Cubierta

Cubierta

Anthony P. Morrison, Julia C. Renton,
Paul French y Richard P. Bentall

¿CREES QUE ESTÁS LOCO?
PIÉNSALO DOS VECES

RECURSOS PARA LA TERAPIA COGNITIVA
DE LA PSICOSIS

Traducción de
Miquel Codony Bodas

Herder

Portada

Título original: Think You’re Crazy? Think Again.
                         A Resource Book for Cognitive Therapy for Psychosis

Traducción: Miquel Codony Bodas

Diseño de la cubierta: Claudio Bado

Maquetación electrónica: Manuel Rodríguez

 

© 2008, Psychology Press, miembro de Taylor & Francis Group

© 2010, Herder Editorial, S.L., Barcelona

1ª edición digital, 2014

 

ISBN DIGITAL: 978-84-254-3039-8

 

Depósito legal: B-13774-2014

 

La reproducción total o parcial de esta obra sin el consentimiento expreso de los titulares del Copyright está prohibida al amparo de la legislación vigente.

Herder

Créditos

Notas

1 Tizón, J. L., La locura, compañera repudiada, Barcelona, La Gaya Ciencia, 1978.

2 Siguiendo a H. Delgado, a B. Llopis y a C. Castilla, ya hace años que preferiría utilizar el término «delusión» y sus derivados (delusivo, delusional...) como equivalente del alemán Wahn y del inglés delusion. El término «delusión» es de origen latino y significa «engaño», «ilusión», es decir, corresponde al sentido actual del vocablo clínico alemán Wahn y, por supuesto, al anglosajón delusion, de similar raíz latina, y correlaciona pues con la esencia de ese elemento central de la psicopatología de las psicosis.
     En los países de habla española se tiende a utilizar la palabra «delirio» para dos conceptos esencialmente distintos, como los expresados en la psiquiatría delusion y delirium. La traducción castellana del DSM-IV ha adoptado una posición a mi entender menos acorde con la tradición psiquiátrica europea que con el pragmatismo norteamericano: por ello, propone que los dos términos sean «delirio» y «delirium». Como otros muchos elementos de la cultura norteamericana, parece que esa traducción se está imponiendo entre nosotros sin una consideración suficiente de las características y ventajas de nuestro idioma y nuestra cultura.

3 Bentall, R. P., Madness Explained: Psychosis and Human Nature, Londres, Penguin Books Ltd., 2003.

4 Strauss, J. S., «Hallucinations and delusions as points on continua function. Rating scale evidence», en Archives of General Psychiatry 21, 1969, págs. 581-586.

5 Grimby, A., «Bereavement among elderly people: grief reactions, post-bereavement hallucinations and quality of life», en Acta Psychiatrica Scandinavica 87, 1993, págs. 72-80.

6 Tien, A. Y., «Distribution of hallucinations in the population», en Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology 26, 1991, págs. 287-292.

7 Posey, T. B., Losch, M. E., «Auditory hallucinations of hearing voices in 375 normal subjects», en Imagination, Cognition and Personality 2, 1983, págs. 99-113.

8 Romme, M., Escher, A., «Hearing Voices», en Schizophrenia Bulletin 15, 1989, págs. 209-216.

9 Kingdom, D. G., Turkington, D., Cognitive-behavioural Therapy of Schizophrenia, Hove, Lawrence Erlbaum, 1994.

10 McGuire, P. K., Silbersweig, D. A., Wright, I., Murray, R. M., «The neural correlates of inner speech and auditory verbal imagery in schizophrenia: relationship to auditory verbal hallucinations», en British Journal of Pschychiatry 169, 1996, págs. 148-159.

11 Verdoux, H., Maurice-Tison, S., Gay, B., Van Os, J., Salamon, R., Bourgeois, M. L., «A survey of delusional ideation in primary-care patients», en Psychological Medicine 28, 1998, págs. 127-134.

12 Cox, D., Cowling, P., Are You Normal?, Londres, Tower Press, 1989.

13 Peters, E. R., Joseph, S. A., Garety, P. A., «Measurement of delusinal ideation in the normal population: introducing the PDI (Peters et al. Delusions Inventory)», en Schizophrenia Bulletin 25, 1999, págs. 553-576.

14 Garety, P. A., Hemsley, D. R., Delusions, Londres, Psychology Press, 1994.

15 Huq, S. F., Garety, P. A., Hemsley, D. R., «Probabilistic judgements in deluded and non-deluded subjects», en Quarterly Journal of Experimental Psychology 40A, 1988, págs. 801-812.

16 Bentall, R. P., Corcoran, R., Howard, R., Blackwood, R., Kinderman, P., «Persecutory delusions: a review and theoretical integration», en Clinical Psychology Review 22, 2001, págs. 1-50.

17 Peters, E., Day, S., McKenna, J., Orbach, G., «Delusional ideation in religious and psychotic populations», en British Journal of Clinical Psychological 38, 1999, págs. 83-96.

18 Kraepelin, E. (1919), Dementia preacox and Paraphrenia, Huntington, Kriger, 1973.

19 Beck, A. T., Cognitive therapy and the emotional disorders, Nueva York, International Universities Press, 1976.

20 Morrison, A. P., «The interpretation of intrusions in psychosis: an integrative cognitive approach to hallucinations and delusions», en Behavioural and Cognitive Psychotherapy 29, 2001, págs. 257-276.

21 Morrison, A. P., Renton, J. C., Dunn, H., Williams, S., Bentall, R. P., Cognitive Therapy for Psychosis: A Formulation-based Approach, Londres, Psychology Press, 2003.

22 Beck, A. T., Cognitive therapy and the emotional disorders, op. cit.; Greenberger, D., Padesky, C. A., Mind over Mood: A Cognitive Therapy Treatment Manual for Clients, Nueva York, Guilford Press, 1995 (trad. cast.: El control de tu estado de ánimo, Barcelona, Paidós, 1998).

23 Ibid.

24 Greenberger, D., Padesky, C. A., Mind over Mood, op. cit.; Beck, A. T., Rush, A. J., Shaw, B. F., Emery, G., Cognitive Therapy of Depression, Nueva York, Guilford Press, 1979.

25 Salkovsks, P. M., «The importance of behaviour in the maintenance of anxiety and panic: a cognitive account», en Behavioural Psychotherapy 19, 1991, págs. 6-19; Wells, A., Cognitive Therapy for Anxiety Disorders, Londres, Wiley, 1997.

26 Morrison, A. P. et. al., Cognitive Therapy for Psychosis, op. cit.; Greenberger, D., Padesky, C. A., Mind over Mood, op. cit.; Beck, A. T. et. al., Cognitive Therapy of Depression, op. cit.

27 Greenberger, D., Padesky, C. A., Mind over Mood, op. cit.

28 Morrison, A. P., et. al., Cognitive Therapy for Psychosis, op. cit.; Greenberger, D., Padesky, C. A., Mind over Mood, op. cit.; Wells, A., Cognitive Therapy for Anxiety Disorders, op. cit.; Clark, D. M., «Anxiety disorders: why they persist and how to treat them», en Behaviour Research and Therapy 37, 1999, págs. 5-27.

29 Greenberger, D., Padesky, C. A., Mind over Mood, op. cit.

30 Tarrier, N., «Coping strategies and self-regulation in the treatment of psychosis», en A. P. Morrison (ed.), A Casebook of Cognitive Therapy, Hove, Brunner-Routledge, 2002.

31 Henquet, C., Krabbendam, L., Spauwen, J., Kaplan, C., Lieb, R., Wittchen, H. U., Van Os, J., «Prospective cohort study of cannabis use, predisposition for psychosis, and psychotic symptoms in young people», en British Medical Journal 330, 2005, pág. 11.

32 Greenberger, D., Padesky, C. A., Mind over Mood, op. cit.

33 Ibid.; Beck, A. T., et. al., Cognitive Therapy of Depression, op. cit.

34 Greenberger, D., Padesky, C. A., Mind over Mood, op. cit.

35 Ibid.

36 Gumley, A., White, C. A., Power, K., «An interacting cognitive subsystems model of relapse and the course of psychosis», en Clinical Psychology and Psychotherapy 6, 1999, págs. 261-278.

37 Birchwood, M., Smith, J., Macmillan, F., Hogg, B., Prasad, R., Harvey, C., Bering, S., «Predicting relapse in schizophrenia: the development and implementation of an early signs monitoring system using patients and families as observers», en Psychological Medicine 19, 1989, págs. 649-656.

38 Herz, M. I., Melville, C., «Relapse in schizophrenia», en American Journal of Psychiatry 127, 1980, págs. 801-812.

39 Gumley, A. I., O’Grady, M., McNay, L., Reilly, J., Power, K., Norrie, J., «Early intervention for relapse in schizophrenia: results of a 12-month randomised controlled trial of cognitive behaviour therapy», en Psychological Medicine 33, 2003, págs. 419-431.

40 Morrison, A. P., «The interpretation of intrusions in psychosis: an integrative cognitive approach to hallucinations and delusions», op. cit.

41 Healy, D., Psychiatric Drugs Explained, Londres, Elsevier, 5.ª ed., 2005.

42 Ibid.

43 Ibid.

44 Pitt, L., Kilbride, M., Nothard, S., Welford, M., Morrison, A. P., «Researching recovery from psychosis: a user-led project», en Psychiatric Bulletin 31, 2007, págs. 55-60.

Índice

Editores

Prólogo a la edición española

¿Es posible la autoayuda en las psicosis? Jorge L. Tizón

Agradecimientos y una nota de introducción

1.   ¿Qué es la psicosis?

¿Qué es la psicosis?

¿Importa el diagnóstico?

2.   ¿Son anormales mis experiencias?

¿Cuál es la frecuencia de los diagnósticos psiquiátricos como el de esquizofrenia?

¿Con qué frecuencia se oyen voces?

¿De dónde vienen las voces?

¿Por qué algunas personas se sienten perturbadas por sus voces?

¿Es frecuente sentirse paranoico?

¿Con qué frecuencia se tiene otro tipo de creencias inusuales?

¿De dónde vienen las creencias delirantes?

¿Por qué algunas personas se sienten perturbadas por sus creencias inusuales?

¿Son anormales mis propias experiencias?

¿Debería buscar ayuda?

3.   ¿Seré siempre así?

4.   ¿Qué me está pasando?

Descomponer los problemas para entenderlos: el método de la terapia cognitiva

Las experiencias de Calvin

¿Cómo me siento?

Entonces, ¿qué papel desempeña el pensamiento?

Ideas (o cómo interpretamos los acontecimientos)

¿Cómo podemos identificar los pensamientos automáticos?

Comportamientos

5.   Evaluando sus pensamientos

Evaluando la preocupación por los acontecimientos que han sucedido

Preocupación por las voces

Evaluando la preocupación por el contenido de las voces

Evaluando su preocupación por lo que las voces le ordenan

Evaluando los efectos sobre los sentimientos

Formando su propia opinión alternativa o equilibrada

La opinión alternativa equilibrada de Calvin

6.   Evaluando sus pensamientos mediante la modificación de su conducta

¿Qué quiere descubrir?

Experimentos

Experimentos conductuales

7.   Estrategias de afrontamiento útiles y perjudiciales

Afrontar la psicosis

Afrontar el estigma asociado con los problemas de salud mental

Afrontar la vida cotidiana

Estrategias de afrontamiento alternativas

8.   Sintiéndose bien con uno mismo

¿Por qué persisten las creencias?

Identificando las creencias básicas

Evaluando creencias básicas

Ficha de creencias básicas

9.   Manteniéndose bien

Aplicación práctica

Firma de recaída

Formulación

La formulación de Cath

Su formulación

10. Uso de medicamentos

Algunos antecedentes

Fármacos antipsicóticos: los hechos

Algunos mitos sobre el tratamiento antipsicótico

Comprendiendo los efectos de su medicación: obtener información

Averiguando si sus medicamentos están ayudándole

Manteniendo su tratamiento farmacológico

Decidiendo abandonar los medicamentos

11. La recuperación

El camino de Calvin hacia la recuperación

El camino de Cath hacia la recuperación

Su camino hacia la recuperación

12. ¿Quién puede ayudarme?

Otras páginas de interés

Referencias bibliográficas

Formularios

Índice temático

Índice temático

A

abuso alcohólico

— emocional

— infantil

— sexual

acatisia

actividad cerebral

acupuntura

afecto aplanado

afrontar el estigma

afrontar la vida cotidiana

agranulocitosis

alucinación

— auditiva-verbal

— olfativa

— visual, véase también alucinación auditiva-verbal

analogía informática con esquizofrenia

anfetamina

ansiedad

ansiolíticos

antidepresivos

antipsicóticos

— combinación de

— dosificación de

— mitos sobre los

— efectos secundarios de los

— explicaciones de

— medicación y

— origen de

— prevalencia de

— preocupaciones por

apoyo social

arritmias cardíacas

aumento de peso

autoestima

C

cannabis

carbonato de litio

cefaleas

clorpromacina

clozapina

cocaína

conciencia de uno mismo

conductas

— modificación de

— seguridad de

confinamiento solitario

consejero

coordinadores de casos

creencias básicas

— identificación de

— evaluación de

— inusuales

— negativas

— negativas, perpetuación de

— negativas, síndrome neuroléptico

crisis oculogírica

D

delirios

— de control

— de persecución

— de referencia

— paranoides

depresión maníaca véase también trastorno bipolar

diabetes

dieta

discinesia

— tardía

discurso interior

disfunción sexual

distonía

depresión

— psicótica

dopamina

duelo

E

ejercicio

emoción

enfermero psiquiátrico comunitario

enfoques basados en la evidencia

epilepsia

esquizofrenia

— desenlace de

— paranoide

— recuperación de

estado de ánimo

— trastornos del

— estabilizadores del

estilo de razonamiento

estrategias de afrontamiento

— alternativas

— inútiles

estudios

experimentos

— conductuales

expresión emocional

éxtasis

F

fantasmas

farmacéutico

fármacos

— anticonvulsionantes

— neurolépticos, véase también anti-psicóticos, medicación

fenómenos parapsicológicos

firma de recaída

formulación

fortalecimiento de uno mismo

fuentes de ayuda

función hormonal

G

generación de alternativas

grupos de autoayuda

— de usuarios

H

Hearing Voices Network

I

ideas

— automáticas

— equilibradas

— evaluación de

internamiento

L

líneas de tiempo

locura

LSD

M

masaje

medicación

medicamentos depot

médicos generales

memoria

MIND

N

National Institute for Mental Health in England

National Schizophrenia Fellowship

náuseas

O

oír voces véase también alucinación auditiva-verbal

P

palpitaciones

paranoia

parkinsonismo

pasatiempos

pensamiento

— automático

— equilibrado

— negativo

— positivo

— registros de

— transferencia de

prevalencia de paranoia

problemas de concentración

— de sueño

privación de sueño

problemas alimentarios

— emocionales

pródromo de recaída

prozac

psicólogos clínicos

psicosis

— afrontar la

— y creatividad

— definiciones de

— desenlace de

— paranoide

— puerperal

— recuperación de

psiquiatras

R

reflexología

Rethink

retraimiento social

S

SANE

setas mágicas

sentimientos

— falta de

serotonina

sesgo de interpretación

— de memoria

síntomas prodrómicos

sitios de Internet

subvocalización

suicidio

T

técnica de la flecha descendente

telepatía

temor a la hospitalización

temores de conspiración

terapia cognitiva (conductual)

— intermitente

— profiláctica

terapeuta ocupacional

terapias alternativas

trabajador social

trastorno bipolar

— delirante

— esquizoafectivo

— psicótico

trauma

FICHA LIBRO:

 

BIOGRAFÍAS:

 

ANTHONY P. MORRISON es profesor en la Clínica Psicológica de la Universidad de Psicología de Mánchester y coordina el Programa de intervención precoz en psicosis de la Asociación de Salud Mental de Bolton, Salfort y Trafford.

 

JULIA C. RENTON es psicóloga clínica y dirige la prestación de asistencia de terapia cognitiva en el programa de intervención precoz.

 

PAUL FRENCH es investigador en terapias cognitivas en la Universidad de Mánchester y director asociado de los Servicios de Intervención Precoz de Bolton, Salfort y Trafford Mental Health Trust.

 

RICHARD P. BENTALL, es doctor en Psicología Experimental por el University College of North Wales, Bangor, diplomado en Psicología Clínica por la Universidad de Liverpool, y licenciado en Filosofía aplicada al Sistema Sanitario por el University College Swansea. En 1989 recibió el British Psychological Society's May Davidson Award por su contribución a la psicología clínica. Es profesor de Psicología Clínica Experimental en la Universidad de Manchester, editor de Reconstructing Schizophrenia (1990) y autor de Madness Explained: Psychosis and Human Nature (2003).

 

OTROS TÍTULOS DE INTERÉS:

Richard P. Bentall

Medicalizar la mente (ebook)

 

Joanna Moncrieff

Hablando claro (ebook)

 

Rafael Penadés y Cristóbal Gastó

El tratamiento de rehabilitación neurocognitiva en la esquizofrenia (ebook)

 

John Read, Loren R. Mosher y Richard P. Bentall

Modelos de locura

 

Anthony P. Morrison, Julia C. Renton, Hazel Dunn, Steve Williams y Richard P. Bentall

La terapia cognitiva de la psicosis

 

Jorge L. Tizón

Entender las psicosis

 

Jim Geekie y John Read

El sentido de la locura

 

Pirkko Turpeinen-Saari

Adolescencia, creatividad y psicosis

A Soph y Lula,

por su contribución masiva a mi propio bienestar.

Anthony Morrison

 

A Lawrie, Thomas y Oliver,

con amor y agradecimiento.

Julia C. Renton

 

A Delia, Chloe, Nadia y Ben,

con mucho amor.

Paul French

 

A Aisling, Keeva y Flintan.

Richard P. Bentall

Editores

Anthony P. Morrison es profesor en la Clínica Psicológica de la universidad de Manchester y director asociado de los Servicios de Intervención Precoz de Bolton, Salford y Trafford Mental Health Trust.

 

Julia C. Renton es psicóloga clínica consultora en Bedfordshire and Luton Mental Health and Social Care Partnership Trust.

 

Paul French es investigador en terapias cognitivas en la universidad de Manchester y director asociado de los Servicios de Intervención Precoz de Bolton, Salfort y Trafford Mental Health Trust.

 

Richard P. Bentall es profesor de Psicología Clínica en la universidad de Bangor.

Prólogo a la edición española

¿Es posible la autoayuda en las psicosis?

Jorge L. Tizón

Expresada así, la pregunta puede parecer una mera cuestión retórica o incluso una perogrullada. Rápidamente, podrá aducirse que por supuesto que en las psicosis eso es posible, como en cualquier otra situación humana. Desde la perspectiva psicodinámica-psicoanalítica se recordará que, siguiendo la tradición de Bion y Rosenfeld, es fundamental considerar que en cada paciente con psicosis existen aspectos o partes tanto «sanos» como «enfermos». Sin embargo, ese reconocimiento teórico generalizado no suele plasmarse en las prácticas técnicas ni en el día a día del tratamiento de los pacientes con psicosis: ambos campos siguen estando dominados por actitudes muy asimétricas y distantes, cuando no directamente «profesorales», controladoras, antidemocráticas y sectarias: es como si –teniendo en cuenta las indudables limitaciones cognitivas y relacionales que poco a poco van invadiendo a estos pacientes si no median activos e intensos tratamientos– se diera por supuesto que ellos no pueden hacerse cargo ni de sus vidas ni, mucho menos, de su trastorno. Y evidentemente, la psicosis supone una afectación de esas capacidades, pero ¿la experiencia clínica cuidadosa o los estudios realizados apoyan esa falta de consideración de los pacientes, esa no inclusión de sus opciones, de sus opiniones y de ellos mismos como sujetos en los planes y técnicas terapéuticas?

Otra cosa diferente es que, cuando hablamos de «autoayuda en los trastornos mentales» lo hagamos pensando que eso evita el contacto y la ayuda con otras personas, con otros sujetos y, entre ellos, con los profesionales. Esa deformación de lo que es «autoayuda», que a menudo se confunde con «auto-curación» o con «rechazo narcisista de la ayuda de los otros» o «de los profesionales» ha llevado a los autores de este volumen a recordarnos que prefieren no enfocarlo como un libro de «autoayuda». Rechazan su uso en ese sentido deformado que la «autoayuda» ha ido recibiendo entre nosotros, y postulan este volumen como una herramienta que ayude a los afectados que están haciendo una terapia con un profesional de la salud mental con una formación adecuada.

El tema posee una profundidad sociológica y clínica en la cual no podemos entrar aquí. En efecto, puede que parte de las reacciones de rechazo de la psiquiatría y la psicoterapia oficiales, habituales o dominantes, provenga de una reacción especular ante las actitudes aún tan sumamente asimétricas, cuando no dogmáticas y altaneras, por parte de esas disciplinas para los pacientes con psicosis. Por ende, porque se trata de actitudes aún mucho menos sostenibles y defendibles en un mundo dominado por Internet y los medios de comunicación (e incomunicación) de masas. ¿O es que aún nos creemos que los pacientes y sus familias no acuden a Internet en busca de las explicaciones que nuestros dispositivos de salud mental no quieren, no pueden o no saben darles? En ese sentido, si bien en Internet existen algunos «sitios» muy adecuados para tales consultas –varios de ellos citados en este libro–, la red de comunicaciones mundial se halla asimismo infestada de artículos, informaciones y explicaciones carentes de la mínima seriedad, rigor y cuidado para estos pacientes y sus familias. De ahí que concentrar en un libro aportaciones concretas para los enfermos de psicosis de cuatro profesionales y terapeutas con amplio reconocimiento en estos ámbitos posee un más que indudable valor.

Porque, a otro nivel, todavía muchos psiquiatras, libros de psiquiatría e informaciones psiquiátricas se muestran de forma auténtica transidos por una visión de esos pacientes que procede de otros tiempos y ámbitos: de las experiencias con las instituciones para pacientes con psicosis más descompensadas. Aún hoy estos pacientes deben ingresar en instituciones enormemente medicalizadas y basadas en la más radical asimetría asistencial que conocemos en el campo de los cuidados de la salud: los servicios de psiquiatría de hospital general y los de psiquiatría de hospitales monográficos. La asimetría es tan patente como que algunos de los pacientes, para ingresar, tienen que ser desprovistos incluso de algunos de sus derechos básicos como ciudadanos. Se trata de una realidad que sigue siendo indispensable en algunos ingresos, que han de hacerse en contra de la voluntad del paciente, por supuesto. El problema mayor es que luego buena parte de la pragmática de la institución y de sus profesionales mantenga en muchos otros ámbitos del cuidado de estos pacientes esas tendencias a la asimetría relacional y al control, más que al intercambio relacional o a la ayuda psicoterapéutica, como muy bien explicaban las narraciones incluidas en el libro de Hardcastle y colaboradores y en algún otro, publicados en esta misma colección. Otra consecuencia es que cada vez haya más voces psiquiátricas exigiendo el «tratamiento ambulatorio involuntario»… sin aclarar, por ejemplo, que están hablando, en pura metonimia, del «tratamiento farmacológico», como si todos aquellos no hospitalarios de las psicosis, o al menos los principales, fueran los farmacológicos (cuestión más que dudosa). Y, además, como si la aceptación mínimamente estable de un tratamiento con neurolépticos actualmente pudiera hacerse sin la colaboración de técnicas psicoterapéuticas.

Esas actitudes técnicas y profesionales, tan partidarias de la asimetría paciente/terapeuta y de los tratamientos involuntarios o poco psicológicamente motivados, han de ser discutidas hoy desde numerosos puntos de vista: político-democráticos, técnicos, teóricos, humanos… Los técnicos deberíamos mejorar nuestra sensibilidad y nuestras técnicas de trabajo para conseguir que los tratamientos que juzgamos necesarios para un paciente y su familia puedan ser aceptados por ellos como sujetos y como personas. La realidad es que en tal aceptación debería hallarse implícita la consideración del paciente completo. Y la única forma en que podemos lograrlo es apoyándonos en las partes sanas de la personalidad de los pacientes y en los elementos resilientes bien patentes de ellos mismos y de sus familias y grupos sociales, a menudo desbordados ante el impacto psicosocial desestructurante que supone la psicosis. No olvidemos que, como antes decíamos, muchos de los pacientes que actualmente muestran los síntomas de una psicosis aguda, consultan Internet y navegan por la red comunicacional, a veces, más horas al día de lo que sería recomendable. No olvidemos tampoco que muchos de esos pacientes han pasado los últimos meses o años anteriores a que su trastorno sea diagnosticado, incluso viajando por el mundo real (no digital) y realizando proyectos para empresas transnacionales, o yendo en migraciones de meses y años, atravesando países, culturas y situaciones totalmente extrañas para ellos. En ocasiones, han podido hacerlo así durante años, a pesar de su psicosis; y me estoy refiriendo a personas concretas, conocidas y tratadas por sus psicosis en algunos de nuestros dispositivos. Debería resultar evidente para nosotros la existencia de esas partes sanas, de esas capacidades de afrontamiento y resiliencia, para que hayan conseguido mantener esa vida autónoma incluso en situaciones tan estresantes durante meses y años. Es decir: que incluso en la situación de psicosis aguda y subaguda persisten capacidades y posibilidades resilientes bien patentes.

A esa parte de la personalidad de los pacientes o posibles pacientes va dirigido este libro. No a la persona que aún protagoniza los libros de la psiquiatría más oficialista, los manuales de las técnicas e instituciones de la psiquiatría clásica y/o incluso la imaginería popular, sino a los pacientes que, antes o después del primer episodio de psicosis aguda, han vivido años y seguirán viviendo decenios con esas tendencias ambivalentes dentro de ellos: a la integración y a la desintegración, al contacto y al aislamiento, a la mentalización y a la desmentalización... Hemos de considerar que la única forma de atender esas tendencias patológicas son las que les proporcionamos desde fuera, ¿les damos unas técnicas supuestamente preparadas para hacerlo? Evidentemente no, y ése es el punto de partida de este libro.

Si abandonamos la seudoseguridad de las teorías y técnicas hasta ahora frecuentemente desplegadas para «tratar» las psicosis y tratar acerca de ellas, tenemos mucho que aprender de los métodos de contención y resiliencia que esos pacientes y sus familias se aplican durante años. Pero para ello, deberíamos forzarnos a un cambio de perspectiva teórico-técnica que no todos podemos o deseamos realizar: abandonar el pesimismo terapéutico que ha regido en nuestra aproximación a esos trastornos (posiblemente influido por el modo de nuestras instituciones para tratarlos, así como por el hecho de que comenzamos a tratarlos años o decenios después de que el trastorno haya comenzado); abandonar las actitudes antidemocráticas, excesivamente asimétricas o autoritarias en las aproximaciones profesional-consultante, salvo en contadas situaciones de urgencia y puntuales; replantearnos el tipo y organización de nuestras instituciones actuales para atenderlos, tanto hospitalarias como extrahospitalarias, a menudo estereotipos de acartonamiento, inmovilismo y totalitarismo donde los haya… Por ejemplo, ya es hora de que esas instituciones tan medicalizadas y jerarquizadas que hemos creado durante el siglo xx dejen de seguir llamándose y construyéndose como hospitales y en hospitales: «servicios de internamiento hospitalarios», «hospitales psiquiátricos» (cuando son residencias biológicamente asistidas), «hospitales de día» (cuando son o deberían ser instituciones para tratamientos psicosociales intensivos), etcétera. Porque seguimos llamándolas así incluso cuando los tratamientos que aplican son fundamentalmente psicológicos y psicosociales, como en muchos de los mejores «hospitales de día»… Parece evidente que, salvo en el caso de unidades superespecializadas para un número seleccionado de sujetos con gran componente biológico en su situación patológica, las instituciones psiquiátricas hospitalarias que hoy siguen dominando la asistencia deberían ser sustituidas paso a paso por servicios comunitarios psicosocialmente integrados (proactivos y orientados a la detección y atención precoces, a la ayuda a las familias y a los grupos sociales con riesgo de psicosis), por residencias para crisis, por residencias «a medio camino» y alojamientos asistidos, etcétera. Ésa es la «cuarta reforma de la atención psiquiátrica», que hoy considero cada vez más urgente poner en marcha y en la cual, posiblemente, los sistemas biológicos de tratamiento han de cumplir una función, pero mucho menos dominante y excluyente de la que poseen en la actualidad. Por supuesto que, en esa alternativa, la perspectiva biológica de la psiquiatría –y las empresas que la fabrican– deberán aceptar estar integradas en el conjunto de actividades y equipos comunitarios, integradores de lo biológico, lo psicológico y lo social, para la atención a este tipo de pacientes (y a sus familias).

Desde esa perspectiva alternativa, han escrito Morrison, Renton, French y Bentall el libro que el lector tiene entre sus manos: para dar herramientas, medios de comprensión, afrontamiento y resiliencia al propio paciente y a su familia. Un trabajo que creo que es cada vez más útil. Un trabajo que no es nuevo, puesto que allá por los años setenta del siglo xx intenté contribuir al mismo cuando me atreví a escribir un libro con esos objetivos.1 Pero el volumen que el lector tiene entre sus manos posee un enfoque diferente, desde luego: mucho más práctico al tiempo que más actualizado y orientado, además, por una de las perspectivas de la psicología actual más avanzada en la defensa de otra consideración para las psicosis: la perspectiva o paradigma cognitivo-conductual.

Más de un clínico o autor, tanto de orientación psicoanalítica o psicodinámica como incluso del mismo modo de pensar teórico de los autores, podría tachar esta obra de «superficial, en exceso optimista, hipomaníaco o (incluso) peligroso»… Cierto que algunos pacientes con psicosis tal vez tomen alguna de sus páginas e indicaciones de forma que pueda favorecer el trastorno o hasta de manera que dificulte la relación con sus terapeutas. Es un peligro real, como en muchos otros libros de divulgación y manuales de autoayuda o como el mismo Internet.

Pero, nuevamente, tal vez parte de esos temores se hallan aún demasiado lastrados por una perspectiva muy asimétrica con respecto a las capacidades mentales y de juicio de la realidad de los pacientes con psicosis y, sobre todo, por una perspectiva individualista de su tratamiento, no basada en auténticos equipos integrados que usen los medios comunitarios para ayudar a estos pacientes. Algunas de esas críticas parten quizás de una perspectiva científica que considera las psicosis tan sólo como «enfermedades genéticas del cerebro» y no como trastornos profundos de la vivencia y de las relaciones del sujeto.

A menudo, los libros y trabajos que proporcionan técnicas y herramientas para que el sujeto pueda hacerse cargo al menos de una parte de sus enfermedades o trastornos, y más en el ámbito del trastorno mental, son criticados desde diversas perspectivas, con la idea de que pueden facilitar que la información o las recomendaciones contenidas en los mismos alimenten la delusión,2 el autoengaño y los mecanismos de defensa psicóticos. Pero si contamos con equipos integrales, interprofesionales e interparadigmáticos, bien en contacto con la comunidad, tal vez esos profesionales y equipos pueden contrarrestar (o ayudar a hacerlo) incluso el englobamiento o la utilización de estas propuestas por la parte psicótica de la personalidad de los lectores –suponiendo que, previamente, antes, tal dinámica haya desbordado sus partes sanas, sus capacidades de juicio y resiliencia.

Por otra parte, para los profesionales y técnicos potencialmente lectores, si parten de esa otra perspectiva o de esas posibilidades, un libro como el aquí se presenta puede cobrar incluso nuevos sentidos: por ejemplo, podría ser utilizado por otros miembros de los equipos comunitarios o de la propia comunidad para ayudar a las personas afectadas… Aunque de entrada, esta posibilidad resulte extraña o poco probable, y más en algunos países como el nuestro, cuyos servicios se hallan en exceso centrados en los fármacos y en perspectivas biológicas…

Pero otras perspectivas son posibles, otros mundos son posibles. Máxime por el optimismo y la frescura con que escriben Morrison, Renton, French y Bentall, haciéndonos acompañar a Calvin y Cath en sus experiencias, sentimientos, pensamientos, delusiones y alucinaciones, y formas de afrontar y contenerlas…

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