PRÓLOGO

Hay momentos en los que no sabemos hacia donde ir. Nos sentimos absolutamente paralizados ante nuestra propia vida. Ésa que hasta hace un instante nos resultaba tan propia y tan cercana. Tan conocida y segura. Tan confortable y previsible… Momentos en los que nos miramos al espejo y no nos reconocemos, sencillamente porque llevamos demasiado tiempo viviendo la vida que otros han diseñado para nosotros. Funcionando en modo automático, simplemente «cumpliendo el expediente», colmando las expectativas que los demás han creado a nuestro alrededor y que nosotros sistemáticamente aceptamos como propias, sin habernos tomado la molestia de cuestionarlas siquiera. Pero, a veces, sucede que de repente y sin haberlo previsto, la vida nos hace un regalo inesperado, que más que un regalo, inicialmente parece una «flecha envenenada» que nos golpea, nos daña, nos revuelve por dentro, nos desalienta... pero también nos provoca. Y es en ese momento de confusión, de aparente derrota, cuando, aún cansados y desgastados, comenzamos a plantearnos qué estamos haciendo con nuestra vida, hacia dónde vamos, y si el camino que hasta ahora habíamos elegido es el correcto, es el que realmente queríamos y queremos emprender.

Me pregunto cuántas «ValentinasLunasCristal», hay en el mundo. Cuántas personas hay dolientes por su situación sin atreverse a dar un primer paso decidido para hacerse con el control de sus vidas. Pero me temo que conozco la respuesta: ¡son tantas! Yo misma he asistido a la espectacular metamorfosis de cientos de personas que han decidido «desmontarse» para recomponerse después. Y creedme cuando os digo que no es una decisión fácil. Y no lo es porque hay que ser extraordinariamente valiente para determinarse a romper las cadenas que nos atan –pero que también nos sujetan– a todo lo que hasta ese momento habíamos creído que componía nuestro universo. Por eso admiro profundamente a esas personas. Las admiro y las respeto. Precisamente por haber sido capaces de decidir pararse y observarse. Por haber tomado conciencia de ellas mismas, de su situación, de su realidad. Y porque, al hacerlo, descubren que no saben quiénes son, quiénes han venido siendo, ni mucho menos, quiénes serán a partir de ese instante. Y porque, a pesar de todo ello y de estar invadidas por el miedo a lo desconocido, a todo lo que está por venir, deciden seguir adelante con su ardua y delicada empresa. Deciden pasar a la acción. Son justo esas personas las que consiguen llegar al otro lado, las que consiguen salir de su «crisálida» y convertirse en lo que realmente quieren ser. Son las que después de verse, reconocerse y encontrarse, salen fortalecidas de la contienda. Son las que crean. Las que «se crean».

En Sueños de Luz. La magnificencia de un despertar silencioso, Cris Moltó utiliza un cuento repleto de significados para explicar este sorprendente proceso de descubrimiento y crecimiento personal. A través de una historia contada en primera persona cuya protagonista es alguien cercano, lleno de luz y de sombras, la autora te va guiando por un camino nada convencional y sorprendente, en el que todo puede suceder, pero en el que las respuestas has de encontrarlas tú mismo.

En el corazón de esta complicada urdimbre está el deseo de Valentina de sobreponerse, de superarse, de descubrirse, de «reinventarse», de vivir una vida plena, sin lastres, sin ataduras, con pleno conocimiento y aceptación completa de sí misma.

Y tras ella –o junto a ella– está MiKan. Esa persona que representa la fuerza motivadora que parte del «exterior» pero que agita todo nuestro interior y nos alienta, nos empuja y nos remueve con sus preguntas poderosas para conseguir lograr lo que en primera instancia se nos antoja inabordable. Es el «catalizador» necesario para hacer posible lo imposible.

. Espero que la lectura deSueños de Luz. La magnificencia de un despertar silencioso , un pequeño –o gran–, despertar. De lo que realmente estoy segura es de que no va a dejarte indiferente. Y de que, tras su lectura, ya no serás la misma persona.

LAURA GARCIA AGUSTIN

Psicóloga Clínica, coach y escritora

Autora de El Valor de lo Vivido

CEO de ESCUCHA&CO

Directora Grupo CLAVESALUD