Diseño de Proyectos Sociales

Gloria Pérez Serrano ha publicado en NARCEA:

Aprender a convivir. El conflicto como oportunidad de crecimiento

El animador. Buenas prácticas de Acción Sociocultural

Elaboración de proyectos sociales. Casos prácticos

Modelos de investigación cualitativa en educación social y animación sociocultural

Pedagogía social, educación social. Construcción científica e intervención práctica

Qué es la animación sociocultural. Epistemología y valores

Diseño de Proyectos Sociales

Aplicaciones prácticas para su planificación, gestión y evaluación

Autora:

Gloria Pérez Serrano

 

 

 

 

 

 

 

Índice general

PRÓLOGO. José Vicente Merino Fernández

INTRODUCCIÓN

I. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

1. Rasgos y síntomas de la sociedad actual

Sociedad desestructurada, no unificada y desocializada. Sociedad líquida y sociedad hipermoderna. Sociedad del miedo, ambivalente y multicultural. Sociedad del individualismo y de la privatización. Sociedad del cambio y la transitoriedad. Sociedad del progreso científico y tecnológico. Sociedad de la globalización, el mercado y el consumo.

2. Planificación

Qué es planificar. Algunas definiciones. Principios generales de la planificación. Fundamentos de la planificación. Características de la planificación. Niveles de planificación. Ventajas e inconvenientes de la planificación.

3. Fases para elaborar un Proyecto

Elementos en la elaboración de un Proyecto. Fases en la Planificación de los Proyectos Sociales. Diagnóstico/análisis de la realidad. Proceso de desarrollo del Proyecto. Evaluación del proceso. Informe.

4. Enfoque del Marco Lógico (EML)

Antecedentes y rasgos del Enfoque del Marco Lógico. Algunas definiciones del EML. Características del EML. Las etapas del EML. El EML paso a paso: un caso práctico.

5. Técnicas de Intervención Social

Técnicas de diagnóstico y análisis de la realidad. Técnicas para la fase de ejecución y seguimiento. Técnicas de evaluación.

BIBLIOGRAFÍA

GLOSARIO

II. APLICACIONES PRÁCTICAS MODELOS DE PROYECTOS DE INTERVENCIÓN

Introducción

1. Proyecto de intervención: «Relaciones Intergeneracionales y de Orientación Profesional en el área de las personas mayores. Diversidad de edades, un mismo espacio». Gema Belchí Romero

Introducción. Marco teórico. Fases en la Planificación del Proyecto. Conclusiones.

2. Proyecto de intervención: «La Educación en Valores Socio-ambientales como estrategia para generar cambios de actitudes en el alumnado de educación primaria». Nerea Mazuecos-Ciarra y Ma Fátima Poza-Vilches

Diagnóstico/análisis de la realidad. Proceso. Evaluación final. Informe. Anexos. Referencias bibliográficas.

3. Proyecto de intervención: «Ojos de la Noche. Prevención y educación en el ocio nocturno juvenil desde la interpretación del patrimonio de la ciudad de Granada». Juan Ardoy, Ma Fátima Poza-Vilches y Pedro Rosellón

Diagnóstico/análisis de la realidad. Proceso. Evaluación final. Informe. Referencias Bibliográficas.

Prólogo

La filosofía popular dice que quien no prevé y planea sus acciones nunca llegará a buen puerto. Desde el marco de esta filosofía, ¿qué aporta la planificación y por lo tanto el diseño de proyectos a la intervención social y socioeducativa? Gloria Pérez Serrano, experta y excelente profesora, investigadora rigurosa y educadora social incasable, actualiza en este libro la teoría y la práctica del diseño de proyectos sociales, ofreciéndonos en el mismo, de manera sistemática elementos teóricos y prácticos para planificar la intervención socioeducativa. El libro es fruto de muchos años de dedicación teórica y práctica, de reflexión crítica y autocrítica, de experimentación y de rigor científico y tecnológico. Es un libro de madurez que da pautas para responder a la pregunta planteada y, al mismo tiempo, estrategias e instrumentos valiosos y útiles, tanto para los expertos profesionales en la planificación de la intervención social y educativa como para los que se inician en ella. Considero que es una obra imprescindible para el diseño de proyectos.

Corren tiempos de crisis, de vertiginosa velocidad en los cambios, de procesos de globalización que configuran una sociedad compleja por su diversidad e interdependencia social, cultural, política, económica y científica; una sociedad versátil, de modas efímeras y baladíes que desaparecen con la misma rapidez con la que aparecieron. Situación de incertidumbre y de vertiginoso cambio que genera, con la ayuda más o menos interesada de los medios de comunicación de masas, una realidad social y cultural confusa, vacilante y débil axiológica y moralmente. En este contexto, es bastante habitual la proliferación de pescadores furtivos y de profetas de ocasión que ofrecen recetas puntuales y pseudomodelos ideológicos, tecnológicos y culturales como panacea a todos los problemas humanos y divinos.

Por fortuna, sigue viva, la reflexión e investigación científica y tecnológica en la búsqueda de modelos teóricos y de acción sin perder el referente humano, social, cultural, axiológico y moral.

Las situaciones de crisis para los científicos y educadores sociales no son callejones sin salida ni oportunismos fugaces, sino realidades vitalmente dinámicas y, por lo tanto, oportunidades para trabajar con más empeño y perseverancia en encontrar caminos, métodos y recursos que ayuden a nivel individual y de grupo a avanzar en la construcción y promoción permanente de sí mismos y de sociedades y culturas más humanas; esto es, sociedades y culturas que estén al servicio del hombre y no a la inversa. En este contexto y dinámica en el que las iniciativas singulares y creativas de emprendimiento adquieren un protagonismo inusual es necesario salir al paso de ciertos tópicos gratuitos, infundados y muy difundidos hoy como modelo de vida.

Un ejemplo de tópico, relacionado con la iniciativa individual o de grupo, es la afirmación de que la creatividad es únicamente una cuestión de destello natural y momentáneo o una inspiración original casual. Afirmación errónea, puesto que el concepto de creatividad es un proceso dinámico en el que confluyen la capacidad y el talento natural con el cultivo y el desarrollo de ambos, mediante la enseñanza-aprendizaje y el entrenamiento. La chispa o la inspiración momentánea e individual no suele ser útil para el logro eficaz y permanente de cualquier objetivo, en ninguna actividad de la vida, mucho menos en la intervención socioeducativa. Planificar las acciones no coarta la creatividad, sino que la aviva e impulsa generando más eficacia y eficiencia. De igual manera el trabajo en grupo no se opone a la aportación de cada miembro sino que la integra y potencia en la acción del grupo mismo. Este libro es un soporte indispensable para esta tarea de aprendizaje y diseño de la acción.

La experiencia por una parte, y numerosos estudios sobre creatividad, por otra, ponen de manifiesto lo equivocado de aquellas opiniones que afirman que la creatividad no se puede enseñar ni aprender y que es solamente algo innato, resultado de la casualidad o fruto de un momento de iluminación o inspiración. Es cierto que la creatividad, como todo aprendizaje, implica capacidad inteligente, pero como cualquier capacidad y habilidad se perfecciona a través del aprendizaje. Creatividad, planificación y enseñanza-aprendizaje no se oponen, se complementan.

Habría que hacer una serie de preguntas a quienes afirman que capacidad se opone a planificación y enseñanza/aprendizaje: ¿A qué se debe esa iluminación? ¿Por qué se ha encendido la chispa? ¿La inspiración ha surgido de la nada o ha sido fruto de un proceso de observación, análisis y reflexión intencional o inintencional? La respuesta la dejo en manos del lector. Mi respuesta ya la he argumentado.

No procede ahora, por razones de espacio y objetivo, incidir más en este tópico que une creatividad a inspiración, a casualidad y a talento natural, al margen de cualquier tipo de enseñanza y aprendizaje. Es cierto que toda acción humana implica una perspectiva singular de aquella persona o grupo de personas que la realizan, e incluso una autoexpresión de su forma de ver la realidad, pero también lo es que esta singularidad es resultado de factores tanto innatos como aprendidos y cultivados. Por lo tanto, cualquier acción humana no se debe a algo misterioso sino a una o varias capacidades y habilidades que cultivamos y desarrollamos a lo largo de la vida. La creatividad no es una excepción.

Otro tópico, muy extendido en el imaginario social, lo constituye la idea de que la ayuda educativa1, en nuestro caso la ayuda a la educación social, es una acción improvisada que no requiere ningún tipo de preparación ni profesionalización en las personas que la activan y desarrollan. Esta manera gratuita de percibir la educación ha sido siempre una idea equivocada y es un tópico alejado de la propia realidad. Tópico que se convierte hoy en un problema serio puesto que la sociedad actual, porque está, entre otros muchos procesos y dinámicas complejas, que la caracterizan, se identifica por el hecho de que las transformaciones sociales se suceden con velocidad de vértigo, además de convertirse en algo permanente.

La educación, que no es un concepto atemporal y acontextual, sino, un proceso humano que se genera y desarrolla en las relaciones hombre-sociedad a lo largo de toda la vida, se ve afectada por esta dinámica de cambio permanente y se hace cada vez más compleja. Por lo tanto la ayuda educativa a individuos y grupos requiere cada vez más una acción planificada y técnica sin dejar de ser una relación humana e interpersonal.

La educación hoy, en nuestro caso la denominada educación social, como expresión al uso para resaltar la dimensión social de la educación, no puede quedar al margen de las necesidades educativas que las veloces y permanentes transformaciones sociales generan. Por tanto, sin olvidar los retos educativos tradicionales que permanecen vigentes, adquiere nuevos desafíos a los que ha de responder si quiere seguir siendo una ayuda eficiente y eficaz. Sin pretensión de exhaustividad, permítaseme subrayar algunos de ellos:

1. Recuperar la calle y otras instituciones y espacios no estrictamente escolares como escenarios educativos.

2. Entender la educación como un proceso activo y único de la persona que se educa al tiempo que como proceso permanente y dinámico de ayuda a lo largo de la vida, donde el protagonista es el propio educando.

3. Generar en los individuos y grupos, esperanza y confianza en sí mismos, en la sociedad y en su capacidad para mejorarla a pesar de las dificultades y situaciones de incertidumbre, marginación, exclusión, etc.

4. Valorar los numerosos modelos positivos de personas e instituciones existentes en la historia y también hoy, como modelos a imitar, frente a la pseudopercepción de que todo es negativo en la sociedad actual.

5. Dinamizar y gestionar procesos de cambio social y cultural con valor educativo para fomentar el entendimiento entre personas y grupos sociales diversos en el esfuerzo por construir una sociedad en el marco de la diversidad.

6. Transformar la red social online, sea cual fuere su extensión, en un complemento que apoye los procesos educativo-sociales.

7. Ayudar a prevenir, contrarrestar y, en su caso, reconducir las dependencias de cualquier tipo, no solo de la drogadicción.

8. Ayudar en los problemas de inclusión cultural y social que diferentes situaciones de multiculturalidad y de dificultad social pudieran generar.

9. Crear realidades y procesos de relación y educación alternativa que complementen y perfeccionen o, en su caso, substituyan a las establecidas formalmente.

Ante la pluralidad y complejidad de estos y otros retos socioeducativos resulta comprensible que la intervención socioeducativa haya adquirido en las últimas décadas un gran impulso. Prever las necesidades, anticipar y organizar las acciones y los recursos para responder con eficacia a las mismas, no es otra cosa que planificar. Planificar es realizar una anticipación y organización de las acciones y recursos con doble fin: qué programas, proyectos y acciones socioeducativas respondan de hecho a las necesidades que dicen responder; y qué programas, proyectos y acciones socioeducativas sean más eficaces y eficientes en el logro de los objetivos.

La planificación de la intervención social y educativa adquiere determinadas características de complejidad no presentes en otros ámbitos. Entre otras, considero obligatorio subrayar que uno de los objetivos constitutivos de la naturaleza de la intervención social y socioeducativa es que las personas, grupos y comunidades sean los protagonistas activos en los propios procesos sociales, educativos, políticos y culturales que les afectan. Recordemos la animación cultural y comunitaria, como ejemplo de ello.

Termino como empecé. ¿Podemos dejar la intervención social y socioeducativa al azar de la improvisación o se requiere una planificación seria en programas y proyectos rigurosamente diseñados?

El libro de la profesora Gloria Pérez Serrano, trabajo de madurez intelectual y de madurez experiencial, constituye un instrumento teórico y práctico de gran valor y utilidad para profesionales y principiantes en el diseño de proyectos. Para los expertos por el rigor, la profundidad y síntesis, son características maestras que nos ofrece; para los que se inician porque ha sabido armonizar la profundidad teórica y el rigor tecnológico, con la sencillez en el uso de lenguaje, haciendo que parezca fácil una tarea compleja y a veces difícil. Resumiendo, podemos afirmar que es una guía de buenas prácticas tanto en el ámbito teórico como en el quehacer práctico de planificar. Es una obra maestra de learning by doing.

Animo a seguir avanzando en el gran trecho de camino que este libro ha recorrido ya. La planificación, y más aún la planificación socioeducativa, no es un edificio, un programa cerrado o una caja lacrada e inalterable, sino, como subraya la autora, un proceso permanente y dinámico de diagnóstico, previsión, proyección, organización y evaluación que responde tanto a los problemas y situaciones reales como a las dinámicas de las mismas. Asimismo, es un diseño y organización de las acciones y recursos necesarios para afrontar dichas situaciones, necesidades y problemas con el fin de mejorarlas, potenciar lo positivo o cambiar aquello que fuera necesario. Por lo tanto, ha de planificarse para el presente y para el futuro, sin despreciar las enseñanzas y conclusiones del pasado.

José V. MERINO FERNÁNDEZ
Catedrático
Universidad Complutense de Madrid
Mayo de 2015


1 Obsérvese que digo «ayuda educativa» y no educación, porque la educación es un proceso personal que realiza la persona que se educa. Lo demás (información, instrucción, enseñanza, orientación, etc.) es ayuda externa para que dicho proceso sea realmente educación y no otra cosa. En el concepto actual de educación suelen integrase ambos procesos.

Introducción

Este libro va destinado a las organizaciones y agentes sociales, a los investigadores y educadores preocupados por este campo de conocimiento. Tiene un carácter didáctico y, su propósito, es divulgar el trabajo que hemos ido reelaborando en nuestra práctica cotidiana, en la formación de agentes sociales.

Partimos de la base de que todas nuestras tareas son educativas, en cuanto que presuponen una mejora del sujeto que las realiza. Por ello, la sistematización de los proyectos, que aquí presentamos, nos ha permitido extraer lecciones concretas, aprendidas de la práctica, en los más diversos ámbitos del trabajo socioeducativo. Mediante esta obra se pretende estimular, motivar y elevar el nivel de conciencia profesional, para favorecer el rigor en la intervención práctica de los agentes sociales. Dado que esta obra se dirige a los profesionales de la intervención social, hemos considerado que era preciso ofrecer una reflexión teórica que ayude a fundamentar el trabajo práctico de planificación.

Se han elaborado cinco capítulos, diferentes y complementarios, que abordan desde distintas ópticas el proceso de planificación. Todos ellos, constituyen un entramado lógico que se va entrelazando con el fin de asegurar, de modo coherente, el proceso de planificación. Por razones didácticas se presenta el proceso desde una perspectiva lineal. Sin embargo, los diferentes pasos se muestran entrelazados, también, desde una perspectiva cíclica e interactiva, con una retroalimentación constante.

Estos capítulos se complementan con una Bibliografía de ampliación para todas las personas interesadas en obtener una mayor información sobre algunos de los puntos que aborda este libro.

Incluye, además, un Glosario con los vocablos específicos que aparecen en el texto. La definición de los distintos términos tiene por objeto facilitar al lector el sentido preciso de cada uno de ellos. Se ha tenido en cuenta la perspectiva general del concepto y el significado que se le ha dado en este estudio.

En el libro se incluyen además proyectos realizados por profesionales de la intervención social en diferentes ámbitos. Tienen como objetivo ofrecer una secuencia estructurada que sirva de referencia y modelo para la planificación de otros proyectos sociales.

Este estudio comienza ofreciendo una breve fisonomía de los Rasgos y síntomas de la sociedad actual. Es así como se titula el primero de los capítulos de este libro. Ofrece una mirada poliédrica que nos acerca a un escenario más completo del horizonte que buscamos. Tiene como objetivo tomar conciencia de las características que definen esta sociedad, para analizarla y poder interpretarla mejor. Este hecho nos ayudará a realizar y comprender la primera fase de la planificación, el análisis de la realidad y su diagnóstico, imprescindible en cualquier proyecto social. Este requisito contribuirá a fundamentar mejor el proyecto al tener en cuenta el contexto en el que se va a desarrollar.

Las fuentes consultadas nos han ofrecido un horizonte amplio y complejo. Se ha denominado a la sociedad como globalizada, desestructurada, desocializada, dividida, desbocada, líquida, tecnológica... Esta pluralidad de denominaciones y disonancias nos permite afirmar que los científicos sociales, filósofos y economistas, sitúan a la sociedad de hoy en un paradigma de cambio, de lo social a lo cultural, del fundamentalismo de los mercados a la cohesión social., con las implicaciones que esto comporta. Somos conscientes que la observación de la realidad nunca es total porque no es posible captarla desde todos los prismas.

Los capítulos segundo y tercero constituyen el cuerpo central de este trabajo. El capítulo segundo se dedica al estudio de la Planificación, desde una perspectiva global. Como su nombre indica, la planificación presupone un plan, un conjunto de acciones coherentes que procuran modificar una situación problema.

Toda acción social necesita ser planificada. La planificación implica saber dónde estoy o de dónde parto, con qué recursos cuento y qué procedimientos voy a utilizar para llegar a la consecución de unas metas, mediante la realización de unas actividades que desarrollen los objetivos programados a corto, medio y largo plazo. Para realizar una buena planificación hay que partir de un concepto claro de la misma, conocer los principios generales en que se sustenta, las bases o fundamentos, los diferentes niveles en que se puede realizar la planificación y el alcance de los mismos. Las características que ha de reunir la planificación, los distintos niveles en los que se puede ejecutar, así como las ventajas e inconvenientes que presenta toda planificación son aspectos que configuran también este segundo capítulo.

En el capítulo tercero se pretende responder a las preguntas: qué se entiende por proyecto social, hacia dónde se orienta y qué implica. De ahí su título, Fases para elaborar un Proyecto.

La elaboración de proyectos conlleva sistematizar, construir una estructura para lograr una ordenación de las actividades y tareas. Esto exige jerarquizar y articular una serie de ideas, hechos y recursos, aparentemente dispersos para poderlos interrelacionar mejor. Implica, además, la reflexión autocrítica que nos ayude a enlazar las acciones con el fin de lograr originalidad y creatividad en el diseño del proyecto.

Este tercer capítulo, eje central de la obra, es el más extenso dado que presenta todo el proceso de planificación que un proyecto requiere: diagnóstico y análisis de la realidad; proceso de desarrollo del proyecto; evaluación e informe. Estas fases articulan todo el desarrollo del proceso, por lo que el lector, al finalizar el capítulo estará en condiciones de diseñar un buen proyecto de intervención.

El capítulo cuarto titulado Enfoque del Marco Lógico (EML) ofrece una herramienta de alguna manera novedosa que se suele utilizar en los Proyectos de Cooperación Internacional, para articular y sistematizar las diferentes fases del proyecto. Las Agencias de Cooperación Internacional han demostrado que es una herramienta de gestión eficaz que facilita la planificación, ejecución y evaluación de un proyecto a los profesionales que realizan acciones de intervención socioeducativa. Es una manera de estructurar los principales elementos de un proyecto, convencidos de que la mejor forma de conocerlo en profundidad es llevándolo a la práctica y aprendiendo a utilizarlo adecuadamente de manera habitual.

El propósito de este capítulo es dar a conocer esta metodología entre los agentes sociales por las ventajas que aporta para la planificación, gestión y evaluación de proyectos. En él se inserta un proyecto realizado con la metodología del «Marco Lógico, paso a paso», con el fin de facilitar a los agentes sociales un modelo tipo, concreto, que les sirva de referencia.

No podía faltar, en esta obra, un capítulo, el quinto, dedicado a las Técnicas de Intervención. Tiene como objetivo ofrecer a los profesionales, herramientas, medios y recursos para trabajar en todas las fases del proyecto. Estas técnicas se han estructurado en torno a tres ejes: análisis de la realidad y diagnóstico, proceso de ejecución y desarrollo y técnicas de evaluación. Se presentan para cada uno de estos apartados un elenco de instrumentos y técnicas consideradas como las más frecuentes. De entre todas ellas, se han seleccionado algunas para explicitar, más ampliamente, su finalidad, contenido, metodología y algunas sugerencias prácticas con el fin de propiciar un buen uso de las mismas.

En la segunda parte del libro, se presentan tres Proyectos prácticos realizados en diferentes contextos.

El primer Proyecto1 titulado: «Relaciones intergeneracionales y de orientación profesional en el área de las personas mayores. Diversidad de edades, un mismo espacio», tiene por finalidad desmontar los estereotipos existentes entre mayores y jóvenes, estimulando el contacto intergeneracional, la solidaridad y el apoyo social; el reconocimiento de los valores de cada grupo de edad y su contribución a la sociedad, promoviendo actitudes positivas y haciendo que participen desde el principio en esta iniciativa, prestando atención especial a sus inquietudes y opiniones. El proyecto tuvo como base el modelo de aprender haciendo, situando a los jóvenes y a los mayores en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje, convirtiéndolos en protagonistas activos de su propio proceso. Mediante este proyecto se ha conseguido que las personas mayores vayan adquiriendo más representación social, mejoren sus condiciones y calidad de vida y se vayan alejando de los tan tradicionales y falsos estereotipos. También se ha podido apreciar la importancia de las relaciones intergeneracionales, que contribuyen al fomento del envejecimiento activo y potencian la solidaridad intergeneracional.

El segundo Proyecto2 titulado: La Educación en valores socioambientales como estrategia para generar cambios de actitudes en el alumnado de Educación Primaria, tiene por objetivo comprender el trabajo en valores socioambientales realizado en un Aula de Naturaleza. Así mismo, intenta analizar las percepciones del alumnado y de los profesionales implicados, y reflexiona sobre qué acciones y propuestas de intervención son las más idóneas para generar un cambio de valores pro-ambientales. También persigue el fomento de la igualdad de género y el desarrollo de actitudes de convivencia.

Con su desarrollo se ha comprobado que existe una percepción muy positiva por parte del equipo pedagógico del Aula de Naturaleza y del profesorado sobre la labor referente a educación en valores. Entre los logros del proyecto se destaca el cambio y mejora en las actitudes ante el medio ambiente, ante el reconocimiento de la diversidad cultural y la igualdad de género. Los profesores perciben que uno de los valores más trabajados en el equipamiento ambiental es el de la convivencia. Se ha constatado que la educación en valores socioambientales es una herramienta imprescindible para generar cambios duraderos de actitudes en los participantes.

El tercer Proyecto titulado. «Ojos de la Noche». Prevención y educación en el ocio nocturno juvenil desde la interpretación del patrimonio de la ciudad de Granada, tiene por finalidad detectar las necesidades de ocio nocturno juvenil con el propósito de establecer estrategias de intervención basadas en una filosofía de ocio formativo y saludable, desde una temática muy concreta como es el desarrollo de itinerarios interpretativos por la ciudad en el tiempo libre.

Es una actuación centrada en la interpretación del patrimonio como alternativa al ocio nocturno juvenil para el disfrute y la diversión desde fórmulas diferentes al botellón. Se plantea el conocimiento de la ciudad desde una visión nocturna a través de itinerarios patrimoniales como una forma de esparcimiento juvenil distinta. Está planificado desde una perspectiva de trabajo interdisciplinar y transversal, comunitario y en coordinación con otras áreas municipales y otros organismos y colectivos que hacen de este plan, un plan integral de trabajo del ocio nocturno juvenil en Granada. Las actividades que se ofertan son acciones gratuitas, recreativas y atractivas para este colectivo. Gestionado por la Asociación IDEA. Utiliza como estrategias el análisis documental, los cuestionarios y el cuaderno del Monitor. Mediante este proyecto se ha potenciado un proceso de concienciación, educación preventiva y participación comunitaria para hacer de la población juvenil granadina, una población sana y saludable.

Finalmente, confiamos y esperamos que esta obra aporte luz a los educadores, agentes sociales y planificadores de la educación lograr una mejor conexión de la teoría con la práctica, que contribuya a la transformación de la sociedad y de los sujetos que en ella viven.


1 Este proyecto se desarrolló en el Centro Social de Personas Mayores de Alcantarilla (Murcia). Participaron voluntarios del Centro Social de Personas Mayores de Alcantarilla, del IMAS, y los alumnos de cuarto de Educación Secundaria de los I.E.S: Sanje, Samaniego y Sagrado Corazón del mismo municipio. Constituyendo de esta forma una experiencia valiosa para ambas generaciones y propiciando no sólo un encuentro sino un vínculo entre las mismas.

2 El proyecto se desarrolló en el Aula de Naturaleza Ermita Vieja, gestionada por el Centro de Innovación Educativa Huerto Alegre, Granada.

I Fundamentos teóricos

1. Rasgos y síntomas de la sociedad actual

En este capítulo se dibuja una breve fisonomía de los rasgos que caracterizan a la sociedad actual. A partir de los hallazgos obtenidos de autores destacados: Giddens (2002), Castells (2002), Stiglitz (2002), Bauman (2012), Tourain (2005), Sloterdijk (2005) Tezanos (2009), Pigem (2009), Rifkin (2011), Shiller (2012), Krugman (2012), se analizan algunos síntomas que perfilan el devenir de la sociedad. Siempre es difícil, en los estados cambiantes, captar un momento de la realidad, a modo de foto instantánea, que nos permita describir la dialéctica del cambio que transita de un estado conocido a otro desconocido. No obstante, consideramos necesario tomar conciencia de los rasgos que definen esta sociedad para analizarla y poder interpretarla mejor.

Las fuentes consultadas nos han ofrecido un horizonte amplio y complejo. Se ha denominado a la sociedad como globalizada, desestructurada, desocializada, dividida, desbocada, líquida, tecnológica. Esta pluralidad de denominaciones y disonancias nos permite afirmar que los científicos sociales, filósofos y economistas, sitúan a la sociedad de hoy en un paradigma de cambio de lo social a lo cultural, del fundamentalismo de los mercados a la cohesión social, etc., con las implicaciones que todo ello comporta.

La observación de la realidad nunca es total porque no es posible captarla desde todos los prismas. Es importante, no obstante, una mirada poliédrica que nos dará como resultado un escenario más completo del horizonte que buscamos. Intentaremos, al menos, aportar algo de claridad para una lectura más atenta de la sociedad.

Estamos en condiciones de afirmar que nos hallamos ante una diversidad de cosmovisiones por lo que resulta complicado estructurar, en una breve síntesis, todas las aportaciones, tan ricas como complejas. Por ello, intentaremos crear algunas categorías de análisis en orden a facilitar una mejor interpretación del momento que vivimos.

Sociedad desestructurada, no unificada y desocializada

Para Alain Touraine (2002: 19) existe una sociedad de la información y un mundo tecnológico como un nuevo tipo de fuerzas productivas, pero que no tienen el efecto determinante sobre el conjunto de la sociedad. No determinan ni la organización de la sociedad, ni las formas de poder, ni las ideologías dominantes. Sólo se basan en sí mismas, no dependen de ningún poder.

Son instrumentos muy flexibles y poderosos capaces de abarcar todos los campos de la organización social. Sin embargo, las poderosas tecnologías de la información no crean, por sí mismas, un tipo de sociedad, de vida cultural o política pero pueden adaptarse a todas las situaciones sociales y políticas. Existe una contradicción entre el poder de las tecnologías y su ausencia en la dominación social. Touraine (2002) defiende, en este punto, una sociedad no unificada (des-estructurada y des-socializada) en tanto que las poderosas tecnologías de la información no están determinadas ni por la política, ni la religión u otro tipo de propiedad; están separadas de los valores sociales y no crean, por lo tanto, un tipo de sociedad (comunidad), de vida cultural (grupos con un tipo de cultura) o política (con un tipo de ideología). Si en el conjunto social encontramos que tiene todavía una unidad, ésta no se debe al uso de las tecnologías. ¿Crean las tecnologías nuevos valores, nuevas «representaciones» de la sociedad y de la acción personal? La consecuencia más directa, de lo que Touraine denomina ruptura, es la desaparición de las referencias a unos valores. Producimos cada día más, consumimos más y más, pero no sabemos ni por qué, ni cómo. Las nuevas tecnologías se burlan del tiempo y del espacio, atraviesan estados y empresas, resulta difícil evaluar lo que se puede considerar una revolución sin examinar la repercusión en los sujetos de la vida social.

Es igualmente importante analizar los elementos nuevos y nacientes, dirá Anthony Giddens (2002). El mundo al que avanzamos es nuevo, inexplorado y desconcertante para nosotros, pero la fuerza de la historia y las convicciones personales siguen siendo muy fuertes. Es necesario, dirá este autor, pensar dialécticamente para captar y comprender el mundo contemporáneo, que se parece a un «mundo desbocado». Giddens reconoce grandes fuentes de cambio en el mundo: la repercusión de vivir en un mundo más global, el cambio tecnológico, la individualización, la transformación de la identidad, la cuestión de la igualdad. Cambios todos ellos incisivos que conllevan consecuencias diversas de distinto signo.

Ambos autores, entienden e interpretan el sentido profundo de las grandes transformaciones de nuestra época, ofrecen una reflexión continua y enriquecedora acerca de los problemas derivados de una convivencia necesaria por encima de las diferencias humanas.

Sociedad líquida y sociedad hipermoderna

Bauman (2012) entiende la sociedad líquida como una figura del cambio y de la transitoriedad. La metáfora de la liquidez —propuesta por Bauman— intenta dar cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad individualista y privatizada, marcada por el carácter transitorio y volátil de sus relaciones: «Los líquidos, a diferencia de los sólidos no conservan fácilmente su forma (...) los líquidos son informes y se transforman constantemente, fluyen (...)». Para Bauman «la fluidez o la liquidez son metáforas adecuadas para aprender (...) la historia de la modernidad». (Bauman, 2012: 8). Este autor, se limita a describir nuestras contradicciones, las tensiones no sólo sociales sino también existenciales que se generan cuando los humanos nos relacionamos.

La modernidad líquida es un tiempo sin certezas, donde los hombres que lucharon durante la Ilustración por poder obtener libertades civiles y deshacerse de la tradición, se encuentran ahora con la obligación de ser libres, asumiendo los miedos y angustias existenciales que tal libertad comporta; la cultura laboral de la flexibilidad arruina la previsión de futuro.

Para Lipovetsky (2006), lo posmoderno ha llegado a su fin. Hemos llegado a la era hipermoderna y se caracteriza por el hiperconsumo y el individuo hipermoderno. No vivimos el fin de la modernidad —nos dice el autor—, por el contrario, estamos en la era de la exacerbación de la modernidad, de una modernidad elevada a una potencia superlativa. Estamos en una era «híper: hipercapitalista, de hiperpotencias, hiperterrorismo, hipervacaciones, hiperin-dividualismos, hipermercados (...)» (Lipovetsky, 2006, citado por Vásquez Rocca (2008: 122). De modo que lo que nos tiene que preocupar es la —fra-gilización de los individuos—. El individuo hipermoderno es libre, pero frágil y vulnerable. Disfruta de su individualismo hedonista y bulímico, pero vive angustiado por la ausencia de referencias.

Para ambos autores, Bauman y Lipovetsky, la incertidumbre en que vivimos se corresponde con transformaciones como el debilitamiento de los sistemas de seguridad que protegían al individuo y la renuncia a la planificación de largo plazo: el olvido y el desarraigo afectivo se presentan como condición del éxito. Esta nueva (in)sensibilidad exige a los individuos flexibilidad, fragmentación y compartimentación de intereses y afectos, se debe estar siempre bien dispuesto a cambiar de tácticas, a abandonar compromisos y lealtades. (Vásquez Rocca, 2008).

Sociedad del miedo, ambivalente y multicultural

Nos hemos convertido en ciudadanos que anhelan la seguridad por lo que intentamos normalizar el estado de emergencia firmando toda clase de seguros que nos den garantía frente a la incertidumbre que persiste en el tiempo. Vivimos en casas que se han convertido en bunkers y el temor al extraño se hace cada día más evidente. El otro, calificado como extraño, por desconocido, es portador de incertidumbre, de peligro potencial. Los extraños irritan, desagradan y desconciertan. Bauman (2012) describe cómo la sociedad es ambivalente con estos elementos extraños en su seno, ya que por un lado los acoge y admite cierto grado de extrañeza, de diferencia en los modos y pautas de comportamiento, pero por dentro, subyace el temor a los personajes marginales, no totalmente adaptados, que viven al margen de las normas comunes.

El miedo no identificado es más temible cuando es difuso, indeterminado, poco claro, extraño, no se puede preveer. Cuando nos ronda, sin ton ni son, y no somos capaces de captarlo, nos impide reaccionar adecuadamente a tiempo. Este es el miedo líquido al que se referirá Bauman (2012). Miedo es el nombre que damos a nuestra incertidumbre, construida sobre nuestra ignorancia con respecto a la amenaza y a lo que no se puede hacer para detenerla y combatirla. Los temores son muchos y variados, reales e imaginarios., un ataque terrorista, las plagas, la violencia, el desempleo, los terremotos, el hambre, las enfermedades, los accidentes, el otro. Gentes de muy diferentes clases sociales, sexo y edades, se sienten atrapados por sus miedos, personales, individuales e intransferibles, pero también existen otros globales que nos afectan a todos, como el miedo al miedo (Vásquez Rocca, 2008).

Sociedad del individualismo y de la privatización

Este rasgo, según Zygmunt Bauman (2003) marca nuestras relaciones y las torna, precarias, transitorias y volátiles. Ha cobrado especial valor lo privado; el individualismo se incrementa, se hace reducto personal y nicho de intimidad (propiedad privada, domicilio privado, pieza y utensilios privados). Preferimos formas de vida en solitario. Estas formas están alterando los modos de convivencia y al mismo tiempo creando enclaustramiento, que se ve reforzado por el uso de la tecnología digital con sus posibilidades telemáticas. El uso generalizado de los ordenadores, tablets, móviles, etc., en los hogares, incide fuertemente y favorece el enclaustramiento en nichos personales y en bunkers del entretenimiento.

El sujeto disfruta de una hiperconectividad que traspasa fronteras estableciendo comunicación con individuos alejados en el espacio y en el tiempo. Sin embargo, se hace incapaz de relacionarse con los más cercanos. Se limitan los lazos afectivos familiares, se fragmenta los espacios de relación cotidiana, la complejidad del ser humano se disgrega en el contacto instrumental rehuyendo el cara a cara. Esta relación de alteridad es una relación fundante de la afectividad y se expresa a través del rostro que me mira y me reclama. Es el principio de la conciencia emotiva ya que la identidad sólo puede constituirse a través de la mirada del otro. Frente a ella nos volvemos vulnerables y comprensibles, somos traspasados. El ser humano sólo puede comprenderse a sí mismo a través de una red compleja de relaciones, constituidas por miradas que se entrecruzan en un contexto de signos identitarios como la fisonomía del rostro, el acento de la voz, el gesto facial, etc.

Navegar en solitario por la red es un solipsismo, que se convierte en un gesto autista que va buscando contactos humanos que suplan la carencia de los encuentros personales, a la vez que se resguarda de ellos (Vásquez Rocca, 2008).

Sociedad del cambio y la transitoriedad

La modernidad líquida, como figura de la transitoriedad, de la desregulación y liberación de los mercados, da cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad individualizada y privatizada, marcada por el carácter transitorio y volátil de las relaciones. La complejidad del ser humano se disgrega en un contacto instrumental que rehuye la franquicia de el cara a cara. A diferencia de las relaciones de pareja se impone el descompromiso y el solipsismo. Bauman (2003) en su análisis de las relaciones humanas en la sociedad globalizada, profundiza en las paradojas del eros contemporáneo, siempre temeroso de establecer lazos fuertes. La angustia ambivalente del querer vivir juntos y separados es lo que constituye la actual condición humana, la del sexo sin compromiso. Surfeamos en las olas de una sociedad líquida siempre cambiante, incierta y cada vez más imprevisible. Es la decadencia del estado del bienestar.

Sociedad del progreso científico y tecnológico

Entre los hitos que jalonan el progreso científico y tecnológico se pueden mencionar: la conquista del espacio, los avances científicos y tecnológicos (en química, biología, medicina, física, robótica, informática y otras áreas de conocimiento), la ruptura de las barreras geográficas y culturales, el nivel de bienestar alcanzado en occidente, el reconocimiento progresivo de los derechos humanos. Estos avances nos han llevado a pensar que el progreso puede ser ilimitado (Revista de Educación y Futuro, 2014).

Hay científicos que han puesto en cuestión la fe en el progreso y la ambigüedad de sus metas, sus principios básicos y la idea misma de progreso. La creencia en el ser humano, como el individuo que puede alcanzar una perfección ilimitada, su universalidad y su carácter acumulativo, puede dar lugar a que pierda la conciencia de la dignidad humana. Entonces, se nubla el horizonte y la legitimidad del mismo progreso, convirtiendo a éste ser en un instrumento de la ciencia y de la técnica.

Sociedad de la globalización, el mercado y el consumo

La globalización, emblema de nuestro tiempo, ha traído grandes beneficios, pero está siendo desafiada (movimientos anti-globalización) debido a la gran fractura social entre los que tienen cada vez más y los que no tienen nada, entre los expertos y las masas ignorantes. El caso es que ya no podemos prescindir de ella; ha venido para quedarse (Revista de Educación y Futuro, 2014).

En esta misma línea, para Lipovetsky (2006) el desarrollo de la «globalización» es inseparable del triunfo de la «sociedad de mercado» y ha producido en estos años nuevas formas de pobreza, marginación y un considerable aumento de los temores e inquietudes a los que nos enfrentamos los ciudadanos. La aplicación rígida de la ley de los mercados está legitimando la riqueza y el poder como valores supremos. Estos valores se basan exclusivamente en la producción y el consumo. Como consecuencia ha dado lugar a un ciudadano consumidor-impulsivo, como condición necesaria para mantener el statu quo.

La gestión de las finanzas no sólo se ha de entender como la manipulación del dinero o la gestión del riesgo, sino como la administración de todos los activos de la sociedad al servicio de la misma. Para Shiller (2012) la democratización social va de la mano de la humanización y «requiere una mejora en la naturaleza y en el abasto de la participación en el sistema financiero, incluyendo la conciencia de información fundamental sobre el funcionamiento del sistema» (Revista Educación y Futuro, 2014).

Lipovetsky (2008: 34), gran estudioso del tema, afirma que el hiperconsumo ha modificado nuestra vida más que todas las filosofías del siglo XX juntas. Resalta la dictadura de las marcas low cost y que la escuela es el centro de la decepción. «Hoy todo o casi todo se juzga con esquemas que son los del consumo: relación calidad/precio, satisfacción/desagrado, competición/arrinconamiento. Y la verdad es que nada de esto nos hace más felices». (Lipo-vetsky, 2008: 13-14). Educar ciudadanos críticos, responsables de su consumo, es todo un reto para la educación. El problema es que la rebeldía y el espíritu de crítica de los jóvenes están siendo absorbidos por la cultura consumista (González-Anleo, 2013).

Como reflexión final se quiere subrayar que vivimos en una sociedad que ha entrado en crisis al cuestionar el economicismo, como la visión del mundo que considera la economía como elemento clave de la sociedad y el bienestar material como autorrealización humana. Ahora bien, la crisis no es sólo económica sino sistémica, dado que afecta a todas la esferas de la sociedad. Sin embargo, la crisis actual también puede ofrecer oportunidades. Nuestra crisis global, nos dirá J. Pigem (2009), es una oportunidad de sanar un sistema obsoleto, cuyas patologías hasta ahora, habían quedado enmascaradas por la bonanza económica y los espejismos del consumo. La mayoría cree que lo único que realmente existe es la materia tangible, inerte y cuantificable, lo normal es llevar una existencia carente de sentido, cuyo principal indicador es la dolorosa experiencia de sentir un profundo vacío interior. La sociedad recurre a la acumulación de dinero y posesiones, que terminan por convertirse en drogas que requieren cada vez dosis mayores.

La crisis, cuando es buena, según Pigem, lleva a la sanación, muestra con realismo dónde estamos y cómo hemos llegado hasta aquí. Presenta una alternativa realista, inteligente y audaz para guiarnos hacia una sociedad más sana, sabia y ecológica y hacia un mundo más lleno de sentido. Una buena crisis nos conducirá a una cultura transmoderna, en que la economía se integre en los ciclos naturales y esté al servicio de las personas y de la sociedad.

2. Planificación

Este capítulo se dedica al estudio de la planificación de intervenciones socioeducativas. Al finalizar el mismo, el lector estará en condiciones de expresar:

Qué es la planificación y describir cuáles son sus ventajas.

Conocer los distintos tipos de planificación y lo que nos permiten conseguir.

Distinguir las diferentes fases de la planificación.

Saber aplicar los conocimientos adquiridos.

Qué es planificar

Planificar es prever, anticipar la acción, saber dónde se quiere ir, proyectar hacia delante. Exige, optar entre diversas posibilidades y establecer prioridades. La planificación nunca ha de ser estática o definitiva, sino dinámica. Al pretender cambios sociales, se debe tener en cuenta, que todo cambio es un proceso y no un producto y que se va desarrollando en el tiempo.

Toda acción social necesita ser planificada. La planificación implica saber dónde estoy o de dónde parto, con qué recursos cuento y qué procedimientos voy a utilizar para llegar a la consecución de unas metas, mediante la realización de unas actividades que desarrollen los objetivos programados a corto, medio y largo plazo.

Planificar es elaborar un plan general, metódicamente organizado y frecuentemente de gran amplitud, para obtener un objetivo determinado. Estos planes deberán ser fundamentados, definidos, orientados, evaluados y controlados. Toda planificación debe ser permanente y sus acciones deben interpretar la realidad para mejorarla. Como la misma palabra indica, la planificación presupone un plan, un conjunto de acciones coherentes que procuran modificar una situación o problema. A continuación proponemos algunas definiciones.

Según Kaufman
(1980: 17)

La planificación se ocupa solamente de determinar qué debe hacerse, a fin de que posteriormente puedan tomarse decisiones prácticas para su implantación. La planificación es un proceso para determinar adónde ir y establecer los requisitos para llegar a ese punto de la manera más eficaz y eficiente posible.

Para AnderEgg
(1989: 14)

La acción de planificar consiste en utilizar un conjunto de procedimientos mediante los cuales se introduce una mayor racionalidad y organización de unas acciones y actividades previstas de antemano, con las que se pretende alcanzar determinados objetivos, habida cuenta de la limitación de los recursos.

Para Diez y Rivas
(2002: 21)

Es el proceso de determinar objetivos y definir la mejor manera de alcanzarlos.

Para Fantova
(2005: 3)

Es el proceso mediante el cual, partiendo de unos determinados antecedentes (...) se toman decisiones que permiten establecer tanto los objetivos que se desean alcanzar como la manera de lograrlos.

Para Navajo
(2009: 21)

La planificación nos sirve para analizar una situación, decidir en qué dirección queremos transformarla y utilizar eficazmente los recursos escasos, seleccionando entre determinadas alternativas cuál es la más adecuada.

En síntesis, afirmamos que planificar es trazar los planos para la ejecución de una obra, hacer un plan o proyecto de una acción. La planificación pretende: