Ruben Osvaldo Chiappero

CAPÍTULOS INDIANOS

BREVES ENSAYOS SOBRE ARTE, ARQUITECTURA Y URBANISMO DE HISPANOAMÉRICA

© Ruben Osvaldo Chiappero, 2019

© Julio Aldo Toledo, 2019

© Universidad Católica de Santa Fe, 2019

Echagüe 7151, Santa Fe (S3004JBS), República Argentina

Todos los derechos reservados.

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin previa autori-zación por escrito.

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723

Directora Editorial: María Graciela Mancini

Diseño de interior: Mariel Mambretti

Ilustración de tapa, de interior y pie de imágenes: Julio Aldo Toledo

Chiappero, Ruben Osvaldo

Capítulos indianos : breves ensayos sobre arte, arquitectura y urba-nismo de hispanoamérica / Ruben Osvaldo Chiappero ; ilustrado por Julio Aldo Toledo. - 1a ed . - Santa Fe : Universidad Católica de Santa Fe, 2020.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-950-844-166-9

1. Arquitectura. 2. Arte. 3. Urbanismo. I. Toledo, Julio Aldo, ilus. II. Título.

CDD 720.1

ÍNDICE

1. Palabras preliminares/ 7

2. Aportes islámicos a la arquitectura hispanoamericana/ 11

3. Urbanismo hispanoamericano/ 19

4. La ciudad cristiana en las Indias Españolas/ 25

5. Santa Fe la Vieja en su traza urbana/ 31

6. Córdoba de la Nueva Andalucía/ 37

7. Acerca del Barroco hispanoamericano/ 43

8. Los ángeles arcabuceros cuzqueños/ 49

9. La imaginería colonial/ 53

10. El retablo mayor de la iglesia de Yavi/ 59

11. Los retablos menores de la iglesia de Yavi/ 65

12. Cerámica ornamentada de Santa Fe la Vieja/ 69

13. Los inteligentes en la arquitectura hispanoamericana/ 75

14. Supervivencia de la carpintería mudéjar en la Santa Fe de la Vera Cruz/ 81

15. De tapias y adobes/ 87

16. La iglesia de San Ignacio Miní/ 91

17. Vestigios hispanomudéjar en la fachada de la iglesia jesuítica de Santa Fe de la Vera Cruz/ 99

18. Analogías espaciales entre paitos. Santa Fe de la Vera Cruz y Córdoba de Andalucía/ 109

19. La casa de los Diez de Andino de Santa Fe de la Vera Cruz/ 115

20. El soporte arquitectónico doméstico de la independencia argentina/ 119

21. La estanzuela de los Echagüe, patrimonio rural hispanoamericano/ 125

22. Consideraciones finales/ 129

BIBLIOGRAFÍA

A Hebe Livi, in memoriam

Palabras preliminares

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/ Palabras preliminares

La cultura y el arte conformados desde el arribo de Cristóbal Colón a las costas americanas y la consecuente ocupación, colonización y evangelización de gran parte del continente por parte de las Coronas de Castilla y Aragón, es un capítulo in-teresante para descubrir y evaluar. Más aún, desde la posición que presenta el transcurso de cinco siglos y la mirada contem-poránea sobre un suceso de alto impacto en la historia de la Humanidad.

Con la valoración plástica y arquitectónica del estadio cultural de la colonia, en sus diferentes ciclos temporales, se intenta acercar una visión sintética que facilite una compresión global del desarrollo arquitectónico, urbano y artístico. Para ello, tam-bién es necesario ubicar el contexto de la época mediante rese-ñas históricas desde donde alcanzar la comprensión de la fusión entre la sociedad y el ambiente cultural del momento.

La labor asumida es apenas el primer paso en el acceso a la cultu-ra de un pasado cinco veces centenario en el cual, el mestizaje en todos los niveles humanos se asume con sus errores y verdades.Solo así podremos hallar el sustento válido de nuestra historia y nuestro compromiso como continente de pueblos hermana-dos por un tronco común logrado —con sus graves errores y sus grandes aciertos—, a través de una lengua y una fe comunes y extendidas a todas las regiones americanas.

Volver la mirada hacia atrás no significa renunciar a un futuro inmediato de elaboración y de realización cultural. Antes bien, representa una necesidad el sustentar las acciones del presente huyendo de la falsía de querer construir la existencia sólo miran-do hacia delante o a enemigos de antaño que pertenecen y han quedado en ese tiempo que no revivirá.

Estas páginas tienen el propósito de brindar a los estudiantes y al lector interesado en adquirir conocimientos sobre aquella venturosa época, un conjunto de escritos con apertura a una visión distinta de los diversos temas expuestos. Y revisitando

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Palabras preliminares /

desde nuestra contemporaneidad, el acceso a la arquitectura y el arte. Es que la intención de estos breves escritos variados, se basa en permitir una lectura de las circunstancias políticas, so-ciales y artísticas que ahondan en nuestra condición de ameri-canos y lograr un enfoque general que afirme el valor de nuestro pasado en proyección hacia el futuro.

Valgan estas palabras como entrada a la lectura del lenguaje de las formas y el espacio de la presencia del arte y la arquitectura sobre el urbanismo, heredado del tiempo de Hispanoamérica. /

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Aportes islámicos a la arquitectura hispanoameri–cana

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/ Aportes islámicos a la arquitectura hispanoamericana

El punto de partida del estudio de nuestra arquitectura se encuentra en la tradición cristiana e islámica de la antigua península ibérica que fue invadida por los musulmanes, también llamados moro por proceder de Mogreb (África del norte) hacia el año 711 d.C. Gracias a intrigas intestinas entre los nobles visigodos, los invasores derrotaron a los cristianos en la batalla de Janda (Cádiz) y en el año 713, el rey Rodrigo muere en el combate de Segoyuela, suceso que marca el asentamien-to definitivo de los moros en el territorio español y el retiro a las tierras del norte de un pequeño grupo de altos dignatarios de la nobleza y de la Iglesia. En tanto, la mayoría de la población de origen visigodo permaneció voluntariamente en las tierras ocupadas.

La dominación árabe se dividió en dos reinos independientes ante la negativa de los moros a entregar el poder en España a los representantes de la dinastía abasida. De esta manera, sur-gió el califato de Córdoba dominando el noventa por ciento del territorio español. Por decisión de las fuerzas árabes dirigidas por Abderramán, el suelo conquistado cortó lazos con el califato de Bagdad, del Oriente Medio y se proclamó el Califato de Cór-doba. Abderramán fue el primer soberano moro independiente y comenzó la construcción de grandes edificios en la capital de península ibérica musulmana. Sus sucesores fueron príncipes débiles, lo que favoreció la acción de los cristianos quienes pu-dieron extender su señorío más al sur de Asturias en la llamada Reconquista, esto es, las acciones bélicas para constituir nueva-mente en territorio cristiano que demandaron ocho siglos. Fina-lizaron con la toma de Granada por los Reyes Isabel y Fernando en 1492.

Al concluir la recuperación geográfica de la península, los so-beranos iniciaron una gigantesca empresa con el fin de conso-lidar la unidad territorial a la vez de establecer un Estado sólido y estructurado surgido con toda la potencia y el empuje de las luchas militares y religiosas. España logró, de este modo, contar

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Aportes islámicos a la arquitectura hispanoamericana /

con una realidad particular: asumió el carácter de barrera contra el Islam y, al encontrarse en la posición de nexo entre Europa y los aportes orientales, obtuvo un nivel de privilegio cultural con respecto al resto del continente gracias al mestizaje intelectual y racial entre árabes e ibéricos. La arquitectura cristalizó la ín-tima unión de conocimientos y sus aportes llegarán a América donde, en un proceso lógico de decantación y reelaboración, maduró nuevas expresiones con el particular acento peculiar de los pueblos blancos musulmanes.

Es necesario comprender que el surgimiento del arte islámico tiene íntima relación con el avance territorial para imponer su religión monoteísta y su característica inmediata y pragmática es su sincretismo de las diversas corrientes artísticas que encon-traron a su paso conquistador. Asimismo, es un arte de identidad unitaria donde la religión y el lenguaje consolidan los diversos aportes culturales en la imposibilidad de representar a la divi-nidad y por ello, las artes plásticas tienen expresión en la re-presentación de motivos fitomorfos, los caracteres del alfabeto cúfico traducido en escrituras de alabanza con fragmentos del Corán y los trazados geométricos de origen clásico.

Los moros llegaron a la península ibérica trayendo su habilidad en el arte desde los elementos recogidos en Asia, a los cuales su-pieron capitalizar y adaptar para sus requerimientos artísticos y funcionales. De la Mesopotamia tomaron la polícroma decora-ción mural y el uso de las yeserías, en las llamadas “estalactitas” que ornamentaron los interiores de los palacios; de Bizancio, el modo de tratar la decoración y, ya en España, de los visigodos adoptaron el uso del arco de herradura al que modificaron a la forma conopial, aquillada, de múltiples lóbulos o arcos pequeños simultáneos. Además, consiguieron compartimentar las bóve-das mediante nervaduras, dos siglos de avance tecnológico res-pecto a los europeos continentales. También supieron aprender de los persas y asirios el arte de la cerámica y el uso de mosaicos

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/ Aportes islámicos a la arquitectura hispanoamericana

esmaltados, tanto para los pavimentos como para el adorno de muros y bóvedas.

Su arquitectura poseyó un carácter volumétrico, de ingrávida geometría, donde el ornamento fue llevado al punto justo de subordinación. En la arquitectura, la obra es la base para el or-namentado revestimiento cerámico y de yesería que trata de cu-brir todas las superficies interiores del edificio. La arquitectura misma es objeto de tratado plástico pues los árabes logran me-diante las trompas o planos voladizos pasar el plano cuadrado de la habitación al círculo de la cúpula que organiza el espacio interior hacia lo alto. Los llamados “arabescos” de la ornamen-tación se componen con figuras geométricas y líneas mixtas llamadas atauriques —ornamentación de formas vegetales— y ajaracas —adorno de lazos y florones— junto con la estilización de la escritura arábiga en bellas caligrafías. Dichas abstracciones obedecen a las normas impuestas por la religión que rechaza la idolatría de las figuras animales y humanas por la inescrutable naturaleza de Alá que, solamente, se revela mediante la palabra haciendo inaceptable la figuración de ícono alguno.

La carpintería presentaba admirables tallas y, a veces, incrus-taciones de marfil enriquecían los trabajos de los maestros carpinteros, especialistas en la confección de extraordinarios cielorrasos de gran plasticidad. De neto origen morisco son las estructuras de las cubiertas de par y nudillo, los artesonados y los revestimientos polícromos de los cielorrasos.

Estas manifestaciones de las artes figurativas, superadoras de la pintura y la escultura, unidas a la introducción de los muros de tapia realizados con tierra húmeda de granulometría fina y apisonada entre los límites de un encofrado, fueron encarnán-dose en tantas generaciones que habitaron en una arquitectura de alta tendencia a la introversión. La vivienda, por el clima ári-do riguroso en la presencia de sol y calor constantes, se volcaba hacia los patios centrales y los jardines exuberantes de vegeta-ción, refrescados con el murmullo constante de las fuentes. Los

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Aportes islámicos a la arquitectura hispanoamericana /

zaguanes y corredores de ingreso a los patios secundarios no se alineaban para resguardar la intimidad familiar generándose un eje quebrado para impedir molestas visuales hacia el segundo patio con las habitaciones femeninas. Las construcciones po-seían muros encalados y casi ciegos al exterior, en una auste-ridad que sólo permitía realzar el ingreso al edificio, público o privado a través de grandes portales que jerarquizaban la auste-ra fachada. Celosías de madera cerraban balcones volados que, luego, serían signos característicos de Sevilla y Canarias hasta el siglo XIX momento en que se privilegió el asoleamiento de las calles estrechas para mayor higiene y salud de sus habitantes.

La España de la Reconquista supo asimilar estas propuestas y producir un nuevo resultado, el arte cristiano y el empleo de la ornamentación árabe. Cuando llegó a América y se distribuyó hasta el actual territorio de la Argentina, todo este pasado se constituyó en las raíces de la arquitectura colonial. El NO mostró en sus capillas y poblados la materialización de un lenguaje de inmediata referencia hispana y mediterránea; el Litoral, con sus construcciones de tapias y cubiertas de madera y tejas de forma de canal, expuso la nueva síntesis entre la cultura indígena y la mudéjar en los cielorrasos de lacería de madera y las estructu-ras de par y nudillo; y Buenos Aires contó con importantes te-mas de sabor musulmán como las cúpulas falsas, reducidas a un casquete esférico que no se visualiza en el exterior, motivo muy empleado en las mezquitas.

El Occidente supo obtener abundante provecho de los aportes provenientes del mundo islámico y fue a través de España y de sus dominios que se irradió al mundo. La Argentina sirvió como sólido eslabón en la persistencia de su influencia cultural y así llegaron a nuestros días magníficas arquitecturas que procla-man con grandeza sus antecedentes hispano-musulmanes. /

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Aportes islámicos a la arquitectura hispanoamericana /

APORTES ISLÁMICOS. En la historia de la humani-dad, cada nueva expresión arquitectónica se fundamenta en referencias históricas que fueron la expresión novedosa de un tiempo pasado. Como un juego de espejos, la cristian-dad se manifestó en América con la misma devoción que el islam se expresó siete siglos en la península ibérica. (J.A.T.)

Urbanismo hispano–americano

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