Créditos

Las pequeñas grandes cosas


V.1: abril, 2020

Título original: The Little Big Things, publicado originalmente por Seven Dials, un sello de The Orion Publishing Group Ltd., en Reino Unido en 2017.


© Henry Fraser, 2017

© de la traducción, Sonia Tanco, 2018

© de esta edición, Futurbox Project S.L., 2020

Todos los derechos reservados.


Imagen y título de cubierta: © Henry Fraser


Publicado por Kitsune Books

C/ Aragó, 287, 2º 1ª

08009 Barcelona

info@kitsunebooks.org

www.kitsunebooks.org


ISBN: 978-84-16788-57-6

THEMA: DNX

Conversión a ebook: Taller de los Libros


Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser efectuada con la autorización de los titulares, con excepción prevista por la ley.

LAS PEQUEÑAS GRANDES COSAS

Todos los días pueden ser un gran día

Henry Fraser


Prólogo de J. K. Rowling
Traducción de Sonia Tanco

1

Sobre el autor

3


Henry Fraser es un artista y orador motivacional británico. Cuando tenía diecisiete años, Henry sufrió un trágico accidente en el que se rompió la médula espinal. Paralizado de hombros para abajo, ha vencido dificultades inimaginables para aceptar la vida y una nueva forma de vivir.

Mediante el uso de un lápiz óptico desarrollado y un caballete, Henry se ha convertido en un consumado pintor con la boca. En julio de 2016, organizó su primera exhibición individual, Hand to Mouth. Ha pintado obras para la cobertura de la Copa Mundial de Rugby de 2015 en el periódico The Times y se ha ganado la admiración de celebridades de primera categoría, desde J. K. Rowling hasta los equipos de rugby y cricket ingleses.

La conferencia «Pushing Myself» de Henry ha inspirado a numerosas empresas y equipos deportivos de notoriedad, incluidos el Saracens y la selección de rugby 7. Sus conferencias inspiran a otros a salir de la zona de confort y enfrentarse a los retos de la vida. Henry personifica perfectamente su mantra personal de «abordar la vida de forma positiva» y motiva con vehemencia a los demás a hacer lo mismo.

En 2017, lo nombraron la séptima persona discapacitada en Gran Bretaña más influyente en la lista Power 1000.


www.henryfraser.org

www.henryfraserart.com


Para mi madre, mi padre y mis hermanos, Tom, Will y Dom, que siempre han estado a mi lado. Me habéis dedicado gran parte de vuestras vidas para que pueda vivir la mía. Sin vosotros, no sé dónde estaría ahora mismo.


Para mis amigos, que han estado conmigo desde el principio. Nunca habéis visto mi discapacidad como una barrera, sino como una forma de crear nuevos recuerdos.


Gracias por comprar este ebook. Esperamos que disfrutes de la lectura.

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Contenido


Portada

Página de créditos

Resumen

Dedicatoria



Prólogo de J. K. Rowling

1. Un instante

2. Las pequeñas grandes cosas

3. La derrota es opcional

4. Aceptar y adaptarse

5. Sé agradecido

6. Hacer todo lo posible

7. El arte de esforzarse da sentido a la vida

8. Todos los días son un buen día

Imágenes

Organizaciones a las que apoya Henry

Fundación Mat Hampson



Agradecimientos

Sobre el autor

Agradecimientos


Gracias a todos los que han contribuido a las pequeñas grandes cosas, a los que han hecho que la vida de mi familia y la mía sean mucho más felices. Sois demasiados como para nombraros, pero ya sabéis quiénes sois. Siempre os estaremos agradecidos por lo que hacéis y lo que habéis hecho.

Gracias a Neil Blair por haberme dado la idea para escribir este libro. Y a mis agentes, Josephine Hayes y Zoe King. A Amanda Harris, Olivia Morris y todas las personas de Orion que han hecho posible este libro. Mi más sincero agradecimiento a Gillian Stern, que me ayudó a escribir las palabras en papel y me permitió contar mi historia.

Prólogo


Henry Fraser es una de las personas más extraordinarias que he conocido jamás.

Antes del accidente que le cambió la vida, Henry era inteligente, talentoso y guapo, rasgos que la mayoría consideraríamos más que suficientes. Todavía no se habían dado las condiciones para que pudiera demostrar la persona extraordinaria que era en realidad. Un día se fue de vacaciones con sus amigos, se tiró de cabeza al océano y todo cambió en un segundo.

La primera vez que me topé con la historia de Henry fue por casualidad. Había visitado la página del equipo de rugby, Saracens, para obtener información sobre un encuentro deportivo que mencionaba en una novela policíaca que estaba escribiendo. La historia de Henry me llamó la atención y, como acostumbran a hacer todos los novelistas mientras se documentan, abandoné de inmediato lo que se suponía que tenía que hacer para leer algo mucho más interesante.

Unas semanas más tarde, mi amigo y agente, Neil Blair, empezó a contarme la historia de un nuevo cliente. El relato me resultó familiar. «Neil, no estarás hablando de Henry Fraser, ¿no?».

En consecuencia, con la excusa de compartir agente literario, me puse en contacto con Henry. Conversamos por internet durante un tiempo y finalmente nos conocimos en su primera exposición de arte, en la que documentaba cómo había pasado de realizar bocetos con la boca a pintar hermosos cuadros completamente logrados. Aquella noche dio un discurso y estoy segura de que marcó a todos los que lo oyeron. Me asombraron su honestidad, su modestia y la determinación con la que describió tanto su accidente como la forma en que se había adaptado y había intentado aprovechar al máximo la vida que no había esperado.

Sigo a Henry en Twitter y hablo con él a menudo por mensaje directo. La mayoría reaccionan ante él del mismo modo que yo: con admiración y un dejo de asombro. Sin embargo, de vez en cuando veo que debe tratar con otro tipo de atención. Una mujer le dijo que había recibido un castigo por haber cometido la estupidez de tirarse de cabeza al océano desde la playa. Un hombre lo acusó de estafar a todo el mundo: si de verdad estaba paralizado, ¿cómo utilizaba Twitter?

Uno casi puede oler el miedo en esos comentarios. Aceptar la realidad de la historia de Henry significa reflexionar sobre desafíos y privaciones que a muchos les parecen demasiado aterradores de contemplar. Echarle la culpa es una forma de intentar evitar reflexionar sobre una verdad muy sencilla: que la existencia de cualquiera puede sufrir un cambio repentino, irreversible e inevitable.

Los seres humanos somos mucho más frágiles de lo que nos gusta creer. El destino obligó a Henry Fraser a seguir un camino aterrador para el que no era posible prepararse. Tenía que encontrar la manera de que su vida volviera a merecer la pena y, al hacerlo, demostró ser una persona con una perseverancia, fuerza y sabiduría extraordinarias. Se esfuerza tanto física como mentalmente, supera las expectativas de todas las formas posibles, recauda dinero para causas que le importan y su arte mejora con cada dibujo y cuadro que pinta.

Ante todo, Henry es una prueba viviente de que la aceptación y la aspiración no son mutuamente excluyentes. ¿Cuántos de nosotros podemos decir que aceptamos la realidad de nuestras vidas y seguimos viviéndolas al máximo? Es comprensible que nos enfurezcamos con las limitaciones, pero a veces las convertimos en una excusa para no actuar, para no hacer todo lo que está en nuestras manos: por nosotros, por otros, por el mundo.

Henry sigue siendo inteligente, talentoso y guapo, pero ahora es mucho más que eso, es excepcional: alguien verdaderamente inspirador. Es extraordinario, no por lo que le ocurrió, sino por lo que consigue hacer. Este libro es su logro más reciente, y nadie que lo conozca duda de que conseguirá muchos más. Estoy orgullosa de considerarlo un amigo.


J. K. Rowling