Índice de imágenes
Figura 1
Portada. El Cancionero Popular. Primera Serie. Valparaíso: Imprenta de la Librería del Mercurio, 1896.
Figura 2
Cancionero popular. 1ª serie. Antofagasta: Imprenta de la Librería del Mercurio, 1907, p. 62.
Figura 3
“La Japonesa. Zamacueca”. Repertorio Musical de Bolsillo. Iquique: Rubén Salvi, [1910].
Figura 4
“El Abanico. Habanera”. Repertorio Musical de Bolsillo. Iquique: Rubén Salvi, [1910].
Figura 5
Portada. Pinto, Manuel (recop.). Varietés. 4ª serie. Santiago: Imprenta Las Artes Mecánicas, 1912.
Figura 6
Contratapa. Pinto, Manuel (recop.). Varietés. 3ª serie, 2ª ed. Santiago: Imprenta Las Artes Mecánicas, 1912.
Figura 7
Portada. El Cancionero Popular. Cuaderno Primero. Santiago: Imprenta Santiago, 1894.
Figura 8
Portada. Tonadas Chilenas. Santiago: Imprenta y Litografía Universo, 1912.
Figura 9
Portada. El nuevo trovador chileno. Santiago: Librería Porteña, 1912.
Figura 10
Portada. Silva, Adolfo (recop.). Canciones de Antaño y Hogaño. Parnaso del folklore de Chile. 1ª serie. Santiago: s.i., 1957.
Figura 11
Portada. El Cantor de los Cantores. Valparaíso: Imprenta Nacional de Juan F. Cortés, 1903.
Figura 12
Portada. Casas Cordero, José Hipólito. El encanto de la vida. Santiago: Imprenta y Encuadernación Barcelona, 1898.
Cancioneros populares de Chile a Berlín
1880-1920
Ana Ledezma
Tomás Cornejo
Ediciones Universidad Alberto Hurtado
Alameda 1869– Santiago de Chile
mgarciam@uahurtado.cl – 56-228897726
www.uahurtado.cl
Este texto fue sometido al sistema de referato ciego externo
Registro de propiedad intelectual Nº 305291
ISBN libro impreso: 978-956-357-203-2
ISBN libro digital: 978-956-357-204-9
Este proyecto fue financiado por el Fondo para el Fomento de la Música Nacional, convocatoria 2015.
Coordinador colección Historia: Daniel Palma Alvarado
Dirección editorial: Alejandra Stevenson Valdés
Editora ejecutiva: Beatriz García-Huidobro
Diseño de la colección y diagramación interior: Francisca Toral
Imagen de portada: https://www.chilecollector.com/.
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Con las debidas licencias. Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en las leyes, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamos públicos.
Diagramación digital: ebooks Patagonia
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Agradecemos a Marcelo Loyola Avilés por la preselección de cantos y a Karen Salazar Villalobos por la trascripción de estos.
Este libro se pudo llevar a cabo con el financiamiento del Proyecto Nº 80675 Fondo de la Música, Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Agradecemos también el otorgamiento de una beca para realizar una estadía de investigación concedida a Tomás Cornejo por el Instituto Ibero-Americano de Berlín (IAI), y a las facilidades para consultar los fondos y reproducir imágenes. Nuestro especial reconocimiento a la labor de la doctora Ricarda Musser, directora del Departamento de Medios de la biblioteca del IAI y responsable del área regional que comprende Brasil, Chile y Portugal.
Hemos conservado la ortografía y la gramática de los originales en las transcripciones de los cantos.
Índice
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I
EL VIAJE
LEHMANN-NITSCHE Y LA COLECCIÓN DE CANCIONEROS POPULARES
CAPÍTULO II
EL ESCENARIO
LOS CANCIONEROS: UNA GUÍA PARA ENTENDER LA CULTURA MUSICAL DE LAS CLASES POPULARES URBANAS EN CHILE
CAPÍTULO III
LA MIRADA
CANTOS EN VOZ DE MUJER: SEXUALIDAD Y NACIONALISMO EN LOS CANCIONEROS POPULARES
SELECCIÓN DE CANTOS
SONES A LO PATRIO
CONTEXTO EN RIMAS
OFICIOS
CANTOS DEL CORAZÓN
DE LA “TRADICIÓN POPULAR”
MEMORIA COLECTIVA
CANTOS DEL “GÉNERO CHICO”
ÍNDICE DE IMÁGENES
INTRODUCCIÓN
Este libro surge del encuentro. Estábamos los dos en Berlín, investigando distintos materiales de las colecciones del Instituto Iberoamericano (IAI), cuando comenzó a dibujarse la figura de un tercer invitado a esta reunión de afinidades: Robert Lehmann-Nitsche. Su “Biblioteca Criolla” tantas veces citada para estudiar la cultura popular argentina, tendía sin proponérselo un manto invisibilizante sobre un conjunto nada desperciable de impresos que no eran argentinos, sino chilenos. No eran pocos. Eran abundantes en páginas. Algunos remitían a melodías escuchadas, otros, a nombres ya sabidos, y otros, aun, a versos repetidos, a imprentas habituales y otras desconocidas.
Frente a tal hallazgo, nos propusimos ahondar en el contenido y el contexto de estos documentos que parecían saltar ante nuestros ojos por primera vez, pese a que los hubiéramos conocido desde mucho antes. En efecto, los cancioneros habían aparecido por aquí o por allá, sueltos en alguna biblioteca, rescatados en algún archivo, como ejemplares extraviados en más de un catálogo. Quizás fue el encontrarlos agrupados y formando un todo con cierta unidad de sentido lo que nos llevó a comprender su importancia, a apreciar tanto sus particularidades como los elementos comunes que evidenciaban y, sobre todo, las pistas sobre la cultura popular que abrían.
El principal propósito que nos motivó a la publicación de este libro fue, por tanto, realzar la riqueza de un material poco conocido y nada estudiado. Pretendíamos, hasta cierto punto, realizar una repatriación simbólica de objetos con valor patrimonial y de innegable potencial histórico, los que por entonces (2014) parecían ser el único corpus asimilable a una colección de consulta pública existente. Como los hallazgos no son todo lo azarosos que creemos y los caminos que se bifurcan a veces vuelven a cruzarse, durante los mismos años que implementamos la investigación y el libro llegó a puerto, otras dos colecciones de cancioneros populares se dieron a conocer por queridas instituciones chilenas: una, en el Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile y otra, en el Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares de la Biblioteca Nacional. Para felicidad de todas y todos, aquello que creíamos único no lo era completamente y ahora el universo de ejemplares que puede consultarse es mucho mayor.
Esto no resta interés a los impresos del IAI. Al contrario, la singularidad de ese acervo se acrecienta al pensar quiénes estuvieron detrás de su constitución. Comenzamos por reconstruir el viaje de estos documentos desde las principales urbes chilenas en el despunte del siglo XX hasta la capital alemana. Surge así nuestro afán por escrutar la figura de Robert Lehmann-Nitsche y sus compilaciones documentales, las temáticas de su interés y los lazos intelectuales con Chile que permitieron la existencia en su colección –principalmente abocada al Río de la Plata– de documentos allende los Andes. Producto de este viaje (y con un cuarto invitado, Rudolf Lenz) surge el primer capítulo.
Luego quisimos posicionar los documentos en la escena impresora de la época, establecer las relaciones vivificantes con los demás actores involucrados en la producción de literaturas populares y prácticas culturales que aún reclaman atención. Ampliamos a partir de allí nuestro rastreo a los cantos que contenían sus páginas. Surgen sones y ritmos, letras y músicas que evidencian la circulación y el intercambio que superó todo tipo de fronteras nacionales más allá de lo que suponíamos para este tipo de producciones, enriqueciendo nuestros conocimientos sobre la transversalidad y porosidad cultural prensada entre sus páginas frágiles y perecederas. Esta escena puede ser leída en el segundo capítulo.
Finalmente, acercamos la mirada a los discursos que contenían las letras de varias composiciones y pusimos el foco en los cantos en voz femenina y la articulación resultante entre ellos y los discursos normativos surgidos desde el Estado, su vínculo significante con la reconfiguración de lo nacional, para comprender el posicionamiento estratégico contenido en sus estrofas. Nuestro tercer capítulo da cuenta de esta aproximación.
Tras estos estudios preliminares, quisimos entregar una selección representativa de los cantos que habitan las hojas de los cancioneros, acompañados de una breve introducción a cada sección y de notas al pie que agregan antecedentes para comprenderlos mejor.
Les invitamos a participar del viaje, la escena y la mirada, pero sobre todo, de la escucha de nuestro pasado.
CANTOS DEL “GÉNERO CHICO”
El “género chico” refiere al teatro “por tandas”, una modalidad en que las funciones eran más breves que lo habitual y con entradas a un menor precio, constituyéndose en una especie de “rotativo” teatral cuyas sesiones no duraban más de 60 minutos. Este formato de presentación surgió debido a la crisis económica que sufrió España durante la década de 18601. En sus inicios no incorporaba piezas musicales, lo que cambió en el decenio de 1880, originando el “género chico zarzuelístico”. La decadencia de este tipo de teatro llegó con el nuevo siglo y su desaparición en España se data en 1920. Sin embargo, su influencia fue determinante durante todo el siglo XX y su propagación se extendió por América Latina exitosamente y pervivió a lo largo del siglo. De acuerdo con el tema y el carácter de la obra, adoptaba la denominación de sainete, pasillo, revista o juguete cómico, entre otras. Por su parte, el teatro de variedades o Varietés, como indica su apelativo, es de tradición francesa y agrupaba genéricamente a una oferta muy diversa de números que formaban un espectáculo, entre los cuales se cuentan diversiones circenses, operetas, revistas y otras formas de entretenimiento2.
En Chile ambos formatos escénicos tuvieron gran éxito, estableciéndose de forma definitiva el sistema de tandas con zarzuelas y sainetes en 18883. En lo sucesivo triunfaron innumerables adaptaciones de obras del repertorio español y creaciones nacionales de sainetes, juguetes y revistas. Ello puede rastrearse por la profusa publicación de piezas, su publicidad en impresos (prensa periódica y en folletos)4 y por la gran cantidad de textos –extractos, dúos y actos completos– incorporados en los cancioneros. De entre ellos, seleccionamos una pequeña cantidad refiriendo a aquellas piezas más repetidas en las publicaciones.
1. “El Cigarrito”. El Cancionero Popular. Primera Serie. Valparaíso: Imprenta de la Librería del Mercurio, 1896, pp. 64-665.
El Cigarrito.
Es en el hombre un vicio
El de fumar
El de fumar,
¡Ai! y el de fumar.
En la mujer es gracia
Particular,
Particular,
¡Ai! particular.
Y con un cigarrito,
¡Válgame Dios!
¡Válgame Dios!
Cada mujer que fuma,
Vale por dos,
Vale por dos.
Cuando en la calle
Algun mosito,
Algun mosito
Y algun mosito
De su cigarro
Me da fueguito,
Me da fueguito
¡Ai! yo no tardo
En encender;
Dejarle sin candela
¡Ai! ¡ai! me da placer.
Entre dos que se aman
Que gusto da
Que gusto da,
¡Ai! que gusto da;
Un cigarrito a medias
Poder fumar
Poder fumar
¡Ai! poder fumar.
Mas, sucedió que mil veces
Que a lo mejor
Que a lo mejor,
Se consumió el cigarrito
Y el fumador
Y el fumador.
Cuando en los aires
El humo sube
El humo sube,
Y el humo sube;
Parece hermosa
Flotante nube
Flotante nube.
Mas si el cigarro
Tiene poder,
Tiene poder,
Se siente un mareito;
¡Ai! ¡ai! que da placer.
2. “En Inglaterra”. Otero, Raúl (recop.). Único Cancionero en Chile. I Serie. Santiago: Editado por “Electra”, 1911, pp. 43-446.
En Inglaterra
En Inglaterra las mujeres
no piensan nunca en el amor,
al novio ven de tarde en tarde
o no lo ven lo que es mejor.
Pero en España las mujeres
se llevan el dia en el balcon,
i el novio pasa en una esquina
como un guarda canton.
Yes, very well
i love you very much.
En Inglatera cuando un hombre
habla de amor a su mujer:
se acerca presto a la familia
i le saluda mui cortes.
Pero en España si le dicen:
consulte Ud. con mi papá,
se aleja presto de la casa
no le vuelve a ver jamás.
Yes, very well
i love you very much.
3. “La Corte de Faraón”. Cantares de mi Patria. 2ª edición. Santiago: Centro Editorial de Juan Miguel Sepúlveda, [1911], pp. 4-57.
La Corte de Faraón
(Zarzuela.)
(Terceto de las Viudas.)
Al pasar de soltera á casada
Necesitas de preparación.
Oyenos porque somos viudas
Y sabemos nuestra obligación.
Es muy duro y molesto, yo te lo aseguro.
Y muy pronto, y muy pronto lo vas á saber.
El derecho, el derecho... el derecho...
Que tiene el marido sobre su mujer.
Al marido después de la boda
Nada, nada se debe negar,
Pues con él en la casa entra toda...
Pero toda... su autoridad.
Aunque llanto al principio te cueste
Que él te trate, que él te trate con mucha dureza
Si le sabes seguir la corriente
Pues al fin bajara la cabeza.
Sé hacendosa, primorosa
Dale gusto siempre cariñosa
Muévete, para que,
Lo que pida dispuesto ya esté,
Cúidalo, mímalo
No le digas á nada que no.
Que con estas ligeras nociones
De moral que te damos aquí
Tú verás cómo te las compones
Para hacer á tu esposo feliz.
(Se repite.) Sé hacendosa, etc.
4. “Chateaux Margaux”. El Cancionero Popular. Primera Serie. Valparaíso: Imprenta de la Librería del Mercurio, 1896, pp. 41-438.
Chateaux Margaux.
(Valse).
Es este Burdeos
Un vino hasta allí.
No sé por qué siento
Ganas de reir.
Es particular,
Já, já, já, já, já, já!
Es particular.
Estos muebles me parece
Que se mueven a compás
Já, já, já, já, já, já!
No sé qué siento aquí
Que el alma se encendió.
No hai vino para mí
Como el Chateux Margaux
Chispea sin cesar
Alegre y jugueton
Parece que es del vals
La dulce imitacion!
Quiero bailar
Quiero reir
De la botella
Voi a dar fin.
(Bebe)
Moviéndose a compás
Palpita el corazon,
Y haciendo tin, tin, tan
Y haciendo tin, tin, ton.
De amores y placeres
El encendido mar,
Refleja en sus espumas
La copa del cristal.
Su fuego centellea
Aquí en el corazon,
No hai vino tan alegre
Como el Chateaux Margaux.
Já, já, já, já!
Quiero reir,
Quiero bailar
Así, así.
(Valsando)
Bebe esposa mia,
Me dijo Manuel,
Y estoi tan alegre
Como ustedes ven.
Ven esposa mia,
Ven aquí mi amor,
Y bebamos juntos
Del Chateaux Margaux.
5. “El Pasaporte”. El Chercán. Valparaíso: Imprenta Nacional de Juan F. Cortés, 1902, pp. 47-539.
El Pasaporte
Fragmentos de la Zarzuela en un acto y en verso de D. Guillermo Blest Gana
Pacifico. Maldita tierra! Que el diablo
confunda por siempre amen!
Si un cristiano aquí no puede
dormir –Jesús, qué Babel!
Qué algarabía incesante,
tronadora y descortés!
Llego rendido: me acuesto:
despues de un viaje cruel,
es natural que uno quiera
dormir. –Pero ca!–do, re,
mi, fa, sol, la sí; mi prima
comienza y yo a padecer!
Me levanto, y por Dios santo
la pido me haga merced
de callarse –Vuelvo entonces
a mi cama, y al querer
venir el sueño, un canario
principia pitipitirée......
Le arrojo por la ventana.......
Vuelvo a acostarme: esta vez
fué una vieja que tosía:
pero, señor, qué toser!
Por fin, reventó sin duda.
Yo en la cama me estiré
repitiendo: cargue el diablo
con lo suyo..... y a mí sien.
sentía dules, tranquilo
blando sueño descender.
Cuando ¡oh Dios! corococó...
canta un gallo, le busqué
y apacigué con su sangre
de mi venganza la sed.
Volvime al lecho tranquilo;
sobre sus plumas me eché
cuan largo soy, y resuelto
a dormir. –Dios de Israel!
Comienzan los pescadores...
así nos cojan un pez.
como......(coro dentro)
Y siguen esto es mucho.
Dios piadoso en qué pequé.
_____
Ricardo. Al fin te abrazo,
al fin te veo,
de mi deseo
eterno iman.
Al fin el cielo
compadecido
hoy ha querido
calmar mi afan.
Alina. Ricardo mio
al fin te veo!
te miro y creo
soñando estar.
Al fin el cielo
compadecido
mi bien perdido
me vuelve a dar.
Los dos. Ah! déjame mirarte,
mi dulce amor,
olvido al contemplarte
todo dolor.
En los dias de duelo
de ausencia cruel,
fué mi único consuelo
tu imajen fiel.
Tu imajen cara
que me decia
espera un dia
Los dos. La volverás a ver.
Le volverás a ver.
Alina. Huye, la muerte
te espera aqui.
Ricar. Si he de perderte
quiero morir.
Alina. Ya que me queda
si hablas así.
Ricar. ¿Y crees que pueda
vivir sin ti?
Mi amor es mi esperanza
mi amor es mi alegría
mi amor la vida mia,
mi solo bien mi amor.
Y quieres que me aleje:
pon fin a mi existencia,
si asi de tu presencia
me priva tu rigor.
Alina. Y el nombre invocas
de nuestro amor
al destrozarme
el corazon!
Estás perdido
huye de aquí,
yo te lo pido
por tí, por mí,
Los dos. Ah! déjame mirarte, etc.
___
Pacífico por nombre
me dier n [sic] en la pila,
tengo que ser un hombre
de vida muy tranquila.
Dormir, ese es mi empeño,
es esa mi ambicion:
y al fin la vida es sueño
cual dice Calderon.
Dejadme ya
que esto es vivir.
(bostezando) Ah! ah! ah!
dulce es dormir.
(id.) Ah! ah! ah!!!
Oh! sueño amigo eterno
de mi eternal fatiga,
en tu regazo tierno
la santa paz se abriga,
Buscar quiero anheloso
la calma de su hogar:
la vida es el reposo:
la dicha es el roncar!
Déjame ya
que esto es vivir.
(bostezando) Ah! ah! ah!!!
dulce es dormir...
(id.) Ah!... ah!... ah!!!....(duerme)
Alina y Marieta. Cuando no está dur-
su vista es desgraciada: (miendo [sic]
este hombre a lo que entiendo
nació de trasnochada.
Para él nada hay hermoso
si tiene que velar,
su vida es el reposo,
su dicha es el roncar.
Miradle ya
y eso es vivir. (Alina indignada.
Marieta parodiando los bostezos de Pa-
cífico.) Ah! ah! ah!!!
se va a dormir.
Ah! ah! ah!!!...
______
Alina. Que nuestro celo
quien nos guió;
y siendo buena
nuestra intencion:
aunque caimos
en un error
bien merecemos
nuestro perdon.
Jeneral. Con vuestro amor hacedle
dichosa un dia
buscaré entre vosotros
la dicha mia.
Partid y en tierra estraña
sed mas feliz,
que lo que vuestra suerte
os hizo aquí.
Alina y Ricardo (Duo)
No es sueño tanta dicha
feliz momento
que borra nuestros dias
de sufrimiento.
Ya eres mio/mia y por siempre
soy tan feliz
que si matara el gozo
muriera aquí.
Pacífico. No ha sido malo el susto!
mas bien empleado me está,
pues de casarme
me he libertado.
Así siempre tranquilo
podré dormir,
y el sueño es la ventura
de mi vivir.
Jenera, Alina y Marieta Partid, partid.
Coro. Son venturosos
por nuestro error:
bien merecemos
nuestro perdon.
Todos. Adios!! Adios!!!
6. “La Cañamonera”. Silva, Adolfo (ed.). Canciones Nuevas. 2ª Serie. Santiago: [Librería Porteña], [1911], pp. 4-510.
La Cañamonera
Toribio me está diciendo
Que Maura es un charlatán,
Y que á los hombres políticos
La lengua les va a á sacar.
Sácasela, sácasela, sácasela.
Sácale la lengua á los hombres políticos
Ríete tú, ríete tú
De los gobiernos antisicalípticos,
Anda Toribio, saca la lengua.
Sácala, sácala, sácala sí.
Toribio cambia de nombre,
Y se llama don Juan Luis,
Y desde entonces le saca
La lengua á todo el país.
En los Bares hay maquinitas
Y Toribio va á jugar,
Y por más que mete fichas
Saca la lengua y nada más.
Son tantos los candidatos
Que aspiran á regidor,
Que según cifras exactas
Han pasado de un millón
A una fábrica de Latas
Que hay aquí en la capital,
Por nombre le han puesto
El Congreso Nacional.
En el Hipódromo Chile
Ruiz ayer quiso volar
Pero con tan mala suerte
Que en un poste fué á estrellar.
1 Doménech, Fernando. “La edad de oro del género chico”. Ensayos. Nº 3, Fundación Juan Marchen. Disponible en https://www.march.es/publicaciones/ensayos-tme/. Rescatado el 10.08.2016.
2 La versión española era apta “solo para caballeros”, donde las coupletistas, bailarinas y cantantes desfilaban intermitentemente interpretando coplas subidas de tono. Esta picaresca versión fue decayendo durante la década de 1910, aunque a inicios de los treinta retoma este cariz, vía que encauza su final, pues para los años cuarenta la revista entra en escena con fuerza, hegemonizando y transformando el carácter del teatro en general (Huertas). Véase Jiménez, Andrés. “Madrid y el teatro lírico español a partir de 1900: Modernismo y regionalismo”, Ars longa: cuadernos de arte Nº 17, 2008 Valencia: Universitat de València: Departament d’Història de l’Art, pp. 91-104. Ver también la sección de Ensayos de teatro musical español de la Fundación Juan Marchen, en especial Doménech, Fernando “La edad de oro del género chico”, ya citado, y Huertas, Eduardo. “El teatro frívolo: las variedades y la revista” (Nº 15), disponibles en https://www.march.es/publicaciones/ensayos-tme/ Rescatados el 10.08.2016.
3 Abascal Brunet, Manuel y Pereira Salas, Eugenio. Pepe Vila: la zarzuela chica en Chile. Santiago: Imprenta Universitaria, 1952, p. 49.
4 Subercaseaux. Historia de las ideas… op. cit., Vol 1, Tomo II.
5 Esta canción es parte del “Coro de fumadoras y zamacueca”, del tercer acto de la zarzuela Los sobrinos del Capitan Grant. Novela cómico-lírico-dramática en cuatro actos (Libreto de Miguel Ramos y Música de Manuel Fernández). Fue estrenada en Madrid en 1877.
6 Esta canción es parte del “Duo de Ketty y Soledad”, del tercer acto de la zarzuela Los sobrinos del Capitan Grant. Novela cómico-lírico-dramática en cuatro actos (Libreto de Miguel Ramos y Música de Manuel Fernández). Fue estrenada en Madrid en 1877.
7 Esta zarzuela se estrenó en 1910 en Madrid (libreto de Guillermo Perrín y música de Vicente Lleó).
8 Esta zarzuela fue estrenada en Madrid en 1887 (Texto de José Jackson Veyán y música de Manuel Fernández Caballero).
9 Esta obra fue impresa en 1865 (Buenos Aires: Impr. del Siglo), no poseemos referencias sobre su estreno. Pese a ello, la incluimos por la trascendencia de su autor y el proceso de socialización de su obra en el contexto nacional.
10 Esta zarzuela fue estrenada en Madrid en 1907 (argumento de Luis de Larra y Eduardo Montesinos, música de Tomás Torregrosa). Sin embargo, el canto no coincide con el original, sino que es una adaptación del Cuadro tercero, Escena primera y da cuenta del proceso de “nacionalización” de las zarzuelas al medio chileno y su situación contextual.