Andreu González Castro
Armando Luigi Castañeda
Andreu González Castro (L’Hospitalet de Llobregat, 1974) ha publicado cinco trabajos en verso: Currículum vítae (Madrid, 2002), Obra Nueva (Granada, 2004), Retablo de Nueva York (Sevilla, 2005), Epigrames del Mas d’en Gall (Granollers, 2007) y Maniobras diversivas (Murcia, 2008).
También ha coordinado juntamente con Iván Sánchez Moreno La palabra justa. Homenaje a José Carol (Barcelona, 2009) y ha publicado el libro de relatos Safata d’entrada (Lérida, 2009). Ha ganado varios concursos literarios para menores de 35 años por todo el Estado, como los de poesía de la Universidad de Sevilla (2004) o el Miguel Hernández (2005). Su primera novela, Bon cop de falç!, coescrita con Ramon Gasch, recibió el premio Néstor Luján de Novela Histórica 2011.
Es colaborador de la revista mensual de pensamiento y cultura El Ciervo.
Armando Luigi Castañeda (1970) es autor de libros de contenido filosófico y moral como Mujer desnuda mirando a un enano negro arrodillado (1995), Historia de la burra y la motocicleta (1997), La crisis de la modernidad (1997) —este sí que parece serio, pero sólo es el título— y Guía de Barcelona para sociópatas (2007). El autor ha seguido una línea recta en su vida que se refleja en su trayectoria laboral: abogado interno de una multinacional en Latinoamérica, vendedor de telefonía móvil, traductor, vigilante de museo, propietario de un pequeño bar en Gràcia con espectáculos en vivo, redactor publicitario y recepcionista de hotel. Desde los veinte años, cuando estuvo a punto de ganar un concurso literario casi importante, ha ejercido de joven promesa de la literatura latinoamericana. Veinte años más tarde, hay algunos que dudan de que sea todavía joven, pero nadie discute que sea una promesa (de hecho, la mayoría cree que no pasará de aquí).
Sí, lo sabemos: hay verdades tan evidentes que no necesitan demostración. Pero, ¿quién no se las ha tenido alguna vez con un hooligan del Madrid incapaz de reconocer la superioridad y la grandeza de los azulgranas? ¿No os ha pasado que, en momentos como aquél, querríais tener un buen libro a mano, con tapa dura, mil doscientas páginas, ilustraciones a todo color, casi veinte kilos, para demostrar con los hechos lo que el otro no quiere entender con palabras? Pero, está claro, hacer callar a los incrédulos de un golpe de libro en la cabeza está mal visto y, encima, parece que lo prohíbe la ley. Por eso os proponemos este breve resumen de sólo cien de los infinitos motivos que hacen del FC Barcelona un club de fútbol muy superior a cualquier otro, y todavía más al Real Madrid. Gracias a nuestro libro y a sus explicaciones usted podrá humillar sin ofender, hacer callar sin exigir silencio, iluminar sin encender la luz y, sobre todo, dormir con la conciencia tranquila, apoyado por argumentos inteligentes, fundamentados, irrefutables, capaces de terminar en pocos minutos lo que, muchas veces, degenera en una agria disputa. Eso sí: una vez terminada la discusión sobre fútbol, no se vale hablar de política.
100 motivos
para ser del Barça
• Colección Cien × 100 — 4 •
(y no ser del Madrid)
Primera edición: marzo de 2012
© del texto: Andreu González Castro y Armando Luigi Castañeda
© de esta edición: Lectio Ediciones
Edita: Lectio Ediciones
C/ de la Violeta, 6 • 43800 Valls
Tel. 977 60 25 91
Fax 977 61 43 57
lectio@lectio.es
www.lectio.es
Diseño y composición: Imatge-9, SL
ISBN: 978-84-16918-06-5
Producción del ebook: booqlab.com
Introducción
1. El mejor club de la historia desde que las estadísticas son fiables
2. El equipo más antiguo de la Liga (o casi)
3. El Barça es el único club del Estado español que tiene los tres trofeos más importantes de Europa
4. Tenemos más Copas de Europa
5. Tricampeones
6. El cuadruplete
7. El quintuplete
8. Nosotros ganamos la primera Liga
9. Tenerife: ¿Nacieron de pie?
10. Una paliza en el Bernabéu
11. El rey de la Copa
12. Ellos son una pandilla de freakies (o eso dice la Frikipedia)
13. Nosotros tenemos los mejores jugadores vivos
14. Ellos dicen que son “galácticos”, pero el Barça ha sido el primero equipo que ha entrado en contacto con una estación espacial
15. El equipo soy yo
16. Quizá no somos tan guapos, pero tenemos más encanto
17. Las suyas son públicas
18. Tímido, no tonto
19. El mejor gol del siglo XXI lo ha marcado un barcelonista
20. Calidad artesanal
21. La receta de la abuela
22. Ellos lo pagan caro
23. El Viejo Mundo, la tierra de las oportunidades
24. Un tema delicado
25. Larga vida al rock & roll
26. Dos cowboys de lujo para el Barça en su primera Copa de Europa
27. El Barça es el club con más Botas de Oro
28. El Barça tuvo a Eto’o, uno de los mejores jugadores africanos de la historia; el Real Madrid, no
29. Cuando es de oro, el Madrid no toca pelota
30. El Barça es el equipo en que sueña jugar Oliver Aton
31. Culés y catalanes sin selección nacional propia, cuando juegan con España, ganan
32. El jugador más importante de la historia del fútbol europeo
33. El efecto Barça: lo universal de lo particular
34. El Barça es más que un club
35. El Barça es el ejército desarmado de Cataluña
36. El Barça enarbola la bandera de Cataluña
37. El Barça está a favor del catalán
38. El Barça apoya a la música catalana
39. El Barça es Cataluña
40. No pasarán
41. Golear con modales
42. Dime qué club usas y te diré quién eres
43. Los demonios
44. Nosotros no tenemos a ningún Guruceta
45. El Camp Nou, un campo con cinco estrellas según la UEFA
46. El terreno de juego es más pequeño porque nuestros jugadores tienen mejor técnica
47. El Barça es el equipo que atrae más público
48. Más y mejor (es decir, los más mejores)
49. Ni Picasso ni Dalí, ¡el Barça!
50. Intelectuales como Rafael Alberti o artistas como Gardel han alabado al Barça
51. Barça más allá de la muerte
52. Nuestro himno no engaña
53. Entre una camiseta y otra no hay color
54. El derbi filológico
55. El misterio de los colores
56. El escudo mutante
57. El Barça respeta a la tercera edad
58. Muchísimos socios, aunque se fue el primero
59. El jugador número 12
60. La vuelta al mundo en 80 peñas
61. La primera peña de gays y lesbianas de la Liga
62. París-Dakar
63. Culés ilustres
64. Kobe Bryant es culé
65. El expresidente del gobierno español es culé
66. Fieles pero felices
67. Más correctos
68. El Barça mejora la vida sexual
69. ¡Al loro!
70. El Barça mantiene a raya a los radicales
71. Patrocinadores, no patrocinados
72. Más vale pronto que nunca
73. Una gira histórica
74. Shaolín Fútbol Park
75. Fútbol, televisión, política y otros negocios
76. Son 11 pero quieren 15
77. Si hoy es martes, esto es el KSK Beveren
78. Entre los 10 más mediáticos: Barcelona, 3 – Real Madrid, 0
79. Nos gusta que nos miren mientras lo hacemos
80. Giras mundiales vs cine para adolescentes
81. Clase y distinción
82. Nosotros respetamos a los rivales: what does it mean “chorreo”?
83. El efecto Guardiola: la unión hace la fuerza
84. La suerte está echada
85. El Maestro y su aprendiz
86. Un banquillo que quema, pero no tanto
87. Motín con tino
88. En el Barça, ¿disciplina alemana?
89. Lo pequeño es hermoso
90. Cobrar sin trabajar
91. Las americanas de Sala i Martín
92. Atrapados en la red
93. El Barça da más tema de conversación
94. El Barça fomenta la venta de coches
95. Mi padre es del Madrid
96. El Fútbol Club Barcelona no es Can Ràbia
97. Nosotros tenemos más sentido del humor
98. Un boti-boti por el Barça
99. Nuñito de la Calzada
100. Crackòvia
Cada vez que hemos dicho a alguien que estábamos escribiendo un libro titulado 100 motivos para ser del Barça, nos ha hecho la misma mueca de sorpresa y, como si le hubiésemos accionado un resorte, nos ha dirigido la misma pregunta: “¿Sólo cien?”. Es cierto: tal vez nos hemos quedado cortos, pero los libros deben terminar en un momento u otro, en algún lugar se debe poner el punto final y 100 parece una cifra redonda y adecuada.
Antes que nada conviene dejar claro que éste no es un libro tan circunstancial como pudiera parecer a primera vista, surgido del mejor Barça de todos los tiempos, a la estela del Barça de las 6 Copas. La idea de llevarlo a cabo es contemporánea a la consecución de la Liga de Campeones de la era de Frank Rijkaard, en el año 2006. La primera idea era escribirlo entre cuatro amigos. Por distintas razones, sólo dos hemos tirado adelante el proyecto, pero estaremos infinitamente agradecidos a Luis F. Zaurín y a Juan Pablo Caja por sus aportaciones a la escritura de esta obra que tienes en las manos. 100 motivos para ser del Barça es, sobre todo, el resultado de la complicidad literaria de un grupo de amigos que en 2009, el annus mirabilis del barcelonismo, terminaron esta serie de artículos divulgativos que habían empezado a escribir bastante tiempo antes.
El libro nació como una especie de argumentario de urgencia, útil para reforzar la autoestima del barcelonismo proporcionándole datos útiles en apoyo de la idea de que el FC Barcelona es el mejor club del mundo. Dicha idea inicial fue evolucionando y decidimos combinar la asepsia científica con una buena dosis de datos curiosos sobre el entorno azulgrana que actualizan el lema hoy universalmente aceptado de que “el Barça es más que un club”. Un lema que se explica por nombres y momentos estelares del barcelonismo de presencia obligada en estas págines: el 2-6 en el Bernabéu, el Guindi aplaudiendo a Ronaldinho en el coliseo madridista, Jordi Culé, Nuñito de la Calzada, Crackòvia, las Ligas de Tenerife, el gol de Iniesta en Stamford Bridge, Guardiola y el Pep Team, Messi, Laporta…
Nos gustaría que supieras que nosotros no somos unos fanáticos del deporte rey, sino barcelonistas de base. No somos socios del club, no vemos todos y cada uno de los partidos de los azulgranas, no somos amigos de ninguno de los jugadores ni de miembros de la junta directiva. Es más, hace muchos años uno de nosotros se cruzó con Romário por la Diagonal y le dijo con voz neutra al grupo de amigos con quienes andaba: “Mirad, Romário”. En seguida, uno de ellos corrió como un poseído hacia el astro brasileño para pedirle un autógrafo. Al cabo de unos segundos, un gentío se había amontonado sobre el Baixinho. El caso es que aquel día no conseguimos ninguna rúbrica sobre papel, pero tampoco nos importa. No nos ciega la mitomanía, porque más bien perseguimos poner sobre la mesa verdades que no necesitan demostración, evidencias que caen por su propio peso.
Confiamos en que los siguientes capítulos te sirvan para saborear nuevamente las glorias de la era Guardiola, pero también de toda una historia más que centenaria jalonada de momentos de épica y resistencia, de éxitos y humillaciones. ¡Força Barça!
La clasificación histórica del Ranking Mundial de Clubes es una lista de los 345 mejores clubes de fútbol de la historia elaborada por la IFFHS (siglas en inglés de la Federación Internacional de Historia y Estadísticas del Fútbol, creada en la ciudad alemana de Leipzig en 1984). Este ranking tienen en cuenta todos los resultados de ligas y copas, así como también las competiciones de los clubes de las seis confederaciones continentales, y de la FIFA, desde el 1 de enero de 1991.
La página web de dicha federación es concluyente en cuanto al periodo que va de 1872 a 1990: “El período entre 1872 y 1990 sólo se puede valorar subjetivamente, principalmente porque se toman los campeones nacionales e internacionales para establecer las referencias. De esto se deduce que los equipos que sólo disputan una competición no pueden ser valorados, bien porque consiguieron su título fácilmente o bien pese a sufrir numerosas derrotas. Simplemente no es posible establecer unas bases para igualar las opciones de todos los clubes participantes durante el período entre 1872 y 1990”.
Teniendo en cuenta los datos entre el 1 de enero de 1991 y el 31 de diciembre de 2009, que es el periodo fiable, el mejor club del mundo es el FC Barcelona, con 807 puntos, contando el triplete del 2009. En segundo lugar estaría el inglés Manchester United FC con 726 puntos, y en el tercer lugar hay un empate entre el Juventus italiano y el Real Madrid, con 633 puntos. La lista de los 20 ilustres se completa con los siguientes clubes: 4° AC Milan (ITA), 620; 5° Inter de Milán, 605; 6° FC Bayern de Múnich, 599; 7° Arsenal FC, 594; 8° River Plate, 503; 9° Chelsea FC, 491; 10° Liverpool FC, 455; 11° FC Oporto, 447; 12° AS Roma, 445; 13° AFC Ajax de Ámsterdam, 421; 14° Boca Juniors, 420; 15° Valencia CF, 398; 16° Parma, 373; 17° São Paulo, 368; 18° Glasgow Rangers FC, 364; 19° SS Lazio, 342; 20° Olympique de Lyon, 399.
En fin, que se trata de una clasificación actualizada, internacional, independiente, no de una historia de antiguas gestas ni una exhibición de preferencias del As o del Marca. Este hecho objetivo puede molestar a algunos madridistas, incómodos con aquello del “blanco y negro” de gran parte de sus Copas de Europa (por los colores de las imágenes de la televisión de la época y por el negro de los árbitros). Medio siglo más tarde, cuando ganan tres títulos entre 1996 y el 2000, acumulan fuerzas y comienzan con la propaganda autocomplaciente de que son el mejor club del siglo XX y de la galaxia. Sin embargo, la clasificación histórica del Ranking Mundial de Clubes, más allá de las discusiones de barra de bar, deja bastante claro quién es actualmente el mejor equipo del mundo.
Con la excepción del Recreativo de Huelva, que se fundó en 1889 y que está considerado el primogénito del fútbol estatal, el Barça es el equipo más antiguo de la Liga. En una primera asamblea que se celebró en el gimnasio Solé, donde asistieron los suizos Hans Gamper y Otto Kunzle; los ingleses Walter Wild, John y William Parsons; el alemán Otto Maier, y los catalanes Lluís d’Ossó, Bartomeu Terradas, Enric Ducal, Pere Cabot, Carles Pujol y Josep Llobet (los doce apóstoles del barcelonismo), el 20 de noviembre de 1899, nació el Foot-Ball Club Barcelona-1899, o sea, el Barça. Y la verdad es que no hay más que conocer un poco la historia del fútbol y, sobre todo, la de los clubes más antiguos del mundo, para darse cuenta de que, también en este deporte, la experiencia es un grado.
Un ejemplo claro lo tenemos con el Sheffield, club inglés nacido en 1855, el más antiguo del mundo. Este equipo británico logra unificar las reglas del fútbol dando lugar a las que luego fueron llamadas “Reglas del Club de Sheffield”; este paso resultó decisivo para reglamentar el deporte de la pelota. El Sheffield, además, inventó el larguero de madera, el córner y las faltas. ¿Se puede pedir más?
Otro buen ejemplo sería el Olympique de Lyon, club francés que vio la luz, primero, como club de rugby, y luego, en 1899, se convirtió en equipo de fútbol, el más antiguo de Francia. Este conjunto consiguió en 2007, atención, el sexto título consecutivo de campeón del país vecino.
Volviendo a la península Ibérica, el equipo más antiguo de Portugal, el Coimbra, nacido en 1876, fue en primera instancia una asociación deportiva de estudiantes, club que integró en su seno entidades de gran tradición como el Clube Atletic, fundado en 1861, y la Academia Dramática, nacida nada menos que en 1837.
Centrándonos en el Estado español, y como reflexión final, está claro que ser el equipo más antiguo de la Liga entre los grandes, no es necesariamente una garantía; pero si esto va acompañado de la tradición y de las victorias (también en Europa) del club azulgrana, el dato cobra relieve; más aún si se tiene en cuenta que cuando el Real Madrid nació (el 6 de marzo de 1902) el Barça ya había ganado un buen número de partidos y había metido un número de goles aún más importante.
A pesar del Real Madrid y de sus Copas de Europa, casi todas ganadas hace muchísimo tiempo, el único equipo estatal que ha ganado los tres trofeos más importantes de fútbol en el continente europeo es el Barça. Los títulos son la Copa de Europa, la Copa de Ferias / UEFA y la Recopa de Europa, competición esta última que el Barça ha ganado en cuatro ocasiones y que el Real Madrid nunca ha podido conseguir.
La trayectoria del Barça en Europa es, como sabemos, la más larga y extensa de todos los equipos de la Liga, ya que el azulgrana es el único equipo del Viejo Continente que, desde que hay competiciones europeas, en 1955, las ha disputado todas. Así, por tradición, por número de victorias y por haber ganado las tres competiciones más importantes, podemos decir que el Barça es más europeo que el Real Madrid.
El idilio del Barça con la Copa de Ferias, que obtuvo en tres ocasiones, nace con la obtención del trofeo en 1958, 1960 y 1966. Primero contra la selección de Londres, en 1958, empatando a 2 en Londres y endosándole un 6-2 en el Camp Nou. Después, en 1960, ante el Birmingham, contra el que el Barça empató a cero a domicilio y al cual propinó un 4-1 en casa. Finalmente, en 1966, ante el Zaragoza, contra el que perdió en casa por 0-1 y a quien, como visitante, endosó un 2-4.
Las gestas gloriosas del Barça en la Recopa, trofeo que ha ganado en cuatro ocasiones (1979, 1982, 1989 y 1997), se fraguan con victorias frente a equipos como el Fortuna de Düsseldorf, el Standard de Lieja, la Sampdoria y el París Saint Germain. La que mejor sabor de boca dejó fue la primera victoria; en la final, Charly Rexach falló un penalti en la prórroga, Migueli jugó con la clavícula inmovilizada y Krankl se presentó al partido después de que su mujer sufriera un accidente de tráfico que la tenía en el hospital.
La historia del Barça en la Champions League, como se denomina la Liga de Campeones de la UEFA desde 1992, tiene cuatro momentos álgidos en otras tantas finales grabadas a fuego en la memoria del barcelonismo. En 1991-92, en el estadio de Wembley (Londres), le ganó el trofeo a la Sampdoria por 1 a 0. En la temporada 2005-06, obtuvo el trofeo ante el Arsenal FC (en el Stade de France en Saint-Denis, París). En 2008-09, ganó en el estadio Olímpico de Roma al Manchester United. En 2010-11, nuevamente Wembley fue testigo de la toma de posesión del cetro europeo por parte del FCB, gracias a un 3-1 inapelable contra el ManU. Por ello Londres, París y Roma forman el triángulo mágico del barcelonismo.
Se puede decir que lo mejor de cada una de estas finales son los goles de Koeman en el minuto 111 ante la Samp, los goles de Samuel Eto’o y Belletti ante el Arsenal, y nuevamente Eto’o y Messi ante el Manchester de un Cristiano Ronaldo a quien Puyol logró sacar de quicio. Y los tres goles como tres soles de Pedro, Messi y Villa en 2011, verdaderas obras de arte.
Aunque a veces podría parecer lo contrario, no sólo del fútbol vive el hombre (y muchas mujeres). También están el baloncesto, el balonmano, el jóquey sobre patines y otras modalidades deportivas que, junto al deporte rey, han llenado las vitrinas azulgranas de trofeos. El Barça tiene un montón de trofeos, hay que decirlo. Si ponemos los ojos en el máximo galardón continental por clubes, la institución catalana atesora un buen montón: 4 de fútbol, 2 de baloncesto, 8 de balonmano y 19 de jóquey sobre patines. Haciendo números, resulta que se acumulan 33 máximos galardones europeos. El Madrid tiene 9 de fútbol y 8 de baloncesto. No está mal, pero de 33 a 17 hay una diferencia de 16, si no nos fallan las matemáticas. Así pues, se demuestra solo que el Barça es un equipo mucho más exitoso en Europa que el Real Madrid. Esta suma es aún más importante si se piensa en las victorias recientes, las obtenidas en el siglo XXI: 8 de jóquey, 3 de fútbol, 2 de baloncesto y 2 de balonmano. ¿Y el Madrid, qué ha hecho en el presente, en el siglo XXI, el que comenzó en 2001? Pues ha ganado dos: la primera y la última, la ganada en 2002 por los futbolistas.
El Barça no sólo es más que un club, como proclama la segunda gradería del estadio (con butacas amarillas sobre fondo azul), sino que es también más que una sección. En la Copa de Europa, la competición que realmente importa, en la que los equipos consiguen proyectarse más allá de las fronteras del Estado, importantísima porque es uno de los escaparates deportivos que concentra más miradas en todo el mundo, el FC Barcelona ha dado siempre el do de pecho. Sólo quien sea tan obtuso como para suponer que el balonmano o el jóquey sobre patines son meras cenicientas deportivas que no añaden nada al Club, podrá negarse a ver que con la Copa de Europa se hace evidente la primacía azulgrana en el viejo continente.
Considerando la totalidad de deportes que practica o ha practicado el Barça, se puede decir que sólo tiene un competidor digno: el Sporting Clube de Portugal (que algunos llaman incorrectamente de Lisboa). El equipo que formó a Luís Figo, Cristiano Ronaldo o Ricardo Quaresma es el primero del mundo en medallas ganadas por sus atletas en los Juegos Olímpicos y el segundo club con más títulos. El primero, por supuesto, es el Barça.
La propaganda madridista se ha encargado de enturbiar estas cifras y confundir al personal con aquellas absurdas chulerías de “la séptima”, “la octava”, “la novena”… No hay que asustarse frente a esta retórica triunfalista; simplemente se debe hacer ver a los desmemoriados que las matemáticas son infalibles. Que vayan contando, a ver, si es que saben. Que cuenten hasta 33 y vean que todavía tienen que recoger unos cuantos trofeos. Como dijo aquel, que n’aprenguin! (¡que aprendan de nosotros!).
El Barça de la temporada 2008-09 consiguió un hito que pocos equipos tienen a su alcance: el triplete de Copa, Liga y Champions. En Europa, sólo cinco clubes se han hecho con él: el Celtic de Glasgow (1967), el Ajax de Ámsterdam (1972), el PSV Eindhoven (1988), el Manchester United (1999) y el Inter de Milán (2010). Como dato curioso, cabe decir que en aquel Ajax jugaba el factótum Johann Cruyff y que en el PSV tricampeón también militaba un viejo conocido de la afición azulgrana, Ronald Koeman, el héroe de Wembley.
Por lo que respecta a naciones sin Estado, sólo el Celtic de Glasgow había conseguido la gesta en 1967. Aquel equipo tenía, además, la característica de que todos sus jugadores habían nacido dentro de un radio máximo de 50 kilómetros del centro de Glasgow.
Hasta el triplete, lo que el fútbol azulgrana sí tenía era un par de dobletes. Hasta el año 2009 el Barça había conseguido los dobletes de Copa de Europa y Liga, con Cruyff (1991-92) y Rijkaard (2005-06). Y en 2010-11 llegaría otro más, con Pep Guardiola en el banquillo.
De todos modos, es justo decir que se trata del primer triplete barcelonista por lo que respecta al equipo de fútbol, pero que en realidad es el décimo tercero en la historia de la entidad. Los jugadores de jóquey sobre patines han logrado la hazaña nada menos que ocho veces, tres veces lo han hecho los de balonmano y una los de baloncesto. El caso del jóquey es un ejemplo del “a mí me daban tres” en el ámbito del barcelonismo. Entre todos los entrenadores del jóquey azulgrana de los últimos seis lustros se han sumado ocho tripletes, desde la temporada 1976-77 hasta la 2006-07. En cuanto al balonmano, Valero Rivera consiguió tres tripletes, en las temporadas 1996-97, 1997-98 y 1999-00. Algún tiempo después, la sección de baloncesto se subió al carro del triplete el año en que ganó su primera Euroliga, con Pesic en el banquillo (2002-03). Aquel logro reivindicó a los históricos Epi, Solozábal, Norris y tantos otros que se quedaron muchas veces a las puertas de ganar la máxima competición europea de clubes. Por lo que respecta al fútbol, ha sido el último deporte en sumarse a la dominación aplastante de tres competiciones tan diferentes como son la que se gana por la regularidad, la del KO y la internacional de clubes.
Un diario de Madrid, el Marca, fantaseaba en el verano del 2009 con la posibilidad del triplete para los blancos: “El triplete es posible.” Sí, y las vacas vuelan, si lo dice La Vanguardia. Claro que es posible, ¡faltaría más!, pero no muy probable: se producen con una cadencia de uno por década —aunque el Inter de Milán consiguió romper esta estadística en 2009-10, consiguiendo la triple corona. Pero los madridistas no se lo han adjudicado nunca. Que la prensa deportiva de España siga jaleando a esta nueva camada de galácticos, que más dura será la caída.
En un mundo obsesionado por el éxito sin importar el cómo, donde el fin justifica los medios, el respeto por las normas parece algo ridículo por contraproducente. Sólo que si no se siguen los acuerdos mínimos, si las reglas del juego son constantemente violadas sin que se generen responsabilidades, se impone la anarquía, la ley de la selva, y todo el sistema se viene abajo (la crisis financiera que llevó a la recesión actual es un ejemplo que parece sacado de un librito de economía básica).
Todo esto parte de una idea derivada del mundo de los negocios: triunfan los que satisfacen sus intereses egoístas por encima de los intereses ajenos, quienes acaparan una cuota en el mercado desplazando a la competencia. Pero esta idea es mucho menos cierta de lo que parece, sobre todo cuando es sacada de su contexto de libre mercado en esterilizadas hipótesis de manuales de economía. Vale la pena destacar casos que muestran justamente lo contrario, y en ello es el Barça el que nos puede ayudar.
En la temporada 2008-09 el Barça ganó un cuarto título que, visto con los ojos de la crisis actual, no es menos importante que los otros: el premio Juego Limpio de la Primera División española.
Parece increíble, ¿no? Resulta que el equipo victorioso, ese que ha hecho historia acumulando tres copas en una temporada y tres más para las que necesitaba la triple corona, lo consiga, además, respetando las normas del juego mejor que cualquier otro. ¿Es posible una demostración más contundente de que para ganar no hay que pasar por encima de las reglas?
Teniendo en cuenta el contexto actual esa noticia tendría que haber ocupado la primera página de la prensa y haber generado concienzudos estudios para poner en evidencia esta fórmula de éxito ético; sin embargo, como este modelo parece contradecir el que los grupos de poder intentan imponer, la noticia pasó más bien por debajo de la mesa. En cambio, el récord de dinero pagado por un jugador (el Real Madrid con Cristiano Ronaldo: 94 millones de euros) sí fue noticia durante varios días. ¿Por qué? No lo sabemos, pero puede que la respuesta se encuentre en Madrid, y no precisamente en un club de fútbol.
Otro título obtenido por el Barça en la temporada 2008-09: equipo de fútbol con mayor número de apariciones en los medios, a escala mundial. Esto, en un deporte/espectáculo como el fútbol de clubes profesionales de la actualidad, se podría decir que vale tanto, o más, que el triplete en sí (por lo menos, es uno de los principales beneficios que se persigue con las copas).
Según un estudio de la Universidad de Navarra, el Barça apareció en 2009 en los medios unas 86 veces más que la media de equipos (unas pocas décimas por encima del Manchester); el Real Madrid, en cambio, ostenta un no muy espectacular número 48. Según el mismo estudio, este liderazgo mundial, que por primera vez alcanza el equipo azulgrana y que se ha mantenido tres temporadas, se debe a “la acumulación de estrellas futbolísticas, de éxitos deportivos, y de espectáculo futbolístico”, o sea, todas actividades relacionadas con el deporte. Los equipos de fútbol no se hacen realmente notorios por tener jugadores que parecen modelos, son los propios jugadores quienes se hacen notorios por eso; pero un club no debería aspirar a alimentarse de las revistas del corazón (al menos hasta ahora). Que algunos equipos, como el Real Madrid, quieran explotar el lado people, más que el deportivo, del fútbol, no es sólo un asunto anecdótico, sino que puede amenazar seriamente a la actividad.
Para ilustrar esta amenaza, hablemos de un deporte que ha muerto, prácticamente, gracias a la explotación comercial: el boxeo. Aunque en sus inicios tuvo un carácter casi aristocrático, el boxeo pronto se convirtió en un deporte de barrio bajo, duro y exigente. Las grandes figuras del boxeo vinieron todas de estratos marginales. Desde los tiempos de Rocky Marciano boxear era meterle corazón, cabeza y cuerpo al deporte, con la esperanza de saltar algún día al estrellato. Eso llevó a casos curiosos, por ejemplo, Mohamed Alí, que fue el más grande, no tanto por su indudable talento deportivo, sino por su valor como figura pública. Mientras fue campeón de los pesos pesados se opuso a la guerra de Vietnam (le quitaron el título por esto), luchó por los derechos de los negros, mantuvo coherentemente una posición ética y se convirtió en ejemplo para muchos jóvenes de su generación. Podría decirse que en los sesenta hubo un Papa librepensador y un campeón de boxeo filósofo. Alí estuvo en los televisores del mundo entero y, gracias a él, el boxeo fue, por un tiempo, un deporte casi respetable. Sólo que luego los inversionistas se encargaron de desencajarlo todo. En la actualidad, la distancia que hay entre el boxeo y la lucha libre (esa de las máscaras) no parece muy grande, y en los combates por el título mundial es difícil pensar que no hay negocios amañados. En resumen, el deporte dio paso al espectáculo y poco después murió (o entró en coma, podría decirse).
Es una lección importante porque cuando presenciamos una competición deportiva lo que nos mantiene atentos es saber quién va a ganar; y esperamos que quien gane lo haga por méritos deportivos, no por arreglos entre bastidores. Si un equipo se maneja como un circo lo más probable es que el lado deportivo pase a segundo plano, explotándose sólo lo que es “espectacular”. El circo es el objetivo del Real Madrid, y el deporte es el resultado del Barça.
Es triste, pero nadie se acuerda de los segundos cuando se habla de una hazaña. Todo el mundo sabe que los primeros en alcanzar la cima del Everest fueron el neozelandés sir Edmund Hillary y el sherpaDescanso Dominical