La programación neurolingüística, también conocida como PNL, es un conjunto de técnicas diseñadas para producir un cambio permanente en las personas, identificando las estrategias internas que utilizan las personas de éxito, con el fin de facilitar un cambio evolutivo y positivo.
La PNL utiliza patrones universales de comunicación para intervenir en procesos tales como el aprendizaje, la superación del estrés, la gestión de conflictos o la superación de fobias. Su origen tiene lugar tras las investigaciones de los que se consideran padres de la PNL, Richard Bandler y John Grinder, que en 1976 se dedicaron a investigar los procesos que hacen que transmitamos nuestra representación del mundo a través del lenguaje.
El término programación neurolingüistica deriva de la idea que la mente es programable debido a nuestra facultad de elegir los pensamientos necesarios para obtener los resultados necesarios, y que mediante el lenguaje y otros sistemas no verbales de comunicación se pueden ordenar los pensamientos para comunicarse con el exterior.
La PNL es una herramienta para transformar las situaciones vitales que marcaron la identidad de una persona durante la infancia o la adolescencia y así poder cambiar la vida futura.
Este libro es una excelente oportunidad para ponerse al día con todo aquello que significa la programación neurolingüística y una guía práctica para llevar a la práctica una serie de ejercicios que le servirán para (re)conocerse y poder cambiar así modelos de conducta mental y emocional por otros que le darán una mayor armonía y equilibrio.
La programación neurolingüística puede entenderse como un conjunto de modelos y técnicas que ofrecen un amplio espectro de vías para la comunicación intra e interpersonal con el propósito de influir de manera positiva en los procesos de aprendizaje.
Dicho de otro modo, la PNL es un modelo de comunicación entre los comportamientos exitosos y las experiencias subjetivas, un sistema que educa a las personas en la autoconciencia y la comunicación efectiva con el fin de que puedan cambiar sus modelos de conducta mental y emocional.
La PNL es una poderosa arma para realizar cambios en la vida, ya que gracias a este método cualquier persona puede desarrollar todas y cada una de las capacidades ocultas. Este extraordinario método puede lograr cambios personales importantes en un lapso de tiempo bastante breve. Esta técnica de desarrollo personal no recurre a concepciones filosóficas, religiosas o espirituales sino que los resultados los obtiene de una forma práctica y concreta. Su eficacia se debe al propio espíritu humano, que es capaz de transformar cualquier mecanismo por complicado que este sea.
Al explorar el funcionamiento del espíritu humano, nuestros deseos, nuestras acciones, nuestros miedos y nuestras ilusiones cobran un sentido. Cuando tenemos sentimientos positivos, estamos más relajados y nuestro equilibrio físico y emocional es mucho mayor.
La PNL nace con el trabajo conjunto que realizó el lingüista John Grinder con el matemático y terapeuta de la Gestalt Richard Bandler. El propósito de ambos era identificar modelos explícitos de excelencia humana.
En 1975 publican su libro La estructura de la magia en dos volúmenes, que constituyen la base de lo que más tarde se conocerá como programación neurolingüista. En este libro ambos se centran en identificar los patrones verbales y conductuales particulares de algunos exitosos terapeutas –Milton Erickson, Fritz Perls y Virginia Satir–.
Después de sus largas investigaciones, apoyándose en la observación sistemática, llegaron a la conclusión de que el procedimiento que empleaban con excelente resultado era la utilización de un patrón de comunicación muy particular. Basándose en los datos obtenidos a través de todas sus investigaciones, Bandler y Grinder elaboraron una estructura terapéutica que hoy día es utilizada como sistema genérico de aprendizaje, entrenamiento o marco terapéutico: PNL.
Bandler y Grinder encontraron que estos terapeutas con los que habían trabajado tenían en común una estructura o modo de interaccionar, lo que les permitió el acceso a una serie de modelos de comunicación poderosos para establecer algunas reglas o pautas débiles para lograr el objetivo en diferentes áreas de trabajo. Bandler y Grinder (1993) lograron englobar tres aspectos con respecto al término PNL:
Richard Bandler procede de la terapia gestáltica.
El cerebro y la médula constituyen el Sistema Nervioso Central. En el siglo XIX dos neurólogos –Paul Broca y Carl Wernicke– afirmaron que cada hemisferio tiene una función distinta del otro. Estos dos médicos se dieron cuenta que pacientes con lesiones en el hemisferio izquierdo tenían graves problemas de lenguaje, mientras que los pacientes que tenían lesiones en el hemisferio derecho tenían una disminución en la visión. Su conclusión era que cada hemisferio trabaja sin la interferencia del otro.
John Grinder se formó en las terapias generativas transformacionales de Noam Chomsky.
Hoy en día se sabe que ambos hemisferios son capaces de trabajar tanto conjuntamente como aisladamente, y ambos tienen igual importancia pese a realizar una función específica.
Mientras que el hemisferio izquierdo se encarga del lenguaje, del análisis y el razonamiento lógico, el costado derecho es más creativo, intuitivo, simbólico, procesa la parte del significado del lenguaje. Mientras que en las escuelas occidentales se da mayor importancia al hemisferio izquierdo, en Oriente se enfatiza más el uso del hemisferio derecho, dando mayor importancia a la comprensión de la esencia de los seres un plano más abstracto y espiritual que no científico.
Al integrar ambas polaridades, las capacidades masculinas y femeninas, se pueden logar creaciones sublimes y una unidad y armonía holística. Cualquier tipo de aprendizaje que pretenda ser significativo debe incluir la acción y la función de ambas partes del cerebro. Cada hemisferio contempla la realidad de una manera única, pero al unir ambas propuestas se logra una percepción más amplia y completa de la realidad.
1. Tiendo a estar más frecuentemente:
2. Cuando escucho música soy más consciente:
3. Prefiero aprender:
4. Prefiero jugar:
5. Al ir de compras con mayor frecuencia:
6. Cuando aprendo algo nuevo:
7. Tengo corazonadas:
8. Me cuesta poner mis sentimientos y opiniones en palabras:
9. Cuando salgo de viaje prefiero:
10. Cuando elijo ropa prefiero:
11. Tiendo a recordar a la gente por sus:
12. Considero que la ciencia:
13. Me gusta la gente que:
14. La gente suele verme como una persona:
15. Gran parte de lo más importante de la vida:
16. Básicamente soy más:
17. Disfruto más:
18. Prefiero:
19. Prefiero que mi casa y mi lugar de trabajo sean:
20. Tiendo a juzgar:
Respuestas del 1 al 10 – (a) es Izquierdo y (b) es Derecho
Respuestas del 11 al 20 – (a) es Derecho y (b) es Izquierdo
12 o más respuestas indican dominio de uno u otro hemisferio
Las personas disponen de diferentes canales o sistemas de representación a través de los cuales pueden recoger la información. Estos son el canal visual, el canal auditivo, el cinestésico, el canal olfativo y el gustativo. Cada uno de estos sistemas compone distintas submodalidades y cada una de estas submodalidades puede tener expresiones distintas. Estos canales de entrada se ocupan de que nuestros sentidos puedan captar la información: el visual mediante la vista, el auditivo mediante el oído, el olfativo mediante el olor, el cinestésico mediante el tacto y el gustativo mediante el sabor.
Actualmente los aportes de investigaciones realizadas en el ámbito de la psicología y de otras disciplinas han despertado un interés por conocer el funcionamiento del cerebro y diseñar experiencias organizadas y sistemáticas que faciliten su abordaje con modelos de intervención.
Entender su funcionamiento es básico para la aplicación de los diferentes métodos o sistemas que pueden emplearse. Debemos partir de la base de que el cerebro de los individuos tiene sus propias peculiaridades, no hay dos que sean exactamente iguales.