Portada: La hora de la estrella. Clarice Lispector
Portadilla: La hora de la estrella. Clarice Lispector

Créditos

Edición en formato digital: octubre de 2015

 

Título original:

A hora da estrela

En cubierta: fotografía de © Paulo Gurgel Valente

Diseño gráfico: Ediciones Siruela

© Clarice Lispector, y Herederos de Clarice Lispector, 1977

© De la traducción, Ana Poljak

© Ediciones Siruela, S. A., 1989, 2014, 2015

 

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Ediciones Siruela, S. A.

c/ Almagro 25, ppal. dcha.

www.siruela.com

 

ISBN: 978-84-16465-31-6

 

Conversión a formato digital: María Belloso

Dedicatoria del autor
(En verdad, Clarice Lispector)

He aquí que dedico esto al viejo Schumann y a su dulce Clara, que hoy ya son huesos, ay de nosotros. Me dedico a un color bermejo, muy escarlata, como mi sangre de hombre en plenitud y, por lo tanto, me dedico a mi sangre. Me dedico sobre todo a los gnomos, enanos, sílfides y ninfas que habitan mi vida. Me dedico a la añoranza de mi antigua pobreza, cuando todo era más sobrio y digno, y yo no había comido langosta. Me dedico a la tempestad de Beethoven. A la vibración de los colores neutros de Bach. A Chopin que me reblandece los huesos. A Stravinsky que me llenó de espanto y con quien volé en fuego. ¿A Muerte y transfiguración, donde Richard Strauss me revela un destino? Sobre todo me dedico a las vísperas de hoy y a hoy, al velo transparente de Debussy, a Marlos Nobre, a Prokófiev, a Carl Orff, a Schönberg, a los dodecafonistas, a los gritos ásperos de los electrónicos; a todos esos que en mí tocaran regiones aterradoramente inesperadas, a todos esos profetas del presente y que me vaticinaran a mí mismo hasta el punto de que en este instante estallo en: yo. Ese yo que son ustedes porque no aguanto ser nada más que yo, necesito de los otros para mantenerme en pie, tonto que soy, yo torcido, en fin, qué hacer sino meditar para caer en aquel vacío pleno que solo se alcanza con la meditación. Meditar no tiene que dar resultados: la meditación puede verse como fin de sí misma. Medito sin palabras y sobre la nada. Lo que me confunde la vida es escribir.

Y..., y no olvidar que la estructura del átomo no se ve pero se conoce. Sé muchas cosas que no he visto. Y ustedes también. No se puede presentar una prueba de la existencia de lo que es más verdadero, lo bueno es creer. Creer llorando.

Esta historia ocurre en un estado de emergencia y de calamidad pública. Se trata de un libro inacabado porque le falta la respuesta. Respuesta que, espero, alguien en el mundo me dará. ¿Ustedes? Es una historia en tecnicolor, para que tenga algún adorno, por Dios, que yo también lo necesito. Amén por todos nosotros.

La hora de la estrella

 

LA CULPA ES MÍA

O

LA HORA DE LA ESTRELLA

O

QUE ELLA SE APAÑE

O

EL DERECHO AL GRITO

firmaclarice.jpg 

EN CUANTO AL FUTURO

O

LAMENTO DE UN BLUE

O

ELLA NO SABE GRITAR

O

UNA SENSACIÓN DE PÉRDIDA

O

SILBIDO EN EL VIENTO OSCURO

O

YO NO PUEDO HACER NADA

O

REGISTRO DE LOS HECHOS PRECEDENTES

O

HISTORIA LACRIMÓGENA DE CORDEL

O

SALIDA DISCRETA POR LA PUERTA DEL FONDO