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Akal / Universitaria / 331 / Sociología y antropología

Carmelo Lisón Tolosana

Teoría etnográfica de Galicia

Antropología cultural de Galicia IX

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Durante cuatro décadas he focalizado mi atención en la descripción e interpretación de la etnografía gallega que llena mi particular aljaba. La experiencia humana está siempre en la base, es primaria, en todo lo que he escrito, pero, a la vez, el siempre presente modo cultural escenifica lo que la imaginación puede hacer sin la corroboración de la experiencia: la creación de mundos alternativos, en espejo pero invertidos, réplicas deformadas, todo un mundo fantástico pero con valor de verdad. El tirón de lo irreal y de la fantasía y la atracción del mundo mágico vuelven a aparecer en este noveno volumen que aborda en la segunda parte la celebración del carnaval y el retorno de la Santa Compaña, los contramundos, en el registro compensador del espíritu. Termina la monografía mi visión integradora, panóptica, de la Antropología.

Carmelo Lisón Tolosana es doctor en Antropología social por la Universidad de Oxford, doctor honoris causa por las Universidades de Burdeos II y Murcia, Premio Aragón en Humanidades, Medalla de Plata otorgada por la Xunta de Galicia, miembro del Colegio Libre de Eméritos, Honorary Fellow of the Royal Anthropological Institute y Académico de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

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© Carmelo Lisón Tolosana, 2012

© Ediciones Akal, S. A., 2012

Sector Foresta, 1

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Madrid - España

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www.akal.com

ISBN: 978-84-460-4620-2

A Julia C. Houssemayne Donald ausente presente

PREFACIO

Las páginas que siguen traen ocho panorámicas escritas con ligereza de toque, con pocas citas ajenas y parco aparato bibliográfico en el texto, aunque obviamente traslucen lecturas de muchos años; scherzo, con su levedad y delgadez sustantiva, refleja mejor el carácter de rememoración de un largo viaje de exploración etnográfica –ya ido– y de mi experiencia de campo y reflexión escrita, esto es, de mi currículum etnográfico-antropológico fundamental y casi exclusivamente en la Galicia rural, visualizado con los ojos de la cara y del espíritu porque aquéllos ven una cosa y el espíritu otra. Mirada aérea, retrospectiva y un tanto nostálgica de aquellas horas en diálogo interminable con hombres y mujeres a los que además, observaba en sus trabajos, diversiones, ritos de transición y postrimerías; evocación y añoranza también de muchas hojas leídas en fruición solitaria.

Las monografías sobre Galicia son el telón de fondo, la matriz fáctica, de necesaria lectura para peregrinar por los caminos abstractos del espíritu en vuelo imaginativo y teórico, sin confusión de géneros; las monografías gallegas, repito, están siempre presentes, laten, son el pre-texto y el subtexto. Pero es necesario finalizar la etnografía, el dato y el hecho, la acción y el comportamiento, el texto y el rito, la creencia y la idea desde el presente y para el presente, y hacerlo personalmente, para que sean efectivos en nuestras vidas. Por otra parte, ciencia, cultura, verdad, certeza, racionalidad, justicia, pasión, amor y valor –conceptos básicos en Antropología– son categorías ontológicamente imprecisas, no reducibles a reglas sintáctico-semánticas estrictas, porque requieren intuición, sensibilidad e imaginación, porque precisan de contexto cultural. La racionalidad no es algo puro, eterno, inmaterial, nos dicen los filósofos, no se da fuera de una tradición cultural decimos nosotros, porque pensamos en términos simbólicos y en este universo nada es mecánico o algorítmico, porque todo se da necesariamente en un contexto cultural.

Sé que lo humano aporético, lo humano contingente y cambiante, la respetabilidad y especificidad de nuestro método, la fascinación plural de la humana creación Cultural y cultural, el jugueteo con la ambivalencia, la incertidumbre y el misterio que siempre me han intrigado exigen seria reflexión desde nuestra disciplina desde la que lanzamos preguntas en baños de gente, en trabajo de campo –sencillamente insustituible– sobre su modo de vida, sobre primeridades y ultimidades, para las que no hay respuestas totales ni definitivas pero sí cuestionamientos y acercamientos penetrantes, guiados por creaciones culturales cumbre en la historia de la humanidad. De la cultura a la Cultura y de ésta a aquélla; de la experiencia a la idea y de la una a la otra. Éste es mi viaje y mi personal creencia porque no basta con mirar el incitante bosque desde la ventana, hay que penetrarlo en profundidad; no basta con oír la encantadora melodía, hay que danzar; no basta con leer ni escuchar la lluvia sobre el tejado, hay que mojarse en pueblo.

Sé que uno entra en la disciplina guiado por premisas afines, selección propia y sensibilidad personal, y que tanto su actividad investigadora como su reflexión y premisas teóricas reflejan aspectos de sus particulares vivencias –no puede ser menos–, pero también creo que me he esforzado en no ser esclavo de ningún ismo porque una opinión fija nos hace esclavos. Ir de lo humano a lo humano, combinar los propios prejuicios con los pre-juicios disciplinares pertinentes en cada caso en interminable interpretación y exponer narrativamente toda esa compleja experiencia en forma sistemática ha sido mi pretensión. He puesto en varias monografías las verdades etnográficas captadas en mis permanencias lugareñas, las actuaciones, valores, creencias y pensamientos de los actores al alcance de todos; son de ellos, desbordantes en popularidad y espontaneidad, pero las someto ahora a más profunda arquitectura sistemática en clave antropológica. He pretendido ser su traductor y exponente; asumo los riesgos que toda traducción implica. He aportado copiosa etnografía en ellas para que se me pueda corregir.

En cuanto a pensamiento teórico presento reflexiones en torno a una serie de problemas propios de una disciplina humanística, del espíritu, reflexiones de años, desde que comencé mi andadura antropológica en Oxford, resultado también de muchos libros leídos –incluidos el arte, la literatura y la poesía–, de muchos días participando en congresos y en universidades extranjeras, de reuniones que he organizado en la Casa de Velázquez, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y en Jaca –con ayuda de nuestro mecenas José M. Cortell y de la Universidad de Zaragoza–, en las que mucho he succionado de mis compañeros Ricardo, María Jesús, Honorio, Gaspar, Enrique C., Eloy, Lourdes, Ana, Bernard, Maribel, Pierre –ya ido–, Joaquín, Francisco G., Santiago, y de las que con criterio y acierto han organizado José Antonio en el incomparable y recordado Ganivet granadino, Luis en los Alcázares, Petra en Valencia, José Antonio en el Pazo de Mariñán, Paco G. en Salamanca, José Luis en Valladolid, Paz en El Almendral, Ángel en Salamanca y Paco L. C. en Bad Homburg, generosos veneros todos de entusiasmo y saber, agradables veladas de reciprocidad y convivencia.

No puedo menos de agradecer a los centenares de personas de diferente sexo y edad que han dialogado largas y fecundas horas conmigo por sendas, prados, cocinas, tabernas y celebraciones en numerosas aldeas, pueblos y comarcas gallegas demostrando exquisita cortesía, paciencia y amistad. Todas me han hecho pensar. Pero es con Julia Cecile, que siempre estuvo a mi lado en esta permanente aventura investigadora, con la que tengo mi más intensa e impagable deuda personal imperecedera. Conste primero a ella y conste aquí a todos mi sincero agradecimiento por lo mucho que me han enseñado, que no se aprende en libros.

Madrid, otoño de 2009.

* * * * *

La generosidad de la Editorial Universitaria Ramón Areces me permite reeditar Antropología integral. Ensayos teóricos en forma considerablemente ampliada con este nuevo título y formato en la Editorial Akal puesto que forma parte del conjunto de monografías que he escrito sobre Galicia; es en realidad su coronación. Si Baudelaire cree que un livre doit être jugé dans son ensemble, cuanto más, creo yo, cuando se trata de nueve volúmenes dedicados a analizar e interpretar la sociedad y la cultura de la Galicia rural en un periodo determinado porque forman un conjunto cuyas partes reenvían unas a otras. Ante variedad de escenarios, temas etnográficos y panoramas conceptuales, modos de acción, pensamiento y creencia es perentorio elaborar también imaginativamente una línea enhebradora, un pattern para adquirir una privilegiada visión panóptica y retornar después a la analiticidad de sus partes en zigzag fertilizador interminable.

Ante la variedad de los hechos y la complejidad de las cosas nos vemos necesariamente forzados a enfrentarnos a nuestro mundo, siempre en transformación, con un utillaje mental categorial (estructura, poder, función, autoridad, economía, emoción y pasión, valor, creencia, representación, significado, agente, cambio, etc.) desde un realismo etnográfico cultural, en reflexividad también y con rigurosa penetración interpretativa. No hay argumento único o monocultural o ismo agresivo totalizante; el exclusivismo lleva a la intolerancia y a la negación de la diversidad cultural. En todo universo híbrido como el nuestro hay mucho de polisemia, de ambigüedad, de transformación, de creatividad, de especificidad, de similaridad y de divergencia. Las cosas, los hechos y nosotros mismos son y somos en parte resultado de nuestra mirada, de nuestra perspectiva, de nuestros conceptos. Nos constituimos también poco a poco, paso a paso, a través de nuestra actividad regulada, en el medio en que moramos. Y somos resultado, a la vez, de nuestros rasgos biológicos inherentes (capacidad para el argumento racional, deseo del poder, intolerancia, faccionalismo, irracionalidad, pasión, fanatismo, etc.) en el mundo en que vivimos.

Nuestra disciplina nos incita a interesarnos por el Otro, nos lleva a comunidades heterogéneas con modos de vida y visiones diferentes, a practicar la forma socrática de conocimiento, curiosa, crítica, resistente a autoridad y presión; nos estimula a entender imaginativamente, emotivamente, en inmersión empática personalmente experienciada, en esa comunidad y en intersubjetividad con los miembros de ese mundo en parte ajeno y no directamente conmensurable en su Weltanschauung. El resultado obtenido lo elevamos a generalizaciones de medio alcance, pero generalizaciones provenientes de la observación campera y subordinadas al empirismo etnográfico. Las circunstancias normales de la información y de la observación –los que la practicamos– sobre el terreno son, pensamos, lo suficientemente ricas para soportar percepciones verídicas y abstracciones significantes. Atribuimos verdad antropológica a la fidelidad a los hechos, a lo observado y vivido porque somos así, porque el mundo es así, porque el mundo en el que nos movemos es lo que es y tiene las leyes que tiene; todo esto es así y por el momento eso es todo.

La vida no se puede rebajar a la lógica, reducir a palabras ni encorsetar con números; exige revisar nuestros conceptos y categorías porque al final siempre encontramos algo inesperado y a touch of mystery. Hay matrices biológicas, fuerzas sociales y procesos culturales que no entendemos; tenemos que aprender a vivir con ellos. Y con el misterio.

Madrid, verano de 2011.

 

PRESENTACIÓN