A Robert Shamis, en agradecimiento por su incondicional y generoso apoyo para la preparación y publicación de este libro.

CONTENIDO

AGRADECIMIENTOS

NOTA DE LOS AUTORES

I

HACIA UN NUEVO MODELO SOCIAL

II

LA ESCALADA DEL PRECIO DE LA VIVIENDA

III

EL ORIGEN DE LA DEUDA PRIVADA. LA FORMACIÓN Y DESARROLLO DE LA “BURBUJA INMOBILIARIA”

IV

LA RENTA DEL SUELO Y LA LEY DE RICARDO

V

EL EMPLEO, LOS SALARIOS DE LOS TRABAJADORES Y EL ACCESO AL SUELO

VI

LOS CICLOS ECONÓMICOS Y LAS TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN

VII

LA RENOVACIÓN CULTURAL Y ECONÓMICA DE ESPAÑA. BUENOS Y MALOS IMPUESTOS

VIII

CONSIDERACIONES PREVIAS PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE UN RÉGIMEN FISCAL SOBRE LA BASE DE LA RECAUDACIÓN DE LA RENTA DEL SUELO Y LOS RECURSOS NATURALES

IX

LA POSIBLE RECAUDACIÓN DE UN IMPUESTO SOBRE LA RENTA DEL SUELO

X

CUANDO UN IMPUESTO NO ES UN IMPUESTO

XI

ACLARANDO UN MISTERIO

XII

PALABRAS FINALES. CONVERGENCIA Y DIVERGENCIA

LOS AUTORES

Que el pensamiento en cuestiones sociales sea tan confuso y perplejo, que las aspiraciones de grandes masas humanas, profundamente conscientes de la injusticia, aunque a veces en forma imprecisa, sea en todos los países civilizados desviada a remedios fútiles y peligrosos, se debe en gran parte al hecho de que aquellos que asumen y a quienes se les reconoce con un conocimiento superior de las leyes sociales y económicas han dedicado sus poderes, no a mostrar dónde reside la injusticia, si no a esconderlo, no a clarificar el pensamiento común, si no a confundirlo.

Henry George

AGRADECIMIENTOS

Este libro no hubiera sido posible sin el apoyo de Robert Shamis, a quien se lo hemos dedicado, y sin la desinteresada colaboración profesional y técnica del Doctor Arquitecto Ramón Montoya Invarato, especialmente para los capítulos II, III y IX, así como sin el aliento del Ingeniero Superior de Minas Joaquín Bonet Limonge, cuya larga militancia y conocimiento del socialismo español nos ayudó a entender la actual crisis de la socialdemocracia europea. También nuestro agradecimiento a Desireé Ponce Arnaz, Secretaria, por las largas horas dedicadas a la trascripción de manuscritos y a la ordenación de la obra.

NOTA DE LOS AUTORES

Esta obra se refiere fundamentalmente a España y a los estragos que la especulación inmobiliaria – que, como explicaremos, es en realidad especulación con el suelo – ha causado en el país y a las dolorosas secuelas que ha dejado en la sociedad. Nuestro estudio nos ha llevado en sucesivos capítulos al análisis de los mecanismos de la renta del suelo y al de la relación del acceso a la tierra con el empleo y los salarios; al análisis del régimen impositivo vigente y su comparación con el de otros países, así como al estudio de otros fenómenos y mecanismos que normalmente se ocultan a los ciudadanos tras una complicada e innecesaria jerga econométrica.

Finalmente nos ha llevado a proponer las únicas reformas en las cuales, creemos, se debe basar un régimen de justicia distributiva. Queremos resaltar que estas reformas que proponemos no son solo necesarias para España, sino que también son imprescindibles para Europa – sumida en una crisis sin precedentes – y para otros países tanto desarrollados como en vías de desarrollo que afrontan graves problemas. La complicidad de las élites políticas – no solo las españolas sino también las de otras naciones – con un sistema esencialmente monopólico solo podrá ser detenida cuando los ciudadanos conscientes de la verdad de estas propuestas tomen democráticamente el control de las políticas – fundamentalmente de las fiscales – hoy instrumentadas en beneficio de los apropiadores de rentas para reemplazarlas por aquellas que proponemos y que responden al interés general.

I

HACIA UN NUEVO MODELO SOCIAL

La extrema volatilidad en la política española actual nos recrea dos hechos importantes. Primero, no hay entre los españoles un consenso compartido sobre el futuro. Segundo, una parte de la población – probablemente cercana a la mayoría – ha perdido la confianza en sus líderes políticos. Esta es una crisis peligrosa, la Historia nos dice que cuando la solidaridad se quiebra, los hechos pueden entrar en una espiral sin control con consecuencias potencialmente desastrosas.

Nuestro estudio en este libro se refiere a España, pero no podemos aislar el futuro de un solo país del más amplio contexto europeo. Somos parte de la Comunidad Europea y por ello en gran medida las decisiones que se toman en otra parte afectan al futuro de España. En realidad el futuro de Europa está en gran parte más allá de su propio control, ya que los acontecimientos globales comienzan a arrollar a los procesos políticos dentro de la Unión Europea. Por ello, aunque miramos en detalles las políticas y la economía de España, debemos tener en cuenta las más importantes tendencias globales, debido a que, repentinamente, nuestro mundo se ha convertido en un sitio muy peligroso. Nunca desde los años 30 Europa ha necesitado como ahora estadistas de coraje y visión. El NUEVO ESTADISTA debe proponer políticas que den poder a la gente para encarar los traumáticos cambios en la estructura de la economía que dividen a sus comunidades. Sin esas políticas cicatrizantes, muy a menudo han ocupado su lugar en muchos países las soluciones violentas, con terribles consecuencias.

Vemos ahora presiones rivales surgir de

el retorno de simpatías fascistas como respuesta a la corriente de refugiados desde el Este hacia Europa.

el surgimiento del racismo en respuesta a los inmigrantes provenientes del sur.

el fracaso de la izquierda política para guiar a Grecia más allá de la deuda y la depresión.

las amenazas a la integridad soberana de España y el Reino Unido desde regiones que desean cortar lazos de siglos.

las disputas territoriales entre la OTAN y Rusia en las fronteras del este de la Unión Europea.

la profunda división interna que ha revelado el referéndum del BREXIT en el Reino Unido.

Enfrentándose con estos hechos, no resulta sorprendente que en un país amante de la libertad como Francia veamos el ascenso del Frente Nacional de Le Pen desafiando la hegemonía de los partidos establecidos, o el ascenso del Partido de la Independencia en el Reino Unido y el resultado del Brexit, poniendo fin a una relación de décadas entre Reino Unido y la Comunidad Europea. Estos son indicadores de la fragmentación de las lealtades políticas. Reflejan la disolución de comunidades cuando los vecinos se vuelven unos contra otros. Por ello, necesitamos ahora una nueva filosofía social, una que ofrezca la visión de un futuro mejor para todos.

En este libro, describimos los elementos de ese nuevo modelo social. Nos concretamos en los principios esenciales de ese modelo por una razón. Si los gobiernos no pueden proporcionar seguridad y prosperidad para todos, no existe posibilidad de elaborar una agenda para la renovación de nuestras sociedades. Debemos identificar los principios fundacionales para una prosperidad general de tal forma que la gente sea libre para recrear una nueva solidaridad social.

Por ello, invitamos al lector a considerar su contribución personal al gran proyecto de la renovación social. Como parte de ese proceso es necesario, al principio, suspender solo por un momento convicciones largo tiempo mantenidas. La mente debe ser puesta en condiciones de libertad de modo que pueda explorar ideas que no nos son familiares pero que necesitan ser evaluadas objetivamente.

Explicaremos que el actual caos económico, que comenzó con la crisis financiera de 2008, pero con raíces anteriores, pudo evitarse. Nos referimos especialmente a España, pero sin perder de vista la generalidad de un problema que afecta a casi todas las naciones donde rige el sistema capitalista. El trauma en la esfera económica no es la consecuencia de un fenómeno natural, esto es lo primero que hay que comprender, aunque muchos tratan de convencernos de lo contrario.

Remarcamos esto para que el lector pueda darse cuenta de que las reformas que proponemos tienen el poder de reorientar la economía lejos de los ciclos de negocios, de las burbujas y de sus estallidos. Esos ciclos victimizan a casi todo el mundo a través del desempleo, la pobreza, la desigualdad, la falta de acceso a la vivienda; males todos para los cuales los políticos actuales no tienen soluciones creíbles.

Nuestro marco teórico tiene el poder de predecir las tendencias económicas. Puede también identificar las soluciones. Pero esta claridad filosófica será de poca ayuda si los políticos se niegan a mostrar el liderazgo que mostró, por ejemplo, Winston Churchill en los primeros años del siglo XX, en su época liberal, cuando hizo campaña por las reformas económicas para Gran Bretaña que ahora nosotros proponemos para bien de España y para el de todos los países de la Unión Europea. Las reformas propuestas en el “Presupuesto del pueblo” (año 1909) del Primer Ministro Lloyd George y apoyadas por Churchill fueron torpedeadas por los conservadores, pero dejaron una profunda huella en el Reino Unido y provocaron la primera crisis constitucional de su historia al anular los Comunes la posibilidad para la Cámara de los Lores de vetar las leyes. No obstante el poder de la aristocracia territorial logró diluir las reformas, aunque siempre están presentes en la mente de lúcidos economistas británicos y en parte de su legislación.

No subestimamos las dificultades. Distinguidos economistas como Joseph Stiglitz, galardonado con el Premio Nobel, han propiciado esta reforma. Stiglitz lo hizo desde su primer artículo académico en 1977. Eso fue cuando discutió lo que él llamó el “Paradigma de Henry George”. Su más reciente apoyo a la política que describimos en este libro está contenido en su obra “El precio de la Desigualdad” (The price of Inequality, 2012). Pero a pesar de que el Profesor Stiglitz puede hablar con gente en los más altos niveles del poder en Washington DC, nadie parece prestarle atención.

Por ello, invitamos a nuestros lectores a desplegar el coraje que es tan escaso en la presente generación de políticos. Si el pueblo toma el control democrático del debate público, las políticas gubernamentales podrían ser transformadas para servir al bien común. La amenaza existencial que ahora pende sobre nuestras sociedades puede ser confrontada en formas que hagan posible para nuestras comunidades ser curadas de sus males y para unir a nuestras naciones. Siempre podemos ser ganadores si asumimos la oportunidad histórica que se abre para los pueblos de España y de Europa.

Como deseamos comenzar nuestro análisis por uno de los temas de mayor calado en la sociedad española, para ir poco a poco desenrollando el ovillo que como tejido de araña ata a nuestro país, hemos elegido el tema de la vivienda, que afecta a grandes sectores de la población y que es una consecuencia directa de la especulación inmobiliaria, verdadera raíz económica de muchos de los problemas que afronta España.

II

LA ESCALADA DEL PRECIO DE LA VIVIENDA

Aunque intuitivamente todos sabemos en qué consiste la especulación inmobiliaria, nos parece prudente definirla con precisión. La especulación inmobiliaria consiste en la inversión generalizada en inmuebles para obtener un beneficio económico, básicamente con la valorización de los mismos que se opera en el tiempo. El especulador compra para retener, esperar y ganar con la venta.

Lo notable es que quienes compran para satisfacer sus necesidades vitales, es decir vivienda o sede de actividades económicas, que en principio no son especuladores, no pueden – y no suelen – obviar el tener en mente el posible beneficio económico que proporciona el incremento del valor del inmueble en el mercado. En ese sentido, en el sistema imperante, TODOS SOMOS ESPECULADORES.

Esta especulación individual es el trasfondo ideológico que en cierta forma impide que los ciudadanos se enfrenten con decisión y claridad a la gran especulación. Esta es la del que compra terreno rústico, promueve o espera el cambio urbanístico que lo convierte en urbano y a continuación urbaniza y vende. Estas operaciones de recalificación y consiguiente urbanización, con apoyo bancario para las ventas, no solo han sido las que han disparado la especulación, sino que además han sido una extraordinaria fuente de corrupción, especialmente en ayuntamientos y comunidades.

Si bien la especulación inmobiliaria ha sido casi una constante histórica en España y la inversión en inmuebles ha sido vista como la más segura, natural y lógica por los españoles, esta especulación – que ha tenido épocas de más y de menos – ha adquirido contornos verdaderamente dramáticos en los últimos años, provocando un desajuste total entre los valores inmobiliarios y la capacidad económica de los ciudadanos.

Ello es así porque la consecuencia directa de la especulación inmobiliaria es el alza desproporcionada de los precios de mercado de los inmuebles ante una presión compradora que parece no tener límites y que – no obstante – va dejando en la cuneta a amplios sectores de la población que no pueden seguir el ritmo desenfrenado de los precios, mientras que otros sectores confiados en un alza que nunca se detendrá se endeudan para participar en la vorágine.

Analizaremos a continuación esta dicotomía entre los precios de los inmuebles y la capacidad económica de la población en España.

Hemos tomado como base para esta primera aproximación al problema los VALORES CATASTRALES pero debe tenerse en cuenta que por una “concesión graciosa” a los propietarios, sin ningún asidero en la realidad, los valores catastrales representan solo el 40 % del valor real de mercado, salvo casos excepcionales y alguna variación en los últimos años por la caída de los precios inmobiliarios. La política de que los valores catastrales representen el 40 % del valor comercial no ha cambiado. Siempre habrá alguna excepción, a la que se prenderán los que quieren negar la realidad. Pero en lo básico, la política sigue siendo la misma. Por supuesto nadie explica a los “corderos”, es decir a los ciudadanos de a pie, que el dinero que se concede graciosamente a los propietarios al gravar valores irreales, como es dinero que falta en las arcas públicas, debe salir de otro lado. Y de otro lado sale: de los salarios de los trabajadores, de la inicua carga del IVA a los consumidores finales, de los beneficios de las empresas productivas.

Ningún partido político se ocupa siquiera de explicarlo. Sobre esto, el silencio es absoluto. ¿Será que los que elaboran los programas son también propietarios y no quieren gravarse a sí mismos? ¿Será que temen la reacción de los posibles afectados, con consecuencias electorales?

Habrá muchas y varias razones, pero está claro que en este tema las élites políticas optan por el engaño o por el silencio más absoluto.

Incluimos a continuación una serie de cuadros que ilustran ese desajuste que hemos señalado. El CUADRO I refiere los valores catastrales urbanos desde el año 2000 al 2015.

1. LOS DATOS ESTADÍSTICOS

CUADRO I

LOS VALORES CATASTRALES URBANOS DESDE EL AÑO 2000 A 2015 (EN MILES DE EUROS)1

AÑO

VALOR CATASTRAL

2000

727.965.894,60

2001

794.245.822,60

2002

979.286.400,00

2003

1.028.964.650,00

2004

1.101.149.735,00

2005

1.193.263.074,00

2006

1.133.231.182,00

2007

1.436.885.695,00

2008

1.647.175.061,00

2009

1.834.768.300,00

2010

1.973.264.864,00

2011

2.028.425.374,00

2012

2.220.187.200,00

2013

2.297.963.434,00

2014

2.274.620.926,00

2015

2.277.072.566,00

Podemos ver en el cuadro I que los valores catastrales urbanos se incrementaron de 727.965.894,60 (en miles de euros) en el año 2000 hasta 2.277.072.566,00 (en miles de euros) en 2015. O sea, que el incremento del valor catastral de la propiedad urbana fue de aproximadamente de un 313 %.

Proseguimos con el cuadro II que indica los valores catastrales rústicos.

CUADRO II

VALORES CATASTRALES RÚSTICOS (EN MILES DE EUROS)2

AÑO

VALOR CATASTRAL

2000

21.826.827,46

2001

22.663.845,54

2002

23.773.159,00

2003

25.344.926,00

2004

25.971.716,00

2005

26.597.059,00

2006

27.205.279,39

2007

30.751.709,91

2008

35.648.379,72

2009

39.852.483,00

2010

46.829.928,00

2011

44.989.383,00

2012

46.829.928,00

2013

51.338.406,00

2014

53.388.871,00

Cabe consignar que no hemos podido obtener datos del año 2015 respecto a valores rústicos. El incremento desde el año 2000 hasta 2014 fue de aproximadamente un 145 %, o sea que el incremento de los valores rústicos, aunque notable, fue muy inferior al de los valores catastrales urbanos, lo cual refleja la tendencia hacia la concentración urbana de nuestra sociedad, similar a la de otros muchos países.

Por supuesto, estos valores catastrales, ni los urbanos ni los rústicos, reflejan el valor real de las propiedades, sino solo, como hemos dicho, un porcentaje del mismo (normalmente el 40 %), pero no obstante, aun con valores inferiores a la realidad, sí son indicadores claros de los porcentajes anuales de incremento.

Veamos ahora (cuadro III) la evolución del salario mínimo interprofesional.

CUADRO III

EVOLUCIÓN DEL SALARIO MÍNIMO INTERPROFESIONAL

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O sea que desde el año 2000 hasta el año 2015, el salario mínimo interprofesional se ha incrementado en un 53,0 %.

A continuación, en el cuadro IV, consignamos la renta nacional disponible a precios corrientes.

CUADRO IV

RENTA NACIONAL DISPONIBLE3 A PRECIOS CORRIENTES (EN MILLONES DE EUROS)

AÑO

RENTA NACIONAL DISPONIBLE NETA

2000

551.333,00

2001

591.407,00

2002

632.126,00

2003

676.423,00

2004

720.960,00

2005

769.161,00

2006

825.243,00

2007

877.626,00

2008

896.297,00

2009

867.963,00

2010

871.015,00

2011

851.948,00

2012

836.933,00

2013

829.954,00

2014

839.294,00

O sea que la renta nacional disponible a precios corrientes se ha incrementado desde 551.333 (en millones de euros) en el año 2000 hasta 839.294 (en millones de euros) en 2014. El incremento es pues aproximadamente un 52 %.

PRODUCTO INTERIOR BUTO A PRECIOS DE MERCADO4

Para no abrumar al lector con cifras, señalaremos solamente que el PIB a precios de mercado se incrementó de 646.250 (millones de euros) en el año 2000 hasta 1.041.160 millones de euros (o sea un billón cuarenta y un mil ciento sesenta millones de euros) en 2014.

El incremento ha sido pues de aproximadamente un 61 %.

Pasamos a continuación a un dato que consideramos de gran importancia para nuestro estudio: el precio de las viviendas por metro cuadrado construido.

CUADRO V

PRECIO DE LAS VIVIENDAS POR METRO CUADRADO5

AÑO

PRECIO DE LA VIVIENDA LIBRE POR M2 – EN EUROS

1995

670,80 €

1996

686,00 €

1997

691,00 €

1998

716,13 €

1999

780,30 €

2000

856,20 €

2001

930,30 €

2002

1.051,70 €

2003

1.230,30 €

2004

1.456,20 €

2005

1.685,40 €

2006

1.942,30 €

2007

2.024,20 €

2008

2.101,40 €

2009

1.958,10 €

2010

1.865,70 €

2011

1.776,60 €

2012

1.649,30 €

2013

1.516,40 €

2014

1.459,40 €

2015

1.457,90 €

Hemos incluido los precios por m2 de la vivienda desde 1995 para mostrar que la escalada de los precios no es un fenómeno exclusivo de la burbuja, sino que está en la raíz del modelo productivo español. Desde el año 2000 (856,20 € por metro cuadrado) hasta 2008 (2.101,40 € por m2), que es el que se puede considerar año pico de la burbuja, el precio de la vivienda se incrementó aproximadamente un 145 %. Todavía ahora, cuando los precios han caído y el Gobierno anuncia el fin de la crisis, el precio por m2 en 2015 (1.457,90 €) casi duplica el precio del año 2000 (856,20 €). El incremento ha sido del 70 %. Por supuesto si calculamos la diferencia de los precios por m2 desde 1995, los porcentajes de incremento son mucho mayores.

Una de las mayores contradicciones del sistema perverso en que vivimos es que, para la derecha y también para gran parte de la izquierda, el aumento que se observa en algunos precios de viviendas es un síntoma positivo. En realidad lo que significa es que los precios volverán a alejarse (todavía más) del bolsillo de los trabajadores. Será buena para las clases poseedoras no para los que viven de su trabajo

2. ANÁLISIS DE LOS DATOS ESTADÍSTICOS

Los datos que hemos ofrecido son de una realidad aplastante.

Veamos: los valores catastrales de la propiedad urbana se incrementaron entre el año 2000 y el 2015 aproximadamente en un 313 % (si bien los valores catastrales están lejos de la realidad, sí pueden ser buen indicio del porcentaje de incremento anual, como ya hemos señalado).

Los valores catastrales de la propiedad rústica (con escasa importancia desde el punto de vista habitacional) se incrementaron desde el año 2000 a 2014 aproximadamente en un 145 %.

El precio por m2 de las viviendas se incrementó aproximadamente en un 145 % desde el año 2000 hasta el 2008 (pico de la burbuja) y en la actualidad (tras el pinchazo de la burbuja), en 2015, todavía el precio por m2 es un 70 % más alto que en el año 2000.

Veamos comparativamente estos datos con los otros que hemos consignado: el salario mínimo interprofesional se incrementó desde el año 2000 hasta 2015 aproximadamente solo en un 53,00 % que mientras los valores catastrales se triplicaban y el precio unitario por m2 aumentaba aproximadamente un 145 % hasta 2008 y un 70 % hasta 2015. ¿Cuál es la conclusión obvia? la especulación inmobiliaria dinamitó la posibilidad de que los trabajadores adquiriesen viviendas con sus ingresos normales, solo pudieron hacerlo con los créditos de los Bancos, partícipes necesarios del sistema.

Si analizamos la Renta Nacional Disponible Neta vemos que ésta se incrementó de 551.333 (millones de euros) en el año 2000 hasta 839.294 (millones de euros) en 2014. Un incremento de 287.961 (millones de euros) que no guarda relación con el incremento feroz del precio de venta, de mercado, de la propiedad (que podemos deducir fácilmente tomando el dato del 40 % que es el dato catastral y llevándolo hasta el 100 % que reflejaría el precio de mercado).

Hay que tener en cuenta que la renta de la propiedad siempre se incrementa en forma mucho más lenta que el valor de mercado de la misma. Lo que el propietario puede obtener como renta está necesariamente relacionado con el poder adquisitivito de los inquilinos, por ejemplo, con los salarios de los trabajadores, en cambio en el precio de mercado es donde se concentra la especulación. Alentados por perspectivas de plusvalías espléndidas y respaldados por los créditos de los Bancos, los compradores se comprometen a precios que llegan al límite máximo de sus posibilidades económicas y los colocan a merced de cualquier contingencia que afecte sus ingresos. Al llegar al punto álgido sobreviene la caída y, simplemente, no pueden pagar sus hipotecas. Llegamos así a lo que unos llaman “recesión” y otros, quizás más correctamente, “depresión”.

Por supuesto, el incremento en el valor de la propiedad es simplemente un incremento en el valor de ciertos bienes (los inmuebles) y no entra en el cálculo del PIB, porque no representa a la producción de ninguna manera. En realidad, la riqueza de un país no aumenta en forma alguna porque se incremente el valor de la propiedad. Lo que aumenta es la riqueza de algunos individuos en detrimento de otros.

Todo esto de que venimos hablando y que pinta el cuadro desolador al que se ha enfrentado España es silenciado por los Partidos Políticos. ¡Ni siquiera la izquierda aclara a sus posibles votantes que el aumento en el valor de la propiedad no implica aumento de la riqueza nacional! Dejan así que los sectores reaccionarios vendan sus mentiras, frente al silencio de los corderos.

Veamos a continuación algunos de los mecanismos de este peculiar “modelo productivo” español.

Pero antes nos parece oportuno hacer una reflexión, basándonos en los datos comparativos sobre la densidad de población y teniendo en mente siempre que España, con 93 habitantes por km2 (6) es un país, comparativamente hablando, poco poblado (según Wikipedia ocupa el lugar 114 a nivel mundial, aunque le da una densidad algo menor: 92 habitantes por km2, que no es significativa).7

Veamos otros países: Singapur tiene 7.713 habitantes por km2; Hong Kong 6.897 habitantes por km2; Corea del Sur 518 habitantes por km2; Holanda 500 habitantes por km2; Israel 380 habitantes por km2; Bélgica 371 habitantes por km2; Alemania 226 habitantes por km2; Suiza 207 habitantes por km2.8

Algunos de los países mencionados están extraordinariamente superpoblados, como Singapur y Hong Kong; otros, mucho menos, pero todos tienen una densidad muy superior a la de España.

Sin embargo, ninguno de esos países tiene problemas de vivienda como los que ha tenido y tiene España. Algunos, como Singapur, han planificado el régimen del suelo desde hace décadas, otros como Corea del Sur dictaron normas extraordinarias para impedir la especulación. Ello indica que en general, sus élites políticas han sabido tomar las medidas necesarias para asegurar el derecho a la vivienda. La comparación con un país de baja densidad como España, en donde millones de españoles no tienen acceso a la vivienda (habiendo alrededor de un millón de viviendas vacías), es alucinante. Indica claramente que los políticos españoles no han hecho nunca nada serio para resolver el problema sino que incluso han tomado medidas que lo han agravado, fomentando la especulación inmobiliaria, que es la verdadera base del “modelo productivo español”. Todos hablan de cambiar ese modelo, pero de la especulación inmobiliaria, que es su base, no hay una sola propuesta seria para acabar con ella.